El contrabando de telas y confecciones se ha venido consolidando como estrategia para el lavado de dinero de los grupos criminales en Colombia, generando millonarias pérdidas para la industria textil del país.
Durante los últimos días de septiembre, se llevaron a cabo diversos operativos contra el contrabando en las localidades de Los Mártires y 7 de agosto de Bogotá, capital de Colombia, que dejaron como resultado incautaciones de textiles por un valor superior a los 10 mil millones de pesos.
La incautación de 322 mil prendas y material textil de contrabando fue adelantada por miembros la policía, la fiscalía, el ejército y la Dirección de Impuestos y Aduana Nacionales (DIAN). Aparentemente, la mercancía pertenecía a una banda delincuencial que estaría vinculada con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los Urabeños, según señaló Noticias Uno.
De acuerdo con información de la revista Dinero, a inicios de este año en Colombia los dineros lavados a través del contrabando alcanzaban un equivalente al 7,5% del Producto Interno Bruto del país. Situación que se ha hecho más palpable a medida que los grupos criminales han incursionando en esta economía criminal, una de las más utilizadas para lavar dinero proveniente del narcotráfico.
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El subdirector de Gestión de Apoyo de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa), teniente coronel Hernán Cortés Dueñas, señaló en una junta de la Federación Nacional de Departamentos en enero de este año que “el narcotráfico se está pagando con contrabando y esa dinámica criminal conexa entre ambos es particularmente grave para un país que, como el nuestro, tiene el 70 por ciento de la producción mundial de hoja de coca, cuyos cultivos abarcan 171.000 hectáreas”.
Entre 2018 y 2019, Colombia tuvo un incremento del contrabando de textiles del 337%, según las cifras de la Polfa.
Análisis de InSight Crime
Esta modalidad de contrabando comenzó a tomar fuerza a partir de la apertura económica que vivió el país en la década de los noventa. La vecina zona franca de Colón en Panamá se convirtió en el paraíso para el lavado de dinero del narcotráfico a través del contrabando. Los traficantes compraban grandes cantidades de textiles con beneficios tributarios, los cuales ingresaban al territorio colombiano como mercancía de contrabando.
Posteriormente, se abrió una puerta para el contrabando textil tras la firma del tratado de libre comercio entre Colombia y Estados Unidos y las políticas arancelarias dispuestas por el gobierno frente a las importaciones de textiles y calzado. El Cartel de Sinaloa, por ejemplo, ingresaba a Colombia mercancía textil china a través de Estados Unidos, con los beneficios derivados del tratado, para lavar el dinero de sus actividades criminales.
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El sector textil, fundamental en la industria colombiana, se ha visto afectado desde hace varios años por la llegada masiva de confecciones asiáticas. Estas ingresan al mercado con un valor menor al precio de producción de la industria textil nacional, lo que ha llevado a este sector a una situación de vida o muerte. Según la Polfa, año a año el sector textil colombiano pierde 3 mil millones de dólares debido al contrabando.
Este no es un mal único de Colombia. En México, dos de cada tres prendas consumidas en el país ingresan de manera ilegal. En otros países latinoamericanos como Argentina, sus fronteras nacionales con Bolivia y Paraguay presentan alto flujo de ingreso de mercancías textiles a través de esta modalidad de comercio ilícito.