Quien conozca al juez colombiano Iván Velásquez quizá no se imagine que es un matagigantes.

El hombre al frente de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) es tímido y reflexivo. Hace largas pausas mientras habla, y a menudo quien lo escucha se queda pensando qué estará pasando por su cabeza; pero realmente no dice mucho incluso cuando habla.

Sin embargo, ha enfrentado a cinco presidentes en su labor primero como juez, después como fiscal y ahora como el comisionado de la polémica CICIG, comisión que ha participado en el enjuiciamiento de cuatro presidentes de Guatemala, retirados o en funciones.

¿Qué llevó Velásquez a convertirse en tal derrocador de presidentes? En primer lugar, hay que recordar que él es de Medellín, Colombia, epicentro de incontables batallas en las guerras que durante medio siglo se sucedieron en Colombia. Primero fue la guerra de guerrillas, luego la guerra contra Pablo Escobar, y finalmente la guerra con los paramilitares de extrema derecha.

A comienzos de los noventa, Velásquez se desempeñó como defensor del pueblo en el departamento de Antioquia, donde debió investigar a agentes de gobierno que habían adelantado una guerra sucia contra Pablo Escobar. Más adelante, en la misma década, dirigió un equipo de fiscales dedicados a investigar y enjuiciar a las organizaciones paramilitares.

Estas luchas le sirvieron como preparación para su labor en la Corte Suprema de Justicia de Colombia, donde dirigió una unidad de investigaciones que tenía el poder para juzgar a los congresistas. Velásquez y su equipo iniciaron lo que más tarde se conoció como la investigación de la «parapolítica», mediante la cual encarcelaron y sentenciaron a varios congresistas por sus vínculos con los grupos paramilitares.

Algunos de esos congresistas eran aliados del entonces presidente Álvaro Uribe, y uno de ellos era incluso primo suyo. De manera sistemática, el presidente y sus aliados intentaron difamar al juez. Pero Velásquez sobrevivió, incluso a las arremetidas de Uribe.

Velásquez asumió el cargo como director de la CICIG en el año 2013. La comisión ya había estado operando en Guatemala durante seis años, y casi todos pensaron que él buscaría una salida fácil. Por el contrario, creó un ambicioso programa que ha llevado al enjuiciamiento de dos presidentes en funciones y de dos expresidentes de Guatemala, y ahí es donde comienza lo mejor de esta historia.

Presentación: Héctor Silva Ávalos y Steven Dudley

Edición: María Paola Martínez

Producción: Steven Dudley

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