A principios de abril, Ecuador inició una operación para interceptar una pista de aterrizaje clandestina, de donde se cree que salían aviones cargados de droga; sin embargo, este tipo de respuestas aisladas quizás no logren erradicar el flujo de narcovuelos.
La policía de Ecuador inició la Operación Aeronave el 1 de abril, cuando se detectó un avión que estaba haciendo un aterrizaje no autorizado en una franja de tierra perteneciente a una refinería de petróleo en la provincia de Manabí. El avión, que se cree que llevaba un cargamento de drogas, logró volver a despegar, a la vez que nueve hombres que hacían guardia abrieron fuego contra la policía.
Los supuestos narcotraficantes involucrados en el caso fueron detenidos, y más adelante se confirmó que dos de ellos son agentes activos de la policía. Si bien la aeronave escapó, la policía logró incautar unos US$200.000, cuatro armas de fuego y varios vehículos.
El general Marco Villegas, jefe de la Dirección Nacional de Narcóticos de Ecuador, le dijo a Democracia TV que los grupos narcotraficantes buscan áreas como las refinerías para los narcovuelos porque en dichas áreas hay vías pavimentadas, lo que permite un fácil acceso, y abundante vegetación para ocultar los aterrizajes.
Los narcovuelos no son precisamente nuevos en Ecuador. En marzo, un avión con más de 35 kilos de clorhidrato de cocaína se estrelló en Montecristi.
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Entre 2003 y 2019, las autoridades ecuatorianas han incautado o derribado 19 aviones cargados con drogas, incautando más de 900 kilos de drogas. Sin embargo, dado que hay unas 2.500 pistas de aterrizaje privadas en todo el país, esto puede representar apenas una gota en el océano.
Análisis de InSight Crime
A pesar de los esfuerzos realizados para abordar este problema, el tráfico de drogas aéreo continúa siendo el talón de Aquiles en Ecuador y muchos otros países latinoamericanos.
En el mes de enero, la Operación Conquistador demostró que las operaciones militares conjuntas y el intercambio de inteligencia pueden dar algunos resultados, pues una organización criminal transnacional que enviaba drogas por avión de Ecuador a México fue desmantelada por las autoridades de ambos países.
Después del asesinato de tres empleados del diario El Comercio en la frontera entre Ecuador y Colombia en 2018, los dos países aumentaron la cooperación en seguridad, especialmente en la costa del Pacífico y en la frontera entre Nariño y Esmeraldas. Sin embargo, los narcotraficantes continúan utilizando los vuelos para burlar la vigilancia. Y dado que hay unas 2.500 pistas de aterrizaje privadas en Ecuador, puede ser difícil implementar estrategias efectivas para impedir que surjan.
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La falta de tecnología y capacitación adecuadas ha sido un problema constante. Este año, Paraguay le perdió el rastro a un narcovuelo y admitió que no tenía la capacidad para rastrear o derribar esos aviones.
Ecuador ha invertido en tecnologías que permiten interceptar algunos vuelos ilegales. En 2009, compró radares chinos que fueron sustituidos en 2016 por los producidos por una empresa española. Sin embargo, el escape del avión durante la Operación Aeronave dejó claro la constante insuficiencia de las medidas de seguridad y las tecnologías de Ecuador.