En mayo de 2011, el líder de 26 años de edad de una pandilla carcelaria dejó en jaque por varias semanas a 4.000 miembros de las fuerzas de seguridad venezolana, respaldados por tanques y helicópteros. Aquella humillación a nivel nacional e internacional llevó al entonces presidente Hugo Chávez a asumir una posición diferente, pero que resultó desastrosa, frente al sistema penitenciario.

Con más de 4.700 presos, en el año 2011 la cárcel de El Rodeo era una de las más grandes del país. Los disturbios en mayo de ese año comenzaron como una riña entre pandillas carcelarias rivales. Los líderes de las pandillas, conocidos como los «pranes» de Rodeo II, destronaron a un pran de Rodeo I, las instalaciones vecinas. Se trataba entonces de un cambio de «carro», como se denomina a la estructura de gobierno criminal en las cárceles. Pero aquel no fue un simple motín con patadas y palizas; se trataba más bien de una verdadera batalla con armas automáticas y semiautomáticas.

*Este reportaje fue publicado inicialmente en septiembre de 2017, como parte de una investigación sobre prisiones realizada por InSight Crime. Se publica nuevamente como parte de una investigación sobre crimen organizado en Venezuela. Vea otras partes de la investigación aquí y el informe completo aquí.

Las autoridades penitenciarias pidieron refuerzos. En total, 3.000 miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), 400 paracaidistas y un contingente de la policía militar fueron desplegados en el caluroso estado de Miranda, a sólo 40 kilómetros al este de Caracas. El 17 de junio los soldados atacaron. Esto desató una batalla. Cuatro presos murieron y varios soldados resultaron heridos. El ejército logró tomar el control de Rodeo I, el edificio más cercano a la carretera principal. La devastación de las instalaciones penitenciarias parecía sacada del centro de Alepo.

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(Transmisión en televisión de la cárcel El Rodeo durante  los disturbios de 2011)

Al interior de Rodeo I, las autoridades encontraron 20 pistolas semiautomáticas, 7 rifles de asalto, 5 escopetas, 8 granadas, 5.000 balas, 45 kilos de cocaína y 12 kilos de marihuana.

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(Las autoridades venezolanas exhiben las armas incautadas tras el motín en El Rodeo en 2011)

Rodeo II —el bloque detrás de Rodeo I donde hay más de 1.200 presos— resultó ser mucho más difícil de controlar. Allí los presos estaban mejor organizados bajo la dirección de su pran, un hombre llamado Yorvis Valentín López Cortez, alias «Oriente», de sólo 26 años de edad. Las autoridades temían que continuara una batalla sin cuartel. Para entonces los medios de comunicación ya habían llegado y las cámaras mostraban los enfrentamientos desde todos los ángulos.

(Yorvis Valentín López Cortez, alias «Oriente»)

Las negociaciones con los presos de Rodeo II comenzaron el 21 de junio. Oriente hablaría en representación de los presos. el gobierno envió al pastor evangélico José Argenis Sánchez (quien antes se dedicaba a vender autos de segunda), acompañado de Ronald Gregorio García Tesara, alias «Satanás», miembro de «La Piedrita», uno de los grupos patrocinados por el Estado que actuaban como brigadas de choque del régimen chavista. Se suponía que este par de agentes, «uno bueno y otro malo», haría a los presos entrar en razón. El agua y la electricidad de la prisión habían sido cortadas. El calor era insoportable. Después de dos días de conversaciones, lo único que las autoridades lograron obtener de los presos fueron cuatro cadáveres putrefactos que sacaron de la prisión. No se sabía exactamente qué era lo que querían; de lo que no había duda era de su tono agresivo.

«Nos engañan con líderes evangélicos que no conocemos. Nosotros no vamos a hablar con gente que no nos genere confianza. Esta es una guerra y vamos a luchar”, decía Oriente.[1]

Al gobierno le tomó 27 días restablecer el control de El Rodeo. Las cifras oficiales hablan de 23 muertos y 70 heridos —pero la realidad es quizá hayan sido muchos más—. Sólo se logró tomar control de la prisión después de que Oriente escapó, tal vez  logró cruzar la malla de acero que rodea la prisión. Según algunos rumores, el entonces ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami, quien actualmente es el vicepresidente del país, llegó a un trato para dejar a Oriente en libertad a cambio de que pusieran fin a los enfrentamientos. También hubo denuncias de que la GNB se retiró por órdenes de sus superiores.[2] Oriente fue recapturado posteriormente, pero luego escapó de otra prisión en diciembre de 2016.[3]  

El poder entregado a los reclusos

Avergonzado por el caos y la amplia cobertura de los medios de comunicación, Chávez anunció una investigación exhaustiva y una transformación del sistema penitenciario. Dos funcionarios de prisiones fueron arrestados, entre ellos el director de El Rodeo II, así como un capitán de la GNB responsable de la seguridad de la prisión. Se descubrió que las armas en manos de los reclusos ingresaron a la cárcel mediante el pago de un «peaje» a los funcionarios. Como con todo lo que entraba a la prisión, se había establecido un sistema de impuestos: US$2.300 por un rifle de asalto, US$70 por una pistola y US$45 por una granada.[4]

El entonces vicepresidente Elías Jaua se comprometió a tomar medidas contra el sistema de pranes.

«Vamos a ir a fondo. La revolución no va a dejarse chantajear por estas mafias. Nosotros vamos a recuperar el pleno ejercicio del gobierno en los penales del país”, sostenía.[5]

Pero el gobierno hizo precisamente todo lo contrario.

El 26 de julio de 2011 se conformó el Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario. La primera ministra de este despacho fue una política, representante de la Asamblea Nacional. Iris Varela, conocida como la «Comandante Fosforito», tenía poca experiencia en el tema de prisiones, pero poseía las condiciones que el presidente requería: era una fervorosa política leal al chavismo,

El nuevo ministerio se presentó como una continuación de la política establecida por Chávez en la Constitución de 1999. El Artículo 272 de la Constitución se refería específicamente a las prisiones. Sus primeras palabras dicen: «El Estado garantizará un sistema penitenciario que asegure la rehabilitación del interno o interna y el respeto a sus derechos humanos».

Carlos Nieto, abogado director de la ONG Una Ventana a la Libertad, un observatorio de las prisiones,[6] ayudó a elaborar dicha sección de la Constitución.

«Nos parecía increíble que lo que nosotros estábamos planteando se fuera a incluir en la Constitución” le dijo Nieto a InSight Crime, mientras nos tomábamos un café en Caracas. «El gobierno insistía en que se incluyera. Claro que en ese entonces no teníamos ni idea de que nada de eso llegaría a ser implementado».

El presidente Chávez reiteró la noción de las cárceles como centros de rehabilitación, cuando anunció el nuevo ministerio diciendo: «Hay que convertir a la cárcel en un centro de formación del hombre nuevo, que salga transformado, capacitado para la vida, para el amor».[7]

Pero Varela tenía una tarea titánica. La infraestructura de las cárceles se estaba derrumbando, el hacinamiento estaba en niveles epidémicos, los guardias y administradores recibían malos salarios y eran vulnerables a los intereses criminales y a la intimidación, y en los penales campeaban la criminalidad y la corrupción, como lo había dejado claro el motín de El Rodeo.

A estas cifras se suman las de otros 33.000 detenidos que se estima hay actualmente en celdas policiales, construidas para albergar 5.000 personas. Las condiciones en las celdas de la policía son peores que las de las cárceles. Dichas instalaciones fueron diseñadas como celdas temporales para mantener a los presos durante la noche hasta que pudieran comparecer ante un juez. Pero están tan atiborradas que los presos tienen que turnarse para dormir en el suelo. La policía no tiene recursos para proveerles alimentos. Y lo que es peor aún: los guardias les cobran a los familiares de los presos para permitirles dejar alimentos a los detenidos.[8] Otros cientos de prisioneros, especialmente los que han sido detenidos en las protestas políticas, son llevados al emblemático edificio de El Helicoide, sede de la temida policía secreta, Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN). Muchos más han tenido que esperar, ya sea en la cárcel o en una celda de la policía, durante incluso más de dos años hasta recibir una condena.[9] O hasta que se determine que son inocentes.

El sistema penitenciario de Venezuela es además uno de los más violentos del mundo; entre 1999, año en el que Chávez asumió la presidencia, y 2014, se registraron 6.472 asesinatos. [10] En el primer semestre de 2015, el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) contabilizó 109 muertos y 16.417 heridos.[11]

Varela tenía una tarea casi imposible. Se le pidió que eliminara los motines en las prisiones, que disminuyera los homicidios dentro del sistema penitenciario, y que no aparecieran más noticias negativas en los medios de comunicación. Ante todos estos retos, y con recursos limitados, Varela adoptó una nueva política para cumplir con su misión: se hizo cercana de los pranes más importantes y comenzó a hacer tratos con ellos. Lo que querían, y que finalmente consiguieron, era el poder dentro de las prisiones. Obtuvieron el control de todo lo que pasaba en su interior. A cambio, nada debía salir de las paredes de las cárceles, ni llegar a los medios de comunicación. Se trataba de una Pax Mafiosa que más tarde tendría profundas consecuencias.

2Sistema penitenciario de Venezuela

Wilmito y el ascenso de los pranes

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(Iris Varela con Wilmer José Brizuela, alias «Wilmito»)

Se cree que la palabra pran proviene del acrónimo de las palabras «Preso Rematado Asesino Nato».[12]

Uno de los primeros pranes, que ayudó a establecer las estructuras criminales en las cárceles, fue Wilmer José Brizuela, alias «Wilmito». Campeón de boxeo local y padre de nueve hijos, con seis mujeres diferentes, Wilmito era el típico criminal cuya primera sentencia fue por el delito de secuestro. Por muchas razones, se encontraba más seguro en las cárceles que por fuera de ellas. Cuando Alfredo Meza, el periodista que hizo las crónicas más completas sobre la vida de Wilmito, lo visitó en Vista Hermosa, una prisión de Ciudad Bolívar, en diciembre de 2013, Wilmito tenía un rifle de asalto AR-15 colgado en la pared de su celda, junto con una pistola 9 mm.[13]

Fue en Vista Hermosa donde Wilmito comenzó su vida como pran, dirigiendo una sección de la prisión, después de lo cual comenzó a eliminar sistemáticamente a sus rivales. Entre 2005 y 2006, Wilmito comenzó a tomarse el control de las secciones  de la cárcel , una por una, para finalmente convertirse en amo y señor de ellas. Con el tiempo se conformaron nuevas estructuras. Los lugartenientes se empezaron a conocer como «luceros». Si un lucero era lo suficientemente fuerte, podía heredar el lugar del pran cuando este salía de la cárcel o cuando era asesinado. Los pranes también ofrecían servicios de cobro de deudas, comités sociales y seguridad. Wilmito, por ejemplo, nunca se movía por la cárcel sin sus guardaespaldas, cada uno de los cuales cargaba un rifle de asalto.

En el año 2009 hubo un intento de destronar a Wilmito en Vista Hermosa. Recibió un disparo en el hombro, pero logró llegar hasta su cuarto, tomar el rifle que mantenía allí, y matar a cuatro de los siete revoltosos. Para entonces, su «carro» (como se les llaman a las estructuras de gobierno informales) en Vista Hermosa generaba más de US$3 millones de ganancias al año.[14]

El ascenso de Wilmito en la cárcel le ganó su fama a nivel nacional y popularizó la noción del pran. Incluso el presidente Chávez lo mencionó alguna vez en su programa semanal «Aló Presidente», burlándose del entonces gobernador del estado de Bolívar, Francisco Rangel Gómez: «Este Wilmito como que manda más que tú».

El poder de los pranes estaba creciendo.

Para Humberto Prado, director del OVP, el año 2008, cuando Tareck El Aissami se convirtió en ministro de Interior y Justicia fue un momento determinante. El Aissami introdujo cambios en los horarios de visitas dentro del sistema penitenciario, lo que permitió que a las cárceles ingresaran aun más bienes y servicios, y creó una economía próspera tras las rejas.

«Tareck El Aissami fue quien le dio reconocimiento a la figura del pran. Y le dio, de paso, la autorización para que los familiares pernoctaran dentro de las cárceles», le explicó Prado a InSight Crime. “Tú sabes que aquí los días de visita, anteriormente, eran dos días a la semana: el miércoles, día de visita conyugal, y el domingo, día de visita familiar […] O sea, anteriormente la visita llevaba una bolsa de comida y una de ropa limpia para la persona privada de la libertad. Pero desde ese momento empezaron a llevar fue maletas. Tú veías la cola de las visitas y las mujeres iban con maleta para quedarse con su familia”.

Para Carlos Nieto, de la ONG Una Ventana a la Libertad, la llegada de las familias era sólo parte del problema. No se trataba sólo de esposas e hijos. Las prostitutas y los juerguistas, así como las drogas y alcohol, empezaron a fluir con mayor libertad.

“Ahí se comenzaron a armar unas fiestas que comenzaban el viernes y terminaban el lunes […] O sea, donde lo único que había era sexo, fiesta, alcohol y droga. O sea, son un coctel molotov, eso no puede traer nada bueno”.[15]

Las visitas fueron clave para el poder de los pranes; fueron el medio por el cual ejercieron su voluntad y expandieron su economía criminal. En el núcleo del sistema de los pranes se encontraban las extorsiones que cobraban dentro de la prisión, muchas de ellas relacionadas con las visitas. Cada semana, todos los presos tenían que pagarle al pran una cuota denominada “la causa”, la cual, de no ser pagada, se castigaba con golpes o incluso con la muerte. Si un preso quería una celda buena, debía pagar más causa; y si quería un buen televisor de pantalla plana, tenía que pagar mucho más.

Actualmente, todo lo que entra a la prisión tiene un impuesto y puede costar hasta diez veces lo que vale por fuera. Por lo tanto, entre más presos tenga una cárcel, más visitantes tiene, y más ricos y poderosos son su pranes. Todos los negocios que hay en una cárcel, como restaurantes, tiendas y barberías, también le deben hacer pagos al pran. En la cárcel de Tocorón en Aragua, que es más poblada y tiene unos 7.000 reclusos, se cree que la causa recolecta más de US$2 millones al mes.[16] Gracias a estos millones de dólares, las estructuras criminales han crecido en tamaño, poder y sofisticación.

La decisión de Varela de entregar las cárceles a los presos fortaleció aún más el sistema criminal. Los pranes se convirtieron en actores políticos, en una extensión de la revolución de Chávez. Aquello era similar a la negociación a la que habían llegado los chavistas con los colectivos partidarios del gobierno y con los grupos criminales en los barrios pobres. Sólo que, en el caso de los pranes, el gobierno no tenía jurisdicción.

«El gobierno decidió no hacer nada y entregarles las cárceles a los presos», le dijo a InSight Crime Roberto Briceño León, el director del Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV). «La policía y la GNB tienen que pedir permiso para entrar».

Wilmito apareció otra vez en las noticias el 17 de febrero de 2017, cuando sufrió otro atentado, esta vez no en la cárcel, donde debía estar cumpliendo una condena de 14 años por asesinato, sino en una playa de la isla de Margarita. Wilmito estaba allí de vacaciones con su familia, y llevaba «una autorización para salir de la cárcel» firmada por Varela misma[17].

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(Una carta de Iris Varela que autoriza la libertad temporal del pran «Wilmito»)

Wilmito había estado en libertad desde diciembre de 2016. El escándalo desatado por el incidente fue tal que no fue enviado de vuelta a su «hogar», en la cárcel de Vista Hermosa, sino a otra prisión, la de Tocorón, en el estado de Aragua. Allí no disfrutaba del mismo estatus ni protección que en Vista Hermosa. En las primeras horas del 1 de abril, Wilmito fue asesinado a tiros en su celda. Acababa de celebrar sus 35 años.

El Conejo y la exportación del sistema de los pranes

Si las visitas son la clave del poder de los pranes, realizar una gran fiesta es la máxima manifestación de ese poder. En ese sentido, ninguna cárcel era mejor que San Antonio, una prisión en la isla de Margarita. Con cuatro piscinas, una discoteca e incluso un ruedo para peleas de gallos, esta penitenciaría estaba dirigida por otro de los pranes más cercanos a Varela, Teófilo Rodríguez, alias «El Conejo».

El Conejo recibió su apodo por sus dientes de roedor y por su gusto por la pornografía de Playboy. Él adoptó la imagen de las conejitas de Playboy y las hizo pintar en los muros de todas las zonas comunes de la prisión. La única excepción era un mural donde aparecía orgullosamente la imagen de Conejo al lado de Chávez.

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(Mural del pran Conejo y Hugo Chávez)

La isla de Margarita, que hace parte del archipiélago de Nueva Esparta, tradicionalmente ha sido uno de los lugares favoritos de los venezolanos para pasar sus vacaciones. Con un sol radiante y perfectas playas caribeñas, el lugar también se convirtió en la mejor cárcel para estar preso. El Conejo ofrecía grandes fiestas, pero tras su generosidad se escondía una ambiciosa mente que logró construir una estructura criminal dentro de la prisión que se llegó a proyectar en toda la isla.

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(Foto tomada dentro de la cárcel de San Antonio)

Las comodidades de la cárcel de San Antonio se conocieron en todo el mundo cuando el New York Times visitó a El Conejo y realizó un tour sin restricciones por la cárcel.[18] Sin embargo, no se informó sobre las acciones criminales de El Conejo por fuera de la prisión, entre ellas actividades de narcotráfico en la isla —una importante punto de transito para la cocaína en su paso por el Caribe—.

Así como las estructuras criminales dentro de las prisiones recibieron el nombre de «carros», las estructuras criminales vinculadas al sistema de pranes que operaban por fuera de las prisiones pasaron a llamarse «trenes». El Conejo dirigía su propio tren, denominado «Tren del Pacífico».[19]

El Conejo no era el único pran que trabajaba por fuera de las cárceles. Muchos otros pranes dirigían operaciones criminales desde sus celdas. Carlos Nieto, de Una Ventana a la Libertad, dijo que uno de los ejemplos más notables de las estructuras criminales dentro y fuera de las cárceles es el «Tren de Aragua», dirigido supuestamente desde la cárcel de Tocorón en el estado de Aragua. «Desde allí no sólo se planean crímenes, secuestros, extorsiones y robos, sino que además se distribuyen drogas y se dirigen las megabandas «, dijo Nieto.[20]

Esta estructura criminal llegó a ser una de las más poderosas de Venezuela mientras Tareck El Aissami fue gobernador de Aragua (cargo que desempeñó desde 2012 hasta que asumió la vicepresidencia este año). Nieto considera que esto no es casualidad. Los organismos de seguridad internacionales también lo creen así: El Aissami ha fomentado las estructuras del crimen organizado en todos los cargos oficiales que ha tenido.[21]

Otros pranes y luceros que han cumplido sus penas han salido de las prisiones y han replicado sus estructuras por fuera de ellas. Para Luis Cedeño, director de la ONG Paz Activa, que se dedica al estudio del crimen organizado en Venezuela, el sistema de pranes fue fundamental para el establecimiento de las llamadas «megabandas», organizaciones criminales (algunas de las cuales tienen hasta cientos de miembros) que controlan la distribución local de drogas, así como la extorsión y el secuestro, en muchas partes del país.

«Muchos presos que habían sido ‘pranes’ o ‘luceros’ adquirieron el  knowhow criminal en las prisiones y lo replicaron por fuera de ellas, creando las megabandas», dijo Cedeño en Caracas, sosteniendo en la mano una copia de su informe sobre la evolución del fenómeno de las megabandas.

En ambos casos, la relación que estos criminales establecieron y mantuvieron con funcionarios del gobierno fue fundamental para lograr sus objetivos, a pesar de que el gobierno niegue estas afirmaciones. Cuando se le preguntó a Varela por una foto del año 2011 en la que aparece abrazando a El Conejo, ella se burló de la pregunta y amenazó a quien la había interrogado.

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 (Iris Varela en una foto con El Conejo en 2011)

«Uy, por favor, ¿usted va a preguntar eso? Yo voy a demandar a quien me esté difamando de esa manera”, dijo. «Yo soy madre de familia, yo soy ministra de las cárceles, me he fotografiado con 100.000 presos en este país.»[22]

Pero, aun así, como ocurrió con Wilmito, las conexiones de El Conejo con el gobierno no lograron protegerlo de todos sus enemigos. El 24 de enero de 2016, mientras se encontraba en libertad condicional, fue asesinado en las afueras de una discoteca en la isla de Margarita, liquidado en una balacera junto con varios de sus guardaespaldas. El asesinato aún no se ha resuelto, pero los rumores sobre una deuda que tenía con narcotraficantes parece ser la teoría más aceptada. Su funeral fue un evento fastuoso, dentro y fuera de la cárcel de San Antonio. Los presos se reunieron en el techo, disparando una cantidad impresionante de armas de fuego para lamentar la muerte de su líder. El escándalo que se desató fue tal, que Varela clausuró la prisión poco después.

La situación actual

Altos niveles de violencia. Criminalidad rampante. Corrupción. La Venezuela de hoy tiene los mismos problemas dentro yfuera de las prisiones. La situación ha empeorado después de la muerte de Chávez en 2013. Luego de que Nicolás Maduro, el sucesor elegido por Chávez, asumió el poder, la inflación ha quedado fuera de control, los alimentos escasean en los supermercados, y el gobierno ha asumido una posición aún más dura frente a los disidentes políticos.

Sin embargo, irónicamente, el gobierno de los pranes parece ser más eficiente que el de Maduro: administran justicia con rapidez, y mientras que la comida escasea en los supermercados, los pranes parecen ser capaces de obtener todos los alimentos que necesitan. De hecho, se ha sabido que los habitantes del estado Aragua van a la cárcel de Tocorón cuando no pueden comprar alimentos en ningún otro lugar. Los pasillos de la prisión parecen la cueva de Aladino, con mercancías apiladas contra las paredes, y vendedores que hacen jugosos negocios tanto con los reclusos como con la población en general.[23]

La Pax Mafiosa que Varela estableció permitió disminuir los homicidios en las cárceles. Aunque se presentaban disturbios, escándalos y episodios de violencia, ella logró ocultar lo que en realidad ocurría al interior de las prisiones. Sin embargo, este sistema dio luz a una nueva generación de estructuras del crimen organizado, y los pranes, trenes y megabandas se han extendido por todo el país generando aún más criminalidad y asesinatos. Todo ello ha contribuido a hacer de Venezuela uno de los países más peligrosos del mundo.

En el mes de junio, Iris Varela, la ministra con más tiempo al servicio del gobierno, renunció para postularse a un puesto en la Asamblea Nacional Constituyente, el más reciente mecanismo de Maduro para eliminar cualquier tipo de oposición a su gobierno. Para nadie fue sorprendente que la Comandante Fosforito ganara un escaño en la Asamblea. Antes de abandonar su cargo, ella tenía una última palabra que decir acerca de los pranes.

«Yo niego la existencia de los pranes», dijo. «Desconozco la existencia de esa figura».[24]

Pocos días antes de las elecciones en el mes de julio, ella fue sancionada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, por «socavar la democracia».[25] Su nombre se suma entonces al de numerosos miembros de la República Bolivariana incluidos en la lista de la OFAC, entre quienes se encuentra el vicepresidente El Aissami. Esta fue su respuesta, la misma que le dio al estado de derecho, al respeto por los derechos humanos y a los presos puestos bajo su cuidado:

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Las estructuras carcelarias y su argot*

AchicharraoPreso que no recibe visitas, que no le importa a nadie.
AltaMáximo gobierno, conformado por “luceros” y “pranes” de otras secciones de la cárcel.
BataneroEl que roba dentro de la cárcel. El castigo es apuñalarle las manos varias veces. Las marcas, mal cicatrizadas por lo general, lo persiguen a donde es trasladado. Al verle las manos, cualquier preso sabe que es un batanero.
Boca cosidaCuando un preso acaba de ser traslado y se siente en desventaja, o si quiere protestar por su nueva situación, se cose los labios y declara huelga de hambre y “brazos caídos”. Nadie puede arremeter contra esa persona.
CaletaEscondite de armas y dinero en efectivo.
CarroGobierno dentro de la cárcel, ajeno a guardias, custodios y director. Los cambios de “carro” son golpes de Estado, que se producen en reyertas con muertos y heridos. Un pran deja de serlo cuando es asesinado por otro que ocupa su lugar con otros luceros.
CastigosLa idea es provocar sufrimiento: “puñaladas sobre puñaladas, tiros sobre tiros”. Abren heridas sin cicatrizar. Pueden aplicar el “reventarle las piernas”, que consiste en dispararle en ambos miembros inferiores, o “guindar”: colgar a alguien con una soga al cuello hasta que casi desfallece. Solo en ese momento lo sueltan.
CausaEs lo que el preso le paga periódicamente al pran y su “carro” por vivir en ciertas zonas y disfrutar de algunos “privilegios”; por ejemplo, los que venden alimentos y drogas deben pagar por eso.
Cincuenta de cincuentaEs un balazo en el centro del estómago; “si te mueres, te moriste, y si vives, aprendes que tienes que pagar a tiempo”.
CochinosEn algunas cárceles hay corrales con inmensos cerdos a quienes se les lanzan pedazos humanos para desaparecer un cadáver.
GaritaLugar desde donde los reclusos cuidan, armados y por guardias periódicas que no se incumplan las reglas impuestas por el pran. El que se duerme en una garita, se muere.
GandulesTambién denominados “brujas”, “escoria” o “basura”, se drogan todo el día. No respetan las reglas.
LucerosSecundan al pran. Conforman con él un sistema de gobierno que se llama “carro”.
LuzUna regla. “Comerse la luz” es irrespetarla. Cometer esta falta puede costar la vida instantáneamente.
ManchaFaltar a la rutina es un error que puede costar la vida. “Mancharla” es desobedecer las leyes carcelarias que imponen los presos.
NúmeroTodos los días, las autoridades oficiales del penal pasan número y revisan que no falte un privado de libertad.
PacificaciónSignifica “pranificación” para los reos. Es una negociación en la que las autoridades del ministerio le dicen al pran de una cárcel: “¿qué quieres?” y él pide mujeres, discoteca, piscina, sonido, lo que sea, a cambio de no matar a nadie ni alborotar a los periodistas con reyertas y muertos. Si él cumple, tiene sus beneficios y todo parece tranquilo.
PariaUn preso que no pelea, no tiene armas, “no habla duro”, y la regla dice que nadie debe meterse con él. Quien lo hace, es asesinado por la población penal.
PranLíder carcelario. En algunos penales hay un pran principal y varios secundarios, por sectores que le rinden cuentas.
Tela de juicioEn medio de un círculo, todos de pie y frente al carro, se juzga a un preso por su actuación y se toma una decisión con respecto al castigo que recibirá.
VaronesCristianos evangélicos, que tienen sus propias leyes. Caminan más libremente por los penales y suelen ayudar a trasladar presos de un lado a otro por alguna necesidad.
VisitaFamiliares y amigos que acuden a la cárcel en los horarios establecidos y en ocasiones pernoctan. Es ley que se respeten por encima de todo: en algunos penales no pueden mirarse a los ojos, no se piropea a las mujeres, no se presentan ante ellos sin camisa o descalzos.

* Esta lista es reproducida con permiso de Runrun.es. El original puede encontrarse en: https://runrun.es/relax/dda/147803/diccionario-de-la-pran-academia-espanola.html

* Foto superior: Carlos Ramírez


[1] Informe 21, “El pran «Oriente» dijo que las autoridades amenazan a su familia y ministro Reverol lo desmiente”, 30 de junio de 2011. https://informe21.com/actualidad/pran-oriente-dijo-las-autoridades-amenazan-su-familia-ministro-reverol-desmiente

[2] Últimas Noticias, “Manu Pelua ordenó retirar la GN del Rodeo II”, 15 de julio de 2011, https://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad/sucesos/mano-pelua-ordeno-retirar-a-la-gn-del-rodeo-ii.aspx

[3] José Rafael Ramírez, “Yorvis Valentín López Cortez, alias pran “Oriente”, se volvió a fugar de un penal”, Noticias JR, 15 de diciembre de 2016. https://noticiasjr.com/yorvis-valentin-lopez-cortez-alias-pran-oriente-se-volvio-a-fugar-de-un-penal/

[4] Infobae, “Descontrol y muerte en las prisiones de Venezuela”, 21 de junio de 2011. https://www.infobae.com/2011/06/21/1027571-descontrol-y-muerte-las-prisiones-venezuela/

[5] EFE, “Chávez ordena desmantelar mafias que administran cárceles”, El Espectador, 11 de junio de 2011. https://www.elespectador.com/noticias/elmundo/chavez-ordena-desmantelar-mafias-administran-carceles-articulo-279264

[7] Semana, “Chávez crea Ministerio de Cárceles en Venezuela”, 26 de julio de 2011, https://www.semana.com/mundo/articulo/chavez-crea-ministerio-carceles-venezuela/243733-3

[9] Prison Insider, Venezuela Country Profile, consultado el 6 de septiembre de 2017. https://www.prison-insider.com/countryprofile/prisonsinvzla?s=la-population-carcerale#la-population-carcerale

[10] Observatorio Venezolano de Prisiones, “Situación carcelaria en Venezuela, 2014”, https://www.oveprisiones.org/assets/informe-2014-pdf.pdf

[11] Observatorio Venezolano de Prisiones, “Situación Carcelaria en Venezuela, 2014”, https://www.oveprisiones.org/assets/informe-2014-pdf.pdf

[12] Entrevista de InSight Crime con Humberto Prado. Caracas, 7 de julio de 2016.

[13] Alfredo Meza, “El gobierno de Wilmito”, Armando Info, 19 de marzo de 2017. https://www.armando.info/historias/7431=el-gobierno-de-wilmito

[14] Jorge Benezra, “On the Inside: Venezuela’s Most Dangerous Prison”, Time, 6 de junio de 2013.   https://time.com/3800088/on-the-inside-venezuelas-most-dangerous-prison/

[15] Entrevista de InSight Crime con Carlos Nieto. Caracas, 6 de julio de 2016.

[16] Runrunes, “En Tocorón, el riesgo es que te quieras quedar”, 7 de agosto de 2015.  https://runrun.es/nacional/venezuela-2/217111/en-tocoron-el-riesgo-es-que-te-quieras-quedar.html

[17] Runrunes, “Jueza Casado: “Quiero que la ministra Varela me explique por qué mi hermana está muerta y Wilmito en la playa”,” 1 de marzo de 2017. https://runrun.es/nacional/actualidad/299100/jueza-casado-quiero-que-la-ministra-varela-me-explique-por-que-mi-hermana-esta-muerta-y-wilmito-en-la-playa.html

[18] Simon Romero, “Where Prisoners Can Do Anything Except Leave”, 3 de junio de 2011. https://www.nytimes.com/2011/06/04/world/americas/04venez.html?mcubz=3

[19] Para mayor información sobre los “trenes” vea la reseña de InSight Crime sobre “El Tren del Llano”. /noticias-sobre-crimen-organizado-en-venezuela/el-tren-del-llano

[20] Entrevista de InSight Crime con Carlos Nieto. Caracas, 6 de julio de 2016.

[21] En febrero de 2017, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó a El Aissami en su lista de presuntos narcotraficantes («kingpin») por haber «facilitado cargamentos de narcóticos desde Venezuela». Vea: Unidad Investigativa sobre Venezuela, «Vicepresidente de Venezuela es el funcionario de más alto rango en recibir sanciones de EEUU hasta la fecha», InSight Crime, 15 de febrero de 2017. Disponible en: /analisis/sanciones-eeuu-vicepresidente-venezuela-apuntan-altos-rangos-gobierno

[22] Lorena Meléndez, “Lo que dice Iris Varela cuando le preguntan sobre “El Conejo”, Runrunes, 1 de enero de 2016.

https://runrun.es/nacional/246190/lo-que-dice-iris-varela-cuando-le-preguntan-sobre-el-conejo.html

[23] InSight Crime, “Venezuela supera escasez comprando en la cárcel”, 24 de agosto de 2016, /noticias-del-dia/venezuela-supera-escasez-comprando-carcel

[24] José Silva, “Iris Varela niega que haya pranes en las cárceles del país”, El Universal, 29 de marzo de 2017.   https://www.eluniversal.com/noticias/sucesos/iris-varela-niega-que-haya-pranes-las-carceles-del-pais_645866

[25] US Department of the Treasury, “Treasury Sanctions 13 Current and Former Senior Officials of the Government of Venezuela,” 26 de julio de 2017.   https://www.treasury.gov/press-center/press-releases/Pages/sm0132.aspx