El proceso de elaboración de drogas sintéticas consta de varios pasos, pero debe incluir un ingrediente clave llamado precursor. Para la metanfetamina, estos precursores son el 1-fenil-2-propanona (P2P) y la metilamina; y para el fentanilo, son la 4-anilino-N-fenetilpiperidina (ANPP) y el norfentanilo.

Dado que el P2P, la metilamina, el ANPP y el norfentanilo están fuertemente regulados, los productores de drogas sintéticas han recurrido a los preprecursores, que están un paso atrás en la cadena de producción de P2P, metilamina, ANPP o norfentanilo. En otras palabras, los preprecursores son en sí precursores utilizados para elaborar cualquiera de los cuatro productos químicos mencionados anteriormente.

Estos preprecursores se presentan en dos formas: precursores de diseño y precursores de doble uso. Los precursores de diseño están hechos específicamente para producir drogas sintéticas ilícitas. Estos no tienen ningún propósito legal del que se tenga conocimiento y han sido creados para evadir los controles internacionales. Por lo tanto, no están muy regulados, a menudo porque las autoridades aún no los han detectado o porque no han pasado por el proceso de regularlos, y por lo tanto pueden producirse y moverse con mayor facilidad entre los países. Los precursores de doble uso tienen más de un uso: comercial, académico, médico, etc., y también pueden moverse más libremente entre los países, siempre y cuando su comercio cumpla con las regulaciones internacionales.

*Este artículo forma parte de una investigación de dos años sobre el flujo de precursores químicos para la producción de metanfetamina y fentanilo en México. Lea los otros artículos de la investigación aquí y el informe completo aquí.

Sin embargo, algunos preprecursores están sujetos a controles más estrictos y, por lo tanto, son más difíciles de obtener. Un ejemplo es la N-fenetil-4-piperidinona (NPP), un químico que se utiliza para elaborar ANPP. El único uso legal de esta sustancia es para la producción lícita de fentanilo, y su comercialización está estrictamente controlada en todo el mundo. Otro ejemplo es el ácido fenilacético, un producto químico utilizado para producir P2P, pero que también se emplea en las industrias cosmética y farmacéutica.

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Hay otros productos químicos que también son esenciales para la fabricación de la metanfetamina y el fentanilo, como los aglutinantes, colorantes, solventes, catalizadores y reactivos. Los aglutinantes conectan los compuestos químicos de forma permanente o parcial; los colorantes añaden o modifican el color de los productos; los solventes disuelven o dispersan los productos químicos; los reactivos son sustancias que median las reacciones químicas, y se requieren catalizadores para acelerar la reacción. Ninguno de ellos forma parte del producto final, pero son necesarios para la síntesis de los precursores y los preprecursores.

En términos generales, vemos el proceso de obtención de productos químicos y su síntesis en drogas sintéticas ilícitas como la pirámide que se muestra en el gráfico a continuación. En la base se encuentran las sustancias químicas esenciales, que tienen una alta disponibilidad por sus fines comerciales, por lo que son las más difíciles de regular. Al ascender en la pirámide, estos productos químicos se vuelven más importantes para las organizaciones criminales, son más difíciles de conseguir, y es más importante regularlos.

Este gráfico muestra las sustancias químicas utilizadas para producir drogas sintéticas y la facilidad o dificultad para obtenerlos

Pero la pirámide también ilustra la paradoja de este comercio ilícito. Para que las organizaciones criminales mexicanas obtengan drogas sintéticas, pueden subvertir las regulaciones bajando un nivel en la pirámide, aprovechando la enorme reserva de productos químicos menos regulados. Si los gobiernos vigilan demasiado esos productos químicos, corren el riesgo de interrumpir la actividad comercial. El posible equilibrio entre estos imperativos les ha dificultado a las autoridades abordar el tema de los precursores.

Métodos para producir metanfetamina

Hay al menos cien maneras de producir metanfetamina, según autoridades mexicanas entrevistadas por InSight Crime. Los dos métodos más utilizados se derivan de la síntesis de efedrina, pseudoefedrina o fenilpropanolamina (también conocida como norefedrina), y el método derivado de 1-fenil-2-propanona (también llamado P2P). Durante años, el primer método fue el dominante entre los productores ubicados en México. Pero en 2008, México estableció controles más estrictos para la importación y el uso de efedrina, pseudoefedrina y fenilpropanolamina.

Desde entonces, los traficantes han migrado al método basado en P2P. Aunque este precursor no es fácil de manejar y requiere cierta experiencia para sintetizarlo y convertirlo en metanfetamina de alta calidad, se ha convertido en el método dominante en la producción ilegal de metanfetamina en México, según algunos funcionarios mexicanos entrevistados.

Esta foto muestra un barril de P2P en un laboratorio de metanfetamina
Un barril de P2P encontrado en un laboratorio de metanfetamina asegurado en Sinaloa, México. (Foto: InSight Crime)

Una de las rutas de síntesis más populares en la producción de metanfetamina utilizando P2P se llama aminación reductora. Esta receta requiere P2P y otro precursor conocido como metilamina. En 2019, el 99,2% de las muestras de metanfetamina analizadas por la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), pertenecientes a presuntos grupos narcotraficantes mexicanos, habían sido producidas utilizando el método de aminación reductora. Debido a que el P2P y la metilamina están estrictamente regulados, los grupos criminales han recurrido a los preprecursores para sintetizar ambas sustancias. La síntesis de P2P se puede lograr mediante diversas sustancias químicas, muchas de las cuales tienen usos legales en las industrias química, farmacéutica y agrícola, entre otras.

Este gráfico muestra la forma en que se produce metanfetamina por medio del método de animación reductora

Independientemente del método, se sabe que los traficantes mexicanos producen metanfetamina de pureza muy alta. Las muestras más recientes analizadas y publicadas por el Programa de Perfiles de Metanfetamina de la DEA arrojaron una pureza del 97,2% y una potencia del 97,5%. Algunos productores mexicanos parecen haber mejorado la calidad de la metanfetamina producida a través de P2P mediante el uso de diversos productos químicos, lo que ilustra el dinamismo y el ingenio en este sentido.

Aun así, todavía hay una gran variedad de productos en el mercado. Según dos narcotraficantes de drogas sintéticas entrevistados en el estado de Michoacán, algunos productores privilegian la cantidad sobre la calidad, y por ello les mezclan hidróxido de sodio, gasolina y otras sustancias para aumentar el volumen. Según los productores, la sustancia se le vende a una de las innumerables organizaciones criminales que operan en esa región, luego se transporta principalmente a Estados Unidos —parte de un multimillonario flujo de metanfetaminas baratas que ha ayudado a reducir el precio al por mayor en California, donde ha pasado de US$14.000 por libra en 2005 a tan solo US$1.400 en la actualidad, según dos agentes antidrogas entrevistados por InSight Crime en California—. Para los expertos entrevistados para esta investigación, la evolución de la producción de metanfetamina en México es un indicio de lo que vendrá en lo que se refiere a la producción de fentanilo en el país.

Métodos para producir fentanilo

Hay tres métodos populares para sintetizar fentanilo: el Janssen, el Siegfried y el Gupta. El método Janssen fue el primer método conocido para sintetizar fentanilo. Se derivó del trabajo de Paul Janssen, publicado en la década de 1960. Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), este método es el más complejo de todos los métodos empleados actualmente y requiere más tiempo para ejecutarse. También puede ser el más riesgoso. El 94% de las muestras de fentanilo analizadas por la DEA en 2018, y el 64% de las muestras analizadas en 2019 se sintetizaron utilizando el método Janssen. Este método requiere preprecursores como 1-bencil-4-piperidona, 1-bencil-4-feniliminopiperidina, 1-bencil-4-anilinopepiridina, así como bencilfentanilo, para la síntesis de norfentanilo, su principal precursor.  El norfentanilo, el bencilfentanilo y la bencil-4-piperidona no están en la lista, pero actualmente están regulados por el gobierno mexicano. 

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El segundo método, el método Siegfried, dominó el mercado ilícito del fentanilo durante años. En el método Siegfried se obtiene fentanilo mediante la síntesis de N-fenetil-4-piperidinona (NPP) para producir la 4-anilino-N-fenetilpiperidina (ANPP), uno de los principales precursores del fentanilo. La receta se publicó en la década de 1990 en Internet y, alrededor de 2010, se convirtió en el método principal para la producción de fentanilo de manera ilegal. Según la receta, con este método se puede producir fentanilo con 99,5% de pureza. En 2017, la ONU incluyó en la lista al NPP y la ANPP, lo que parece haber llevado a los grupos criminales a buscar otros métodos. Sin embargo, las autoridades mexicanas han hecho incautaciones de NPP en los últimos años, lo que indica que este método se continúa utilizando.

Este gráfico muestra las formas de producción de fentanilo bajo los métodos Janssen, Siegfried y Gupta.

El tercer método, el Gupta, se considera actualmente el más utilizado para producir fentanilo ilícito, según muestras analizadas por el Programa de Perfiles de Fentanilo, de la DEA. Este método fue patentado en 2009 por Pradeep Kumar Gupta, Laxmi Manral, Kumaran Ganesan, Ramesh Chandra Malhotra y Krishna Murthy Sekhar, miembros de la Organización de Investigación y Desarrollo de Defensa del Ministerio de Defensa de India.

El método Gupta requiere 4-anilinopiperidina (4AP), con el cual se produce ANPP. Además, a diferencia del método Siegfried, que requiere tres pasos previos para producir ANPP, con el Gupta se obtiene ANPP en dos pasos y en un solo recipiente, de donde proviene su apodo, el “método de la olla”. La reducción de pasos, y su pegajoso apodo comercial, quizá fueron los factores que hicieron que el método se convirtiera en el más atractivo para la producción ilegal. Además, mediante el método Gupta, los productores ilícitos pueden producir más de 650.000 análogos de fentanilo.

El método Gupta es particularmente importante en México, donde los químicos rudimentarios, que se suelen conocer como “cocineros”, parecen estar haciendo ANPP a partir de preprecursores como el 4AP, para luego usarlos para producir fentanilo; o simplemente están tomando ANPP para convertirlo en fentanilo.

Por supuesto que existen más métodos, y los grupos ilegales buscan otros a medida que cambian las leyes y la disponibilidad. El método Valdez, Leif y Mayer (2014), por ejemplo, combina pasos intermedios de los diferentes métodos para producir NPP y ANPP. Por lo general, los productores de fentanilo ilegal se mueven entre diferentes métodos y pasos intermedios para producir fentanilo. Esto les permite evitar ciertos precursores o preprecursores químicos de difícil acceso debido a las regulaciones u optimizar los procesos para obtener más droga. Incluso, el método que los cocineros de México están utilizando para elaborar fentanilo puede ser una burda imitación del método Gupta o cierta variación del mismo.

* Nota: InSight Crime no aprueba ni promueve el desarrollo de estas drogas y no publica fórmulas específicas, sino los principales productos químicos necesarios para la síntesis, como una manera de ilustrar la complejidad de controlar el comercio de estos productos químicos. Gran parte de esta información también está disponible en la red abierta y en instituciones internacionales de control de drogas, como el informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de 2022.