Mato Grosso do Sul se encuentra entre los estados más estratégicos de Brasil para el crimen transnacional. En las seis ciudades del estado diseminadas a lo largo de la extensa frontera con Paraguay existe todo tipo de tráfico.

Mato Grosso do Sul es el principal punto de entrada de la marihuana que ingresa a Brasil y uno de los puertos de salida más importantes de la cocaína y el contrabando. Estas dinámicas se extienden hasta la frontera del estado con Bolivia.

El estado es territorio clave para el Primer Comando de la Capital (Primeiro Comando da Capital, PCC) y, en menor medida, para el Comando Rojo (Comando Vermelho, CV) —dos grandes organizaciones criminales que controlan las rutas de drogas que conectan la zona limítrofe con importantes centros de consumo y puertos internacionales en las ciudades costeras de Brasil.

Actores criminales

Primer Comando de la Capital (Primeiro Comando da Capital, PCC): después de São Paulo, Mato Grosso do Sul es el estado más importante para las actividades criminales del PCC, y allí la pandilla intenta conquistar la hegemonía. El PCC tiene el control del tráfico de armas y narcóticos desde Paraguay. También hay indicios de que el grupo quiere expandirse al contrabando de cigarrillos. Con más de seis mil miembros, la presencia del PCC se concentra en Coronel Sapucaia y Ponta Porã —su bastión más fuerte—. El grupo también tiene fuerte presencia en Corumbá, al norte del estado, donde aterrizan aviones cargados de cocaína procedentes de Paraguay y con dirección a Brasil. El grupo tiene además fuerte influencia en las prisiones de la frontera Brasil-Paraguay. En enero de 2020, 76 presos se evadieron de una prisión en Pedro Juan Caballero, la ciudad paraguaya frente a Ponta Porã, al parecer ayudados por guardias corruptos.  

Comando Rojo (Comando Vermelho, CV): el Comando Rojo tiene presencia permanente en Mato Grosso do Sul. Junto con el PCC, el CV es una de las organizaciones criminales más poderosas del estado, especialmente en la región fronteriza. Sin embargo, la presencia del grupo en Pedro Juan Caballero y sus alrededores se ha debilitado al parecer por la presencia del PCC. Sin embargo, el arresto de Levi Adriani Felicio, presunto proveedor de drogas para ambas organizaciones, indica que el CV sigue teniendo influencia criminal en Mato Grosso do Sul. Se dice que los dos grupos se dividen el territorio, donde el CV opera en Coronel Sapucaia y más al sur. El grupo se dedica principalmente al tráfico de marihuana. En Paranhos hay un conflicto en desarrollo entre los dos grupos.

Clan Pavão: la presencia de esta familia brasileño-paraguaya se limita básicamente a la región limítrofe con las ciudades gemelas de Pedro Juan Caballero y Ponta Porã. El grupo tiene una relación intermitente con el PCC, pues ambos compiten por este lucrativo corredor de narcotráfico.

Economías criminales

Tráfico de armas: hay siete puntos de entrada identificados para el tráfico de armas de fuego a Mato Grosso do Sul desde Paraguay: Corumbá, Ponta Porã, Paranhos, Coronel Sapucaia, Bela Vista, Sete Quedas y Mondo Novo. El estado es esencialmente un punto de tránsito y distribución de armas ilícitas con destino a otros lugares de Brasil, donde pueden venderse las armas a mejores precios. Estos incluyen São Paulo, Rio de Janeiro, Bahia y Rio Grande do Norte. Sin embargo, la economía del tráfico de armas podría alcanzar un valor de decenas de millones de dólares anuales, dado el flujo constante de armamento.

Cocaína: Mato Grosso do Sul es un centro de tráfico de cocaína, gracias a sus fronteras con Paraguay y Bolivia, así como a una red de distribución consolidada en el estado. Es también un punto de tránsito de la cocaína que se dirige a São Paulo, Rio de Janeiro y Bahia. Esta economía ilegal es posiblemente la mayor del estado, pues alcanza los cientos de millones de dólares anuales en ganancias de transportadores y expendedores locales que venden la cocaína en polvo y en forma de crack.

Cannabis: por su frontera con Paraguay, Mato Grosso do Sul se sitúa en el centro de una ruta regional de tráfico de marihuana. Las organizaciones criminales traen marihuana a bajo precio de Paraguay y la venden a mayores precios en Brasil. Aunque esta economía criminal es menor que el mercado de cocaína, puede alcanzar un valor de cientos de millones de dólares anuales entre el transporte y el narcomenudeo.

Delitos ambientales: de las selvas de Mato Grosso do Sul se extraen especies amenazadas, especialmente de la región de Pantanal, las cuales son vendidas como mascotas. Los animales traficados más comúnmente son aves, en particular loros y guacamayas. Según los datos de decomisos, esta economía criminal puede alcanzar un valor superior al millón de dólares anuales.

Trata de personas: Mato Grosso do Sul es un conocido punto de reclutamiento y tránsito de víctimas de la trata de personas, que son enviadas a otros lugares de Brasil. Las víctimas suelen proceder de Bolivia y Paraguay. En ciudades fronterizas, los grupos criminales manejan redes de tráfico sexual y se dice que muchos menores de edad trabajan en condiciones de explotación laboral. Las autoridades no parecen tener interés en el problema y no cuentan con datos útiles sobre esta economía criminal.

Contrabando: como una práctica generalizada y tolerada en Mato Grosso do Sul, el contrabando recibe sentencias muy inferiores a las aplicadas a otras economías criminales, lo que lo convierte en una actividad ilícita más segura y atractiva. Los cigarrillos son los productos que más se trafican en el estado fronterizo.

Fuentes: Este perfil se elaboró con base en una investigación de campo en Campo Grande, Dorados y Ponta Porã, en Mato Grosso do Sul, y dos visitas a São Paulo, donde InSight Crime entrevistó a delegados de la Fiscalía General, una unidad investigativa de la policía nacional, una división nacional contra el crimen organizado, la policía especial brasileña, una unidad de seguridad fronteriza, la policía federal, el Foro de Seguridad Pública de Brasil y periodistas locales, la mayoría de los cuales solicitaron que se mantuviera su anonimato. InSight Crime también utilizó información suministrada por el Foro de Seguridad Pública de Brasil, Globo y la prensa local.