En un operativo a cargo de las Fuerzas Militares se logró neutralizar a alias Rodrigo Cadete, convirtiéndose así en la baja más sensible que han sufrido las disidencias de las FARC al mando de Gentil Duarte.

El presidente Iván Duque Márquez anunció, el 2 de febrero, que Edgar Mesías Salgado Aragón, alias “Rodrigo Cadete”, había fallecido después de un bombardeo orquestado por las fuerzas de seguridad en zona rural del municipio de San Vicente del Caguán, específicamente en un territorio ubicado entre los ríos Camuya y Yarí, en el departamento de Caquetá al sur del país.

De acuerdo a declaraciones del Ministro de Defensa, Guillermo Botero: “Cadete estaba reagrupando a antiguos militantes de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) para montar un nuevo movimiento y fue ahí donde logramos neutralizarlos. Hace 510 días, Cadete se había declarado como disidente de las FARC.”

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Antes de desertar del proceso de paz en el 2017, alias Rodrigo Cadete estuvo concentrado en la vereda La Fila, en el municipio de Icononzo, departamento del Tolima junto con 170 de sus hombres. Su salida, se dio en medio de un desplazamiento entre El Paujil y Cartagena del Chairá, departamento del Caquetá, en donde emprendió la huida junto con otros hombres armados y tomó la decisión de alinearse con las disidencias que estaba conformando Gentil Duarte en ese entonces.

Con esta importante baja por parte de la Fuerza Pública, el gobierno colombiano logra asestar su segundo golpe importante a las disidencias en corto tiempo, después de que en diciembre del año pasado lograran neutralizar a Walter Arizala, alias “Guacho”, quien lideraba el Frente Oliver Sinisterra en el departamento de Nariño.

Análisis de InSight Crime

La caída de Rodrigo Cadete se convierte en el golpe más fuerte que las fuerzas militares han propinado a la poderosa red de disidencias de la antigua guerrilla de las FARC, lideradas por Gentil Duarte.

La importancia de la baja de Cadete radica en el impacto directo que tiene sobre el proyecto de articulación que presuntamente tiene Duarte con varias estructuras disidentes de la guerrilla en el territorio nacional. Este plan tendría el propósito de restablecer la histórica presencia que tuvo la guerrilla de las FARC en varios departamentos del país. Bajo la responsabilidad de Cadete estaba la misión de consolidar y unificar las disidencias en los departamentos sureños de Caquetá y Putumayo.

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Para lograr consolidar este ideal de unificación de las disidencias a lo largo y ancho del país, Duarte designó a mandos altos y experimentados en dicha labor. Dentro de los más destacados está la designación de “Jhon 40” al mando del Frente 33 en el Catatumbo, ubicado en la región fronteriza con Venezuela al noreste del país.

Rodrigo Cadete contaba con 39 años de trayectoria guerrillera en donde se destaca su comandancia en el Frente 27 Isaías Pardo Leal, perteneciente al temido Bloque Oriental. Después que abandonara el proceso de paz en el 2017, una fuente de la Defensoría del Pueblo consultada por Insight Crime, comentó que la llegada de Cadete a Caquetá no solamente estuvo acompañada por el fortalecimiento de la disidencia en la zona, sino que también fue elemental en la pelea para asegurar los ríos Caquetá y Caguán, esenciales en el tráfico de armas y drogas con Brasil.

Por el lado del departamento del Putumayo, se sabe que Cadete fue enviando como emisario de Gentil Duarte con la finalidad de buscar una alianza con alias “Sinaloa”, quien está al mando del Frente 48. Según El Tiempo, esta asociación no logró concretarse debido al rechazo de Sinaloa, lo que generó una fractura evidente en los planes de asentamiento de la disidencia en el sur del país.

Su potencial valor para las disidencias también se medía por su conocimiento del negocio del narcotráfico que adquirió en la antigua guerrilla, cuando Victor Julio Suárez Rojas, alias “Mono Jojoy”, el entonces máximo comandante militar de las FARC lo designara como el enlace con los narcos brasileños y el encargado de la cadena del narcotráfico entre Vichada y Guaviare, después de la muerte del Tomás Medina Caracas, alias “Negro Acacio”, el exjefe del Frente 16, en 2007.

Con la caída de Cadete, la red de Gentil Duarte pierde una pieza clave en su proyecto de articular las disidencias en una fuerte red criminal nacional y hasta internacional, y también un posible punto de contacto con narcotraficantes regionales. Reemplazar a Cadete no es una tarea fácil, ya que los excomandantes disidentes de alto rango, experimentados en lo militar y criminal, se hacen cada vez más escasos.

Las informaciones sobre su reemplazo apuntan a alias “Cachorro”, segundo al mando de Cadete. Cachorro se había reportado inicialmente como muerto en el mismo ataque del 2 de febrero, pero fuentes de inteligencia militar han confirmado que sigue vivo, según informó BluRadio.

*Este artículo fue escrito con la ayuda del Observatorio Colombiano del Crimen Organizado, de InSight Crime.