Una encuesta a víctimas de delitos en México muestra que las percepciones de inseguridad y el número de víctimas se han mantenido relativamente estables pese a que el país va hacia uno de los años más violentos que se hayan registrado.

En 2016, hubo un estimado de 24,2 millones de víctimas mayores de 18 años, y 74,3 por ciento de esa población se sentía insegura. Esa cifra estuvo levemente por encima del estimado de 23,3 millones de víctimas de delitos, y del 72,4 por ciento de personas que se sentían inseguras en 2015.

La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública (ENVIPE) 2017, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) hizo el sondeo en más de 100.000 hogares entre marzo y abril de 2017 para calcular las percepciones de seguridad.

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Aunque las percepciones de inseguridad presentaron un leve incremento, los ciudadanos siguen sin denunciar delitos a las autoridades.

En 2016, el 93,6 por ciento de los delitos no fue denunciado ante las autoridades, casi una cifra idéntica de los delitos no denunciados en 2015. Al preguntárseles porqué no denunciaban, el 33,1 por ciento afirmó que denunciar un crimen era una “pérdida de tiempo” y el 16,5 por ciento no confiaba en las autoridades. 

La extorsión fue de nuevo el segundo crimen registrado con mayor frecuencia en 2016, y fue el más común en 21 de los 31 estados de México y en Ciudad de México. Los estados con los índices de extorsión más altos, algunos de los cuales son también centros del crimen organizado, fueron Guerrero, Jalisco, Estado de México, Baja California, Morelos y Chihuahua.

Crímenes más comunes en México 2016

(Gráfico, cortesía de INEGI)

La encuesta halló que el costo de la inseguridad y el crimen en México se redujo ligeramente en 2016; pasó de costarle al país 236.800 millones de pesos mexicanos (unos US$12.500 millones) en 2015 a 229.100 millones de pesos mexicanos (alrededor de US$12.000 millones) en 2016, lo que representa el 1,1 por ciento del producto interno bruto (PIB) de México.

Análisis de InSight Crime

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México se ha hecho una reputación como uno de los organismos más confiables del país en la medición del crimen y la victimización. Sin embargo, hay discrepancias entre las percepciones de seguridad y la realidad sobre el terreno.

Los homicidios exhiben un alza sostenida desde 2014 y, según se dice, este año será el más violento en la historia reciente de México. En 2016, el país experimentó uno de sus peores años en términos de seguridad y homicidios. El número de investigaciones y víctimas de homicidios aumentaron en 20,78 por ciento y 21,55 por ciento, respectivamente, entre 2015 y 2016, según un informe del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC).

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Sin embargo, pese a las muestras de deterioro de la situación de seguridad en Veracruz, la encuesta no mostró ningún gran incremento en la victimización. La tasa de victimización por 100.000 habitantes se redujo realmente de 18.422 en 2015 a 16.918 en 2016, según la encuesta.

Veracruz ha sido históricamente uno de los estados más violentos del país. Más recientemente, las guerras violentas por territorio han hecho erupción con la adaptación de los grupos criminales a un nuevo entorno político tras la partida y captura del exgobernador Javier Duarte, quien enfrenta docenas de acusaciones relacionadas con corrupción y crimen organizado. Un informe incluso catalogó a Veracruz como “estado del terror” por su larga historia de violencia y corrupción.

La encuesta del INEGI identificó un repunte en la tasa de victimización por 100.000 habitantes en Baja California, que se incrementó de 30.786 en 2015 a 39.886 en 2016. Como lo señaló InSight Crime, esto se debe en gran parte a una disputa territorial entre los carteles rivales en Tijuana, por largo tiempo un caldo de cultivo para el crimen organizado a lo largo de la frontera que tiene el estado entre México y Estados Unidos.