Las autoridades antinarcóticos de República Dominicana anunciaron el desmantelamiento de una red de narcotráfico acusada de utilizar aviones para contrabandear cocaína desde Venezuela hacia el Caribe, sacando a la luz una oscura alianza entre el narcotráfico, los militares, y negocios comerciales.
La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) anunció el arresto de 15 personas, incluyendo a Rafael Rosado Fermín, el propietario de la aerolínea nacional Caribair. Entre los detenidos, se encuentran tres miembros de las fuerzas armadas, incluyendo un teniente de la fuerza aérea, un coronel del ejército, y un sargento mayor. Un ex policía también fue detenido.
Los otros detenidos son varios extranjeros de Estados Unidos, Puerto Rico y Venezuela, según el diario Hoy.
El jefe de la DNCD dijo que la red de tráfico estaba localizada en las afueras de un aeropuerto local, en el municipio de Constanza, a unos 150 kilómetros de la capital Santo Domingo. Los traficantes enviaban aviones al estado de Apure, en Venezuela, para recoger cargamentos de cocaína.
Seis aviones también fueron incautados como parte de la operación.
Según la AP, la DNCD dijo que la investigación sobre la red de narcotráfico empezó en 2011, con la ayuda de la DEA (Drug Enforcement Administration). Pero, los arrestos se hicieron después de que las autoridades comenzaron a investigar un accidente aéreo cerca de Constanza el 27 de septiembre, en el cual murieron el piloto y el pasajero a bordo, un agente encubierto que investigaba la banda.
Análisis de InSight Crime
República Dominicana es un importante punto de tránsito para la cocaína que se trafica por el Caribe, a pesar de que, según el Departamento de Estado de Estados Unidos, las rutas más utilizadas son las marítimas. República Dominicana reportó sólo un presunto vuelo de droga desde Suramérica en 2011, en comparación con 11 vuelos sospechosos en 2010. El reciente desmantelamiento de esta red de tráfico es un indicio de que las rutas aéreas hacia Venezuela siguen siendo utilizadas por los narcotraficantes.
República Dominicana ha adoptado medidas para tratar de disuadir los vuelos de droga, pasando una ley el año pasado, en la cual los pequeños aviones debían comprar su combustible a la DNCD. La isla también ha acreditado el uso de la modernizada flota de la fuerza aérea, incluyendo ocho aviones de guerra Super Tucano, con la conducción de los vuelos de droga fuera de la isla caribeña, hasta el punto que la fuerza aérea declaró, en una ocasión, que el número de vuelos de droga entrando al país se redujo a cero. Pero, como estos recientes arrestos muestran, los narcotraficantes pueden estar utilizando todavía el espacio aéreo, con la complicidad de empresarios y oficiales de seguridad.
La disminución del uso del espacio aéreo de República Dominicana, ha llevado a los traficantes a depender más de las rutas marítimas. El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos ha dicho que tiene la intención de comenzar vuelos con aviones no tripulados en el tramo de mar de 1.000 millas entre República Dominicana y Puerto Rico, destinado principalmente a monitorear lanchas rápidas y otras embarcaciones.
La ruta desde el estado de Apure en Venezuela, puede ser una de las pocas rutas de tráfico aéreo que permanecen en República Dominicana. Como informó el New York Times a principios de este año, vuelos de droga que vuelan a baja altura y pistas de aterrizaje, son comúnmente vistos en Apure, mientras que las autoridades venezolanas con frecuencia reportan grandes incautaciones de cocaína allí. Grupos rebeldes colombianos, como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), tienen fuerte presencia en Apure y están involucrados en el tráfico de cocaína, vendiendo cargamentos a traficantes colombianos o a facciones corruptas de las fuerzas de seguridad venezolanas.
El hecho de que el propietario de una aerolínea comercial, y varios miembros de los mandos medios de las fuerzas de seguridad fueran presuntamente colaboradores de la red de narcotráfico, demuestra el poder de corrupción del narcotráfico en República Dominicana. El año pasado, la policía despidió a 360 oficiales por corrupción, mientras la DNCD despidió a 84 empleados, según el Departamento de Estado de Estados Unidos.