En Chile, las autoridades han reportado una cadena de grandes decomisos de marihuana “creepy”, pues los traficantes están trasegando la codiciada droga por tierra y por mar, desde diversas procedencias.
Aunque a lo largo del último año se realizaron numerosos decomisos en tierra y en el mar, el mayor alijo se encontró en noviembre, cuando se incautaron 3,5 toneladas de creepy en la región central de Chacullata en una embarcación proveniente de Colombia, según informó un comunicado del gobierno.
Según el diario La Tercera, las autoridades rastrearon el barco en la costa Pacífica hasta que descargó su mercancía en la región de Chacullata, en la frontera de Chile con Perú. Posteriormente, el 26 de noviembre, las autoridades desmantelaron la red colombiana de tráfico detrás del envío, cuando hacían otra entrega de 900 kilos de cannabis a dos bandas criminales chilenas.
La marihuana creepy ha cobrado importancia en toda Latinoamérica. Cultivada mayormente en Colombia, esta variedad contiene mayores niveles del componente sicoactivo THC que la marihuana común.
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Según un comunicado de prensa de la policía, el último decomiso de marihuana creepy se hizo a finales de diciembre, cuando personal de la Marina interceptó un barco de bandera peruana cerca del puerto de Arica, al norte del país. A bordo, las autoridades encontraron casi 1,4 toneladas de cannabis. Y en agosto, se descubrió más de una tonelada de marihuana creepy en un contenedor en el puerto chileno de San Antonio.
Las incautaciones por tierra también son constantes. En noviembre, cerca de 200 kilogramos de este tipo de marihuana fueron incautados en al norte del país en la provincia chilena de El Loa, que limita con Bolivia. Y en junio, se incautó en Antofagasta marihuana creepy y cocaína por un valor de 1,5 millones de dólares, que había sido rastreada desde Bolivia, aunque originalmente salió desde Colombia.
La marihuana creepy se cultiva en grandes cantidades en las laderas de las montañas de la región de Cauca en Colombia. En ese departamento, se ofrece esta marihuana por valores entre 30.000 y 120.000 pesos colombianos (US$9 a US$45) el kilo, pero estos precios son mucho mayores en Chile.
Análisis de InSight Crime
La creepy colombiana ha llegado a los países del Cono Sur en años recientes, pero las autoridades han notado un aumento en la marihuana que ingresa a Chile después de pasar primero por Ecuador y Perú, como señala el Informe sobre Estrategia Internacional de Control de Estupefacientes (INCSR) 2021, del Departamento de Estado estadounidense.
Durante la pandemia por COVID-19 los traficantes comenzaron a usar rutas marítimas, posiblemente para eludir los estrictos cierres de frontera aplicados por Chile.
El país solo reabrió completamente sus fronteras en octubre de 2021.
Chile enfrenta una guerra en dos frentes, pues los traficantes usan rutas marítimas de apertura reciente en el Pacífico y están regresando a las rutas terrestres.
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En el mar, la técnica más común son los contenedores de carga. En noviembre de 2021, se hallaron más de 160 kilos de creepy en contenedores con declaraciones de exportaciones de bananos procedentes de Ecuador. Pero también es común la introducción de drogas en barcos que hacen escala en puertos intermedios, especialmente en Centroamérica. Para evadir a las autoridades, los traficantes usan barcos pesqueros que salen de Colombia o de Perú en dirección a puertos en el norte de Chile y yates «de lujo», que gozan de mayor libertad de movimiento y menores regulaciones que los barcos pesqueros o de carga.
Las fronteras terrestres también se han convertido en causa de preocupación creciente para las autoridades chilenas, en especial la frontera con Bolivia, debido al narcotráfico, el tráfico de personas y el contrabando. Ese problema se ha convertido en una manzana de la discordia constante entre ambos países. Chile ha tenido más éxito con la colaboración con Perú y Ecuador para emprender medidas drásticas contra las redes transnacionales de tráfico de narcóticos.