El desplome de los precios de la coca en algunos de los focos cocaleros en Colombia no llegará a afectar las grandes operaciones de narcotráfico aunque obligue a los cultivadores a salir de la actividad.

Los precios de la coca, planta base para la cocaína, han exhibido una caída contundente en los últimos siete meses. Los más afectados han sido los principales departamentos cocaleros de Colombia, incluidos Nariño, Putumayo, Norte de Santander y Cauca.

Para los cultivadores, el precio en el punto de ventas ha caído casi un 60%, de US$1,37 por kilo de coca a US$0,52, según El Tiempo.

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Los residentes del departamento del Meta se han acostumbrado a usar como moneda de cabio la pasta de coca que producen a partir de la coca, y confiaban en que mantuviera su valor, pero ahora se ven frente a la imposibilidad de intercambiar sus productos por bienes de primera necesidad, según El Cuarto Mosquetero.

Incapaces de ganar su subsistencia, cultivadores y comunidades cocaleras se ven abocados a la escasez de alimentos. El presidente Gustavo Petro comentó en Twitter que “la ausencia de compradores de pasta de coca ahora arroja hambre en los territorios cocaleros”. Los agricultores están ensayando con cultivos alternativos o desplazándose para reasentarse en otros lugares.

El desplome de los precios se ha producido tras los niveles récord de cultivo de los últimos años, que se dieron a pesar de las amplias campañas de erradicación.

El gobierno del presidente Gustavo Petro, que inició el año pasado, ha criticado los anteriores esfuerzos de erradicación por centrarse en el escalón más bajo de la cadena alimentaria criminal. La administración ha interrumpido casi por completo los esfuerzos de erradicación de coca, enfocándose en cambio en la incautación de cocaína procesada a las principales organizaciones de traficantes.

Análisis de InSight Crime

Las razones del desplome de los precios son inciertas, pero los expertos predicen que la continua demanda de cocaína hace improbable que la crisis de la coca afecte seriamente al narcotráfico.

Con el alza sostenida en la demanda de cocaína en los mercados internacionales los traficantes están en capacidad de pagar más que los bajísimos precios que actualmente obligan a los cultivadores de coca a buscar alternativas.

En focos cocaleros tradicionales, como Tumaco, en el departamento de Nariño, el volumen de coca traficada está volviendo a la normalidad, lo que indica que el mercado muestra signos de recuperación, según explicó Diego García Devis, director del equipo que analiza la política de drogas en Open Society Foundations.

“Esto no será permanente”, le dijo García Devis a InSight Crime.

Aunque algunos cultivadores cambien de cultivos, seguirá habiendo bastante coca para satisfacer la demanda global, añadió el analista.

“Siempre hay una sobreproducción de hoja de coca en el proceso de producción de cocaína, contando con los resultados de interdicción o erradicación”, señaló.

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Las cifras de cultivo de coca para este año podrían llegar a un nuevo récord de 300.000 hectáreas, explicó García Devis.

Entre las posibles causas de la caída de los precios están la ausencia de compradores y el montaje de operaciones de siembra propias por parte de las organizaciones criminales, aunque las causas varían por subregiones, como le explicó el analista de Open Society Foundations a InSight Crime.

“No hay una sola explicación a este fenómeno”, y agregó que no cree que la sobreproducción de coca resultante del récord de cultivos tenga que ver con la caída de los precios.

Cristian José Arias Barrera, investigador de los nexos entre la coca y la violencia en el país, también descartó la idea de que la saturación de hoja de coca haya deprimido el mercado. Las campañas de erradicación anteriores tuvieron poco efecto en la cantidad de coca cultivada, señaló.

Los cocaleros plantean que la falta de compradores es la responsable del colapso de los precios. La captura, en octubre de 2021, del líder de los Gaitanistas y en ese momento el narco más buscado del país, Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, dejó a los cultivadores del Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander, sin un comprador confiable, reportó La Silla Vacía.

Los narcos que trabajaban con Otoniel pueden sentir temor de que este hubiera dado información comprometedora a las autoridades, aducen expertos citados por el portal de análisis del conflicto Verdad Abierta.

El alza en los precios del oro está atrayendo a algunas organizaciones narcotraficantes a la minería ilegal, observó el portal periodístico Cambio. Las organizaciones criminales de varias zonas del sur de Bolívar y Córdoba, noroeste del país, están instruyendo a los campesinos para que no siembren coca, según declaró a ese medio el director de sustitución de cultivos.

Se dice que algunos traficantes que antes solo compraban coca ahora están tomando el proceso de producción de principio a fin, lo que incluye la siembra, para mejorar la calidad, y de paso han dejado por fuera a los cultivadores tradicionales.

Por otro lado, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) parece haber dejado de participar en narcotráfico en el departamento del Cauca, suroeste del país, anticipando las negociaciones de paz con el gobierno, lo que deja a los cultivadores sin comprador, comentó García Devis.

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