El nombre del empresario hondureño Wilkin Montalván se dio a conocer en noviembre de 2018, cuando Tony Hernández, hermano del presidente, fue interrogado por agentes estadounidenses en torno a varios narcotraficantes. Tres años después, es claro que alguien quería la muerte de Montalván.

El 2 de septiembre, a eso de las 5 de la mañana, un hombre armado le propinó dos disparos en la cabeza a Montalván, quien se encontraba sedado e intubado debido a complicaciones por COVID-19. El sicario y cuatro cómplices, todos vestidos de médicos, habían ingresado al hospital privado donde el empresario se encontraba interno en Tegucigalpa, y fueron directamente a la Unidad de Cuidados Intensivos. Como informó La Tribuna, cuando el personal del hospital descubrió que Montalván había sido asesinado, ya los falsos médicos habían escapado.

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Montalván había estado hospitalizado durante 16 días, e iba a ser trasladado a México para recibir atención más especializada, según contó su hermano, Milton Mateo Montalván, quien conversó con la prensa afuera de la morgue.

Ni la policía ni el hermano de Montalván mencionaron motivos para el asesinato ni señalaron ningún posible sospechoso.

Milton Mateo Montalván, suplente del congresista Carlos Zelaya por el partido Libertad y Refundación (Libre) en Olancho, dijo que estaba desconcertado por el asesinato de su hermano. 

“Nosotros no teníamos problemas con nadie”, afirmó. “Si hubiese estado amenazado, le hubiésemos puesto seguridad”.

Análisis de InSight Crime

Aunque nunca fue acusado de ningún delito, el empresario hondureño fue señalado tangencialmente por una persona: el convicto narcotraficante Tony Hernández, hermano del actual presidente de Honduras.

El nombre de Wilkin Montalván salió a la luz cuando Hernández fue interrogado por agentes de la Administración para el Control de Drogas (Drug Enforcement Administration, DEA), tras ser arrestado en un aeropuerto de Miami en noviembre de 2018. Según una transcripción de la entrevista, Hernández dijo que Fredy Nájera, un excongresista que en 2018 se declaró culpable de narcotráfico en Estados Unidos, le dijo que evitara a Montalván porque “es cercano” a “Moncho Matas”.

El apodo de “Moncho Matas” quizá se refiere a Juan Ramón Matta Ballesteros, un conocido narcotraficante hondureño que comerció cocaína del Cartel de Medellín y cumple cadena perpetua en Estados Unidos por tráfico de drogas.

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Hernández dijo que Nájera le advirtió que le estaban “tendiendo una trampa”.  Pero aclaró que su único negocio con Montalván era un “proyecto de carreteras”.

“Me han dicho muchas cosas de Wilken [sic]”, dijo a los agentes, y agregó que no estaba interesado en los “negocios secundarios” de Montalván.

Aunque aparentemente nunca ha sido acusado de ningún delito, Montalván estuvo vinculado al hijo de Matta Ballesteros, Juan Ramón Matta Waldurraga, quien cumplió dos años de prisión después de negociar con los fiscales estadounidenses para declararse culpable de un cargo de tráfico en 2017.

En julio de 2003, una narconave se estrelló en las afueras de una propiedad de Matta Waldurraga en Olancho. La policía interceptó la avioneta después de que chocara con un vehículo que presuntamente pertenecía a Montalván.

Milton Mateo Montalván, suplente del representante Carlos Zelaya, hermano del expresidente Manuel Zelaya (2006-2009), dijo que Wilkin evitaba la política, y que dedicaba su tiempo a sus negocios de gasolina y construcción. Sin embargo, permaneció en el círculo cercano de las élites políticas de Honduras.

Según informes de prensa, Montalván llevó a la famosa banda musical mexicana Los Tigres del Norte para que le cantaran narcocorridos al entonces presidente Zelaya en el palacio presidencial. También habría sido investigado por supuestamente formar parte de una red de corrupción relacionada con Rosa Elena Bonilla, esposa del expresidente Porfirio Lobo Sosa (2010-2014). En 2019, Bonilla fue declarada culpable de malversación de fondos y fraude, pero el veredicto fue anulado más tarde.

El asesinato de Montalván fue una acción premeditada, que encaja con un patrón de homicidios que se han presentado en Honduras a raíz de la condena de Tony Hernández en 2019. Varias personas relacionadas con el caso han sido asesinadas, incluido un convicto narcotraficante cuyos libros de contabilidad fueron utilizados en el juicio.

El analista de seguridad Leonardo Pineda dijo a Radio América Honduras que el asesinato de Montalván podría ser parte de una “reconfiguración” de las redes de narcotráfico de Honduras en el periodo previo a las elecciones presidenciales de noviembre.

“Se avecina un cambio de gobierno”, señaló, “y se están atando cabos sueltos”.

Aunque el móvil del homicidio sigue siendo un misterio, quienquiera que deseaba la muerte de Montalván no quería esperar. Milton Mateo Montalván dijo a la prensa que, cuando su hermano fue asesinado, ya llevaba mucho tiempo luchando por su vida.