Un aumento radical en la erradicación de coca en Guatemala ha generado preguntas acerca del potencial rol del país como productor de cocaína, aunque los grupos criminales parecen estar estancados en simples experimentos.

Las autoridades de Guatemala destruyeron un total récord de más de 4 millones de plantas de coca en 2022, más del doble de los 1,7 millones de cultivos erradicados el año anterior, según estadísticas proporcionadas por la Subdirección General de Análisis de Información Antinarcótica (SGAIA) de la Policía Nacional.

Esta tendencia ha continuado en 2023, pues las autoridades han eliminado más de 1,2 millones de cultivos de coca desde el comienzo del año, más de una cuarta parte de lo erradicado en 2022, según datos de la SGAIA.

“Podemos decir que hay una tendencia al crecimiento [de los cultivos]”, afirma Helver Beltetón, jefe de la SGAIA. “Eso nos tiene algo preocupados”.

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En 2022, las autoridades guatemaltecas también desmantelaron cinco laboratorios utilizados para producir base de coca, según Alan Ajiatas, subdirector de la Fiscalía de Delitos de Narcoactividad del Ministerio Público. La base de coca es una pasta que se elabora durante la primera etapa de la producción de cocaína. 

Pero las autoridades aún no han encontrado ningún laboratorio en el que se pueda producir clorhidrato de cocaína o cocaína en polvo, dijo Ajiatas a InSight Crime.

Las agencias antinarcóticos del país ya están acostumbradas a descubrir plantaciones de coca y laboratorios clandestinos en suelo guatemalteco. La primera vez que la policía descubrió plantas de coca en Guatemala fue durante una redada en 2018, en una finca en la provincia norteña de Cobán. Después de eso, los cultivos se han extendido rápidamente, y la mayor parte de los cultivos y los trabajos de producción se concentran en las provincias norteñas de Izabal, Alta Verapaz y Petén.

Análisis de InSight Crime

A pesar de que hay algunas especulaciones acerca de si Guatemala es ya un país productor de cocaína, todavía no hay señales de que la producción haya superado los primeros ensayos.

El cultivo de coca en Guatemala apenas se compara con el de los principales productores de cocaína de Suramérica. Las plantaciones de coca erradicadas por las autoridades guatemaltecas en 2022 equivalían a solo 27 hectáreas, solo una porción de las 69.000 hectáreas presuntamente destruidas en Colombia, el mayor productor de cocaína del mundo.

“Por las cantidades que se han localizado, consideramos que [los grupos criminales] están en una fase de ensayo”, asegura Beltetón. “No nos consideramos un país productor de pasta de coca”.

Agrega que en los laboratorios clandestinos descubiertos por las autoridades había solo equipos básicos con capacidad para producir “cantidades mínimas” de base de coca.

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En solo una ocasión las autoridades hallaron equipos que podrían producir clorhidrato de cocaína, en un laboratorio en la provincia de Izabal, en 2019. Pero el complejo fue interceptado antes de que entrara en funcionamiento, según Ajiatas.

Tanto Ajiatas como Beltetón sospechan que las redes mexicanas de narcotraficantes están detrás de dichos ensayos. Para estos grupos, establecer una fuente de pasta de coca en la vecina Guatemala podría agilizar la producción, al eliminar la necesidad de buscar socios en Suramérica.

“Cuanto más cerca estén las fases de producción […] será más eficiente en términos de logística y costos”, afirma Ajiatas.

Pero esto sigue siendo una suposición, ya que las investigaciones antinarcóticos aún no han descubierto evidencias concretas de la participación de ningún grupo mexicano en los presuntos ensayos de producción de cocaína, dijo Ajiatas en comunicación con InSight Crime.

Agrega que la ausencia de laboratorios de clorhidrato de cocaína en Guatemala ha llevado a los investigadores antinarcóticos a creer que la pasta de coca está siendo llevada a México para su procesamiento, pero esto sigue sin confirmarse.

Además de investigar a los culpables, las autoridades guatemaltecas están aumentando los patrullajes terrestres y aéreos, con el fin de detener la expansión de las plantaciones de coca en el país. Pero el precedente regional indica que el país enfrenta una ardua tarea.

Las campañas de erradicación agresiva de coca que durante años se han adelantado en Colombia, Perú y Bolivia no han logrado acabar con los extensos cultivos, en tanto que países como Honduras y Venezuela están teniendo dificultades para hacer frente a los incipientes cultivos de coca.

“Las operaciones se hacen constantemente”, dijo Beltetón a InSight Crime. “Si permitimos que estas estructuras invadan y controlen estos departamentos, esto nos va a generar muchos problemas”.