Presuntamente una facción disidente de un grupo de autodefensas en el estado de Guerrero en México, ha atacado a otros policías comunitarios, una señal de que estos grupos, al igual que sus vecinos de Michoacán, están experimentando grandes grietas en su liderazgo.

Según La Crónica de Hoy, el 18 de marzo, un grupo de civiles bajo el liderazgo de exdirigentes de una de las redes de policías comunitarias, conocida como la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), asaltó y disparó a otros miembros de autodefensas junto con sus detenidos, en la Casa de Justicia del municipio de San Luis Acatlán. El ataque, en el que una persona resultó gravemente herida, requirió de la intervención del ejército mexicano.

Milenio informa que el asalto a la Casa de Justicia incluyó a 80 personas que estaban tratando de rescatar a dos hombres que eran llevados cautivos por las autodefensas, lideradas por el coordinador de la CRAC Eliseo Villar Castillo. Los hombres fueron detenidos por su presunta participación en un ataque contra Villar Castillo mientras conducía en un municipio cercano el 16 de marzo.

Mientras tanto, Excélsior informó que hasta 300 personas desarmadas se acercaron a la Casa de Justicia y fueron recibidas con disparos por parte de 30 policías comunitarios liderados por la facción de Villar Castillo.

La situación sigue la aparición de una aparente división dentro del grupo, con los líderes disidentes formando una pequeña asamblea regional que acusa a Villar Castillo y varios otros, de fraude por alrededor de US$ 55.000.

Análisis de InSight Crime

Este caso es otro motivo de preocupación, los grupos de autodefensas en el vecino estado de Michoacán también parecen estarse fragmentando. En ambos casos, estas divisiones se han producido en medio de acusaciones de actividades irregulares por parte de los líderes de los grupos.

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En Michoacán, donde las autodefensas han recibido mucho más apoyo oficial que en Guerrero, ganando un reconocimiento semilegal en enero, estas divisiones han sido bastante graves. El ataque en Guerrero se produce inmediatamente después de la detención y encarcelamiento del líder de autodefensas de Michoacán, Hipólito Mora por cargos de asesinato, mientras que los líderes de autodefensas rivales en el estado se acusan entre si de estar implicados con la organización criminal de los Caballeros Templarios. Ahora, Mora afirma que fue traicionado en medio de esta disputa.

El reciente ataque es una indicación de que los movimientos de autodefensas de Guerrero están viviendo un proceso de fragmentación violenta similar. Las CRAC, que se formaron hace casi dos décadas, también se han visto recientemente enfrentadas a presión por parte del gobierno mexicano, por el miedo de que se puedan estar saliendo de control.

Los recientes acontecimientos en Michoacán han dejado claro que la aplicación de un marco legal a la iniciativa de autodefensas no necesariamente resuelve los problemas. La pregunta ahora es cómo avanzará el gobierno en los dos estados para evitar que estos movimientos se desempeñen en la actividad criminal.

3 respuestas a “Ataques muestran fracturas en las autodefensas mexicanas de Guerrero”