Los grupos de autodefensa en Guerrero, México, han liberado a los soldados detenidos y han entrado en conversaciones con el gobierno estatal en un intento por suavizar la crisis que amenazaba con descarrilar los esfuerzos por legalizar las organizaciones dentro del estado.
A principios de la semana, grupos de autodefensas instalaron bloqueos, detuvieron entre 60 y 100 soldados y amenazaron con tomar los edificios del gobierno después de que miembros de estos grupos fueran arrestados por portar armas ilegalmente.
Los grupos de autodefensas liberaron a los soldados y levantaron los bloqueos después de que el gobierno accediera a entablar conversaciones, las cuales se iniciaron el 8 de agosto entre Ángel Aguirre, gobernador de Guerrero, funcionarios de la Secretaría de Gobernación (SEGOB) y miembros de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de Guerrero (CRAC-G), informó Animal Político.
Tras la primera ronda de conversaciones, el comisionado para el Diálogo con los Pueblos Indígenas de México, Jaime Martínez Veloz, dijo que las partes habían discutido cuestiones como qué armas podían portar las autodefensas, cómo iban a ser acreditadas, donde llevarían a cabo las operaciones y cómo coordinarían con las fuerzas de seguridad, señaló Informador.
Martínez estimó que había entre 1.500 y 2.000 miembros de los grupos de autodefensa que el gobierno está tratando de legitimar.
Los grupos de autodefensa son más prominentes en los estados de Guerrero y Michoacán. Ellos argumentan que tuvieron que armarse para protegerse de las incursiones criminales, ya que las fuerzas de seguridad del gobierno han fracasado en este sentido.
Análisis de InSight Crime
Desde que comenzó el surgimiento de los grupos de autodefensa en Guerrero, a principios de este año, el gobernador Aguirre ha buscado legalizar los grupos, cuyos orígenes son anteriores a la actual violencia y quienes a menudo tienen fuertes vínculos con las comunidades indígenas.
Esto culminó en un pacto firmado en abril, entre los líderes de las autodefensas y el gobernador, que fue diseñado para resolver las cuestiones en discusión -incluyendo cuáles armas pueden utilizar los grupos-. El debate no es simbólico. Las organizaciones criminales portan armas de alto poder.
Con los acontecimientos de esta semana, parecía que el acuerdo se había roto, creando la posibilidad de que se dieran enfrentamientos entre los grupos estatales y las autodefensas, como los vistos en el vecino estado de Michoacán.
No obstante, ahora parece que ambas partes no han renunciado a la posibilidad de establecer un modelo de cooperación entre los grupos de autodefensa y las autoridades, aunque aún quedan muchos obstáculos por delante si esta cooperación llega a abordar con eficacia la crisis de seguridad de la región.