El jefe de “Los Puntilleros”, uno de los criminales más poderosos de Colombia, salió en libertad luego de una serie de decisiones judiciales sorprendentes, y aguardará nuevas acciones legales fuera de la cárcel pese a la gravedad de los cargos en su contra.
Un juez colombiano dictaminó que Óscar Mauricio Pachón, alias “Puntilla”, no representaba una amenaza para la seguridad pública y por ende podía quedar en libertar para enfrentar los cargos de desaparición forzada y tráfico de armas desde fuera de la cárcel, informó El Tiempo el 8 de abril.
Pachón es sospechoso de asumir el control de la poderosa organización criminal que operaba en los Llanos Orientales de Colombia, anteriormente al mando de Daniel Barrera Barrera, alias “el Loco”, uno de los capos más poderosos del país actualmente en prisión en Estados Unidos.
Puntilla acababa de salir de la cárcel el 8 de abril luego de su captura en febrero de 2016 por otras acusaciones diferentes: narcotráfico y homicidio. Según El Espectador, su liberación se debió al vencimiento de términos; un juez decidió dejar libre al sospechoso en ausencia de avances en el proceso legal. Ese fue el argumento presentado por la defensa de Puntilla, quien hizo énfasis en la ausencia de juicio luego de un año de detención.
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Su arresto instantáneo por nuevas acusaciones justo a su salida de una cárcel de máxima seguridad en Cómbita, departamento de Boyacá, pone en evidencia la firme intención de la fiscalía de mantener a Puntilla en custodia. Pero a las autoridades se les dijo en primera instancia que no había jueces disponibles para determinar la legalidad de su detención en Tunja, la capital de Boyacá, y por eso lo trasladaron al pequeño municipio de Tuta, en el mismo departamento, donde un juez rechazó la petición de la fiscalía de poner al sospechoso en detención preventiva.
Las autoridades presuntamente apelaron la decisión del juez de liberar al sospechoso, quien afronta cargos por tráfico de armas y desaparición forzada.
Fuentes oficiales informaron a El Tiempo que se investigarán las decisiones de ambos jueces de dejar a Puntilla en libertad. Pese a la información dada a las autoridades que arrestaron a Pachón en Tunja, había dos jueces disponibles en el momento de su arresto, quienes podrían haber fallado sobre las medidas de detención preventiva sin tener que trasladar al prisionero a Tuta.
Análisis de InSight Crime
Bien sea que los jueces en este caso sean corruptos —una posibilidad que surge a raíz del supuesto inicio de una investigación sobre los fallos— o que Puntilla haya aprovechado los descuidos del poder judicial, su liberación señala importantes debilidades en el sistema judicial de Colombia.
Es alarmante la falta de medidas de detención preventiva contra un sospechoso de desapariciones forzadas — grave delito que se considera violación al derecho internacional humanitario—. Las acusaciones de que Puntilla encabezaba una de las organizaciones criminales más poderosas de Colombia hasta su captura en 2016 indican que sigue gozando de recursos criminales considerables para evadir futuros arrestos o huir del país.
Además, el caso de Puntilla parece diametralmente opuesto al de miles de culpables de delitos menores apiñados en las hacinadas cárceles colombianas por condenas de mano dura. Una tercera parte de los reclusos en el país no tenían antecedentes y se encuentran en detención preventiva.