Las autoridades afirman que el cartel de Sinaloa ocultó un cargamento de 180 kilogramos de metanfetaminas, dentro de los neumáticos de repuesto de autos nuevos procedentes de México con destino a Canadá, un ejemplo de las innovadoras tácticas que usan los narcotraficantes para eludir los controles fronterizos.

Los empleados de cuatro concesionarios de Ford en la provincia canadiense de Ontario dieron aviso inicialmente a las autoridades sobre los narcóticos, que iban escondidas en los neumáticos de repuesto en los baúles de los vehículos. Todos los vehículos se habían ensamblado en la planta de Ford, en la ciudad mexicana de Hermosillo, capital del estado fronterizo de Sonora, y luego habían sido enviados a Canadá en tren.

A raíz del hecho, las autoridades lanzaron una operación llamada Proyecto Sebright. Organismos de seguridad de todo Canadá efectuaron una serie de allanamientos y hallaron metanfetaminas en más de una docena de vehículos de Ford en lugares tan distantes como New Brunswick y Québec. Al cabo de la operación se avaluaron los narcóticos encontrados en cerca de US$4 millones.

El superintendente de la Policía Provincial de Ontario (OPP) Bryan MacKillop afirmó que el cartel de Sinaloa era el responsable de los cargamentos de narcóticos. “Se aprovecharon de Ford”, opinó otro oficial canadiense a un medio noticioso local.

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Los envíos de automóviles desde México siguieron registrándose, pero no se descubrieron más drogas, lo que llevó a MacKillop a afirmar que “se ha logrado desmantelar este método de contrabando”.

El contrabando de estupefacientes a Canadá por medio de vehículos nuevos, específicamente los automóviles Fusion Ford de la planta de Hermosillo, no es una táctica nueva.

En abril de 2017, se encontró una carga de marihuana avaluada en US$1 millón en un cargamento de automóviles Fusion de Ford con destino a Ohio. Los empleados de Ford alertaron a las autoridades estadounidenses, pero nunca se halló a los culpables.

Análisis de InSight Crime

Los carteles mexicanos han desplegado de manera consistente su capacidad para adaptarse rápidamente a nuevas oportunidades de contrabando de narcóticos, cambiando sus tácticas para evitar la detección y volviendo de manera periódica a sus viejos hábitos, cuando creen que el polvo se ha asentado.

Ya en 2017, Ford declaró que las drogas no se estaban colocando dentro de sus vehículos durante la manufactura en su planta de Sonora. Esto indica que los vehículos pudieron manipularse durante el trayecto hacia la frontera con Estados Unidos.

La detección de dos cargamentos de narcóticos transportados en vehículos de la marca Ford con solo 18 meses de diferencia indica que el cartel de Sinaloa tiene acceso a los vagones de carga con dirección a Estados Unidos y tiene la confianza de que no será detectado.

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Lo cierto es que el hecho de que el personal de los concesionarios hallara las drogas apunta a una falla en la logística del cartel, no a un golpe de las autoridades.

Pese a estos hallazgos, aún no se sabe cómo el cartel de Sinaloa obtiene acceso a estos automóviles. No hay muchas probabilidades de que el grupo sea disuadido por unas cuantas pérdidas, por lo que no sorprendería que se encontrara más de lo mismo en vehículos nuevos.

El transporte de narcóticos a Estados Unidos a bordo de trenes de carga ha sido por largo tiempo un recurso consistente, por no decir importante, para los grupos criminales mexicanos. En el pasado, se han hallado cargamentos de drogas en trenes que llevan frutas y vegetales, donde los paquetes muchas veces están pintados de verde para confundirse entre sandías, limas o aguacates.

La frontera entre México y Estados Unidos es uno de los cruces fronterizos con mayor tráfico ferroviario del mundo. Se han construido nuevos puntos de vigilancia en los principales puntos de tránsito para inspeccionar con mayor facilidad las colosales cantidades de carga en los trenes, pero se desconoce si dichos puntos tienen algún impacto real para impedir el flujo de narcóticos.