El vicepresidente de Panamá ha sido elegido para el cargo más importante del país, pero en medio de las felicitaciones, las acusaciones de hace menos de un mes sobre el uso de dinero lavado para financiar su campaña parecen haber desaparecido.

Después de recibir alrededor del 39 por ciento del voto popular en las elecciones celebradas el 4 de mayo, Juan Carlos Varela fue declarado ganador entre los siete candidatos, entre ellos José Domingo Arias, el sucesor elegido por el actual presidente, Ricardo Martinelli. El resultado presenció una llamada del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, para felicitarlo personalmente.

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Sin embargo, en medio de toda la fanfarria, poco se ha mencionado sobre las recientes acusaciones en contra de Varela de financiar parcialmente su campaña presidencial con dinero lavado. Incluso Diario Las Américas, que publicó la historia el 13 de abril y le hizo seguimiento una semana después con un informe que incluye documentos (pdf) que supuestamente demostraban la veracidad de las afirmaciones, no mencionaron el escándalo en la información publicada acerca de su victoria.

Análisis de InSight Crime

La controversia que afectó a Varela giró en torno a denuncias que afirmaban que su campaña había aceptado dinero de una red mundial de apuestas acusado de mover hasta US$ 27,5 millones a través de varias cuentas bancarias y empresas ficticias. Panamá es un reconocido centro de lavado de dinero en Latinoamérica, así como una nación de tránsito para la droga que pasa a través de Centroamérica y el Caribe.

La desaparición de las acusaciones -que por lo general no han recibido más que una rápida mención en la mayoría de los informes internacionales sobre su victoria- plantea la pregunta de si una investigación formal se abrirá acerca del caso de Varela antes de que asuma el cargo el 1 de junio. 

Varela ha negado enérgicamente las acusaciones, diciendo que eran un ataque político por parte de su rival Arias. Si bien esto sigue siendo totalmente viable, es quizás sorprendente que ningún proceso oficial se haya al parecer abierto para establecer la validez de las denuncias.

Sin embargo, presidentes que asumen el cargo en medio de controversias y acusaciones de irregularidades no son nada nuevo para la región. El expresidente de Colombia, Ernesto Samper, ganó la presidencia en 1994 en medio de acusaciones de recibir fondos del Cartel de Cali. Más recientemente, el actual presidente de Paraguay, Horacio Cartes, fue elegido en 2013 pese a las acusaciones de lavado de dinero, contrabando, narcotráfico y de tener vínculos criminales.

Sin embargo, la presidencia no es siempre una protección contra el enjuiciamiento por esos cargos. El expresidente guatemalteco, Alfonso Portillo, fue recientemente condenado por corrupción y lavado de dinero en Estados Unidos, mientras que el expresidente de El Salvador, Guillermo Flores Pérez, es ahora un fugitivo después de que tribunales emitieran recientemente una orden de arresto por cargos de corrupción.

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5 respuestas a “¿Qué pasó con las denuncias de lavado de dinero en contra del presidente electo de Panamá?”