A medida que Estados Unidos protege cada vez más sus fronteras terrestres de los narcotraficantes con tecnología robótica, los recortes en la guardia costera deja sin protección a las vías marítimas, lo que ilustra la desarticulada naturaleza política de la guerra contra las drogas en Estados Unidos.

Uno de los últimos avances tecnológicos utilizados a lo largo de la frontera de Estados Unidos son los robots de control remoto que habitan el túnel. Como lo señala un reciente artículo de The New York Times, los robots son utilizados para investigar las bastas redes de alcantarillado y tuberías de drenaje que atraviesan Estados Unidos y la frontera con México, así como para buscar túneles cavados por presuntos contrabandistas.

Los robots se unen a la flota de vehículos aéreos no tripulados -comúnmente conocidos como “drones”- como parte de una lucha cada vez más tecnológica contra el narcotráfico a lo largo de la frontera de 3.000 kilometros entre los dos países.

Sin embargo, en el mar, Estados Unidos se enfrenta con el reto de la disminución de recursos para interceptar droga traficada a través de rutas marítimas que son cada vez más difíciles de monitorear. Como lo destaca un reciente informe de Associated Press, el creciente uso de alta mar, combinado con las representativas reducciones de recursos de guardia costera y de la armada en Estados Unidos, significó que sólo alrededor de un tercio de los presuntos cargamentos aéreos y marítimos de drogas que pasaron por los corredores de tráfico del Caribe y del Pacífico fueran detenidos en 2013.

Análisis de InSight Crime

La falta de coordinación ilustra que la guerra contra las drogas tiene tanto que ver con política como con la interdicción de la oferta de drogas. Si bien existe una amplia evidencia de que las rutas marítimas, tanto a través del Caribe como a lo largo de la costa del Pacífico, adquieren cada vez más importancia -con el último informe de la AP indicando que el área de mar en que fueron capturados cargamentos de drogas a lo largo de la Costa Oeste de Estados Unidos, se triplicó sólo en 2013- la frontera terrestre tiene una importancia simbólica mayor.

Pese a que es visto como la representación de los intentos del país para defenderse no sólo de las drogas, sino también de la inmigración ilegal y del terrorismo, la concentración de los recursos a lo largo de la frontera podría ser utilizado para destacar cómo la política prevalece sobre la aplicación de la ley en las políticas de interdicción de drogas.

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Sin embargo, el hecho es que, incluso si los recursos fueran canalizados en función del tráfico de los cargamentos de droga, la gran cantidad de droga que llega al país -parte de un mercado doméstico de drogas estimado en US$60 mil millones- significa que las autoridades sólo lograrán disminuir en lugar de detener el suministro.

7 respuestas a “Desarticulación de interdicción marítima y aérea muestra la naturaleza de la política antidrogas de Estados Unidos”