En la Fuerza de Tarea Conjunta de Paraguay, encargada de enfrentar al grupo guerrillero EPP se ha nombrado el séptimo comandante en menos de cuatro años, un indicio del fracaso del país para derrotar al pequeño grupo guerrillero, y un preocupante signo de que la presencia del crimen organizado brasileño está creciendo en Paraguay.

El pasado 29 de mayo, el presidente de Paraguay, Horacio Cartes, nombró al coronel Héctor Alcides Grau como jefe del Centro de Operaciones Tácticas, más conocido como Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), informó EFE.

Grau es el séptimo oficial en ponerse al frente de la unidad conjunta de policía militar, creada en 2013 para derrotar al Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Su predecesor, Julio Gerardo Brugada, estuvo al frente de la FTC apenas siete meses.

VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre el EPP

Oficialmente, el cambio de dirigente se dio “ante la necesidad de optimizar la coordinación del ambiente operacional en el terreno en busca de resultados efectivos”. Sin embargo, el momento en el que se presenta este cambio permite suponer que el despido de Brugada se debió a una sanción por incumplimiento.

Pocos días antes del anuncio, la mencionada unidad policial había tenido otra situación deshonrosa en sus largos años de campaña para acabar con la guerrilla, que se estima que cuenta con menos de 150 combatientes.

Según Última Hora, entre el 14 y el 15 de mayo, varios errores logísticos evitaron que la FTC interceptara una columna de combatientes del EPP en el departamento de Concepción, donde opera el grupo, a pesar de las actividades de inteligencia en torno a su ubicación. Los guerrilleros lograron escapar, a pesar de que los militares supuestamente los tuvieron a la vista durante cuatro horas.

El incidente, que fue el que al parecer condujo al cambio del comandante, también generó solicitudes relacionadas con el cambio de la estrategia de la unidad. Durante una entrevista con ABC, un senador pidió que se creara una comisión para examinar el asunto, y un excomandante de la FTC recomendó cambiar la estrategia de dicha fuerza y hacer énfasis en la recolección de inteligencia.

Análisis de InSight Crime

Los constantes cambios en la comandancia de la FTC es un indicio de la incapacidad de Paraguay para desmantelar completamente al EPP, una agrupación relativamente pequeña. Esto es preocupante, dado que Paraguay se enfrenta a la expansión internacional de la organización criminal más poderosa de Brasil, el Primer Comando Capital (PCC).

Aunque se cree que el EPP tiene un número pequeño de combatientes, sobre todo si se compara con otros grupos guerrilleros de la región, ha continuado realizando ataques contra las instituciones del Estado, las fuerzas de seguridad y la población civil. En agosto de 2016, por ejemplo, el EPP asesinó a ocho soldados en un solo ataque.

Según Laurie Blair, periodista independiente que ha hecho reportajes sobre el EPP, las falencias del FTC —y de las autoridades paraguayas en general— para desmantelar el grupo se deben en gran parte a errores en su dirigencia y a la falta de coordinación entre las fuerzas de seguridad. Blair le dijo a InSight Crime por correo electrónico que las rivalidades entre los diversos organismos de seguridad han causado los fracasos de las operaciones anteriores.

“El fracaso de los servicios de seguridad para colaborar con eficacia en la lucha contra el EPP es un mal indicio de su capacidad para hacer frente a los carteles transfronterizos, que son cada vez más activos”, como el PCC, escribió la periodista.

VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre Paraguay

Otro factor podría ser la creciente participación del EPP en el comercio de marihuana (Paraguay es el principal productor de cannabis en Suramérica), que ha pasado de cobrar impuestos sobre las drogas a participar directamente en la producción, lo que indica que el grupo está diversificando su portafolio criminal.

En el año 2015, un fiscal declaró públicamente que había evidencia de que el EPP estaba recibiendo entrenamiento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), lo que generó los temores de que la guerrilla colombiana habría animado al grupo paraguayo a imitar su modelo de financiación mediante el tráfico de drogas. De hecho, el grupo guerrillero colombiano, que inicialmente cobraba impuestos a lo largo de toda la cadena del negocio de la cocaína, finalmente se convirtió en el principal actor en la industria de la cocaína en Colombia, lo que le permitió financiar su lucha contra el gobierno durante varias décadas.

Sin embargo, a diferencia de las áreas selváticas y montañosas de Colombia, donde algunos de los miles de guerrilleros de las FARC permanecieron ocultos durante el conflicto, los pocos combatientes del EPP operan en una zona cuya topografía y vegetación es de más fácil acceso y control para las autoridades paraguayas.

El hecho de que el EPP sea tan pequeño y no disponga de muchas ventajas geográficas genera dudas acerca del compromiso de los militares para desmantelar al grupo. Como una de las principales amenazas para las instituciones del Estado y la seguridad ciudadana, el EPP también representa la principal razón para financiar al ejército. Esto ha generado especulaciones según las cuales, como lo explica The Guardian,  el ejército pueda estar tratando a la guerrilla como “un enemigo conveniente [y] controlable”.

Blair le dijo a InSight Crime que la corrupción también puede desempeñar un papel clave en las dificultades de las fuerzas de seguridad para combatir al EPP, refiriéndose a la posibilidad de que la FTC le esté facilitando “información privilegiada” al grupo.

VEA TAMBIÉN: Noticias y perfil del PCC

En este contexto, la expansión del mayor grupo criminal brasileño hacia Paraguay, el PCC, es preocupante con respecto a las tendencias de la seguridad del país en el futuro.

El PCC ha mantenido presencia en Paraguay durante varios años, pero recientemente parece estar ampliando sus actividades allí. El mes pasado, el grupo criminal fue culpado por el robo bancario más grande en la historia de Paraguay  —un robo por parte de hombres fuertemente armados que prácticamente paralizó a Ciudad del Este—.

Por otro lado, en la ciudad fronteriza de Pedro Juan Caballero en el departamento de Amambay —el  área de cultivo de marihuana donde el PCC opera—se han presentado continuos brotes de violencia debido a presuntos conflictos criminales relacionados con las drogas. El PCC ha sido acusado repetidamente de causar el aumento de la violencia en las zonas fronterizas de Paraguay, y, según algunos informes, el grupo ha estado incrementando sus actividades tanto en Brasil y en toda la región

¿Cuáles son sus opiniones?

Haga clic aquí para enviar sus comentarios a InSight Crime.

Alentamos a los lectores a copiar y distribuir nuestro contenido con fines no comerciales, con atribución a InSight Crime en la firma y enlaces a la publicación original en la parte superior e inferior del artículo. Consulte el sitio web de Creative Commons para obtener más detalles sobre cómo compartir nuestro trabajo y envíenos un correo electrónico si utiliza un artículo.

9 respuestas a “Despido de comandante militar muestra falencias en la lucha contra guerrilleros de Paraguay”