El narcotraficante canadiense Jimmy Cournoyer ha sido condenado a 27 años de prisión, marcando el fin de un multimillonario imperio transnacional de marihuana vinculado al Cartel de Sinaloa de México, a las familias de la mafia italiana, y a la pandilla de motociclistas Hells Angels.
El 20 de agosto, Cournoyer fue condenado por un tribunal de Nueva York por haber traficado un estimado de 109 toneladas de marihuana a Estados Unidos desde Canadá, informó el National Post.
Cournoyer, también conocido como “El Rey de la Marihuana”, era parte de una red criminal que traficaba éxtasis y marihuana canadiense a Nueva York, y utilizaba las ganancias para comprar cocaína al Cartel de Sinaloa de México, que posteriormente traficaba y distribuía en Canadá. El grupo de Cournoyer cultivaba marihuana hidropónica en Columbia Británica, la cual después era transportada a través de Canadá por la pandilla de motociclistas Hells Angels en remolques y camiones. Cournoyer también tenía vínculos con la familia criminal Bonanno de Nueva York y la mafia Rizzuto de Montreal, y al parecer tenía un fondo de ejecución de US$2 millones -destinado a silenciar informantes.
El día antes de que terminara el juicio de Cournoyer, John Venizelos -uno de sus socios en Nueva York- fue condenado a 11 años de prisión tras declararse culpable de tráfico de marihuana, informó Montreal Gazette.
Análisis de InSight Crime
Antes de su captura en México en 2012, Cournoyer era un jugador importante en el hampa de Canadá. Presuntamente comenzó su carrera en el tráfico de drogas a los 21 años, y para cuando tenía 30 ya supervisaba una red que traficaba un estimado semanal de 450 kilos de marihuana hacia Nueva York. Según los fiscales estadounidenses, parte del control que ejercía Cournoyer sobre los puertos y puestos de control aduaneros radicaba en funcionarios corruptos, y también dirigía operaciones en tierras indígenas con poca presencia de las fuerzas de seguridad para evitar ser detectado. Fiscales estadounidenses dijeron que la red de Cournoyer distribuyó un total de al menos mil millones de dólares en drogas ilegales.
Lejos de mantener un bajo perfil, Cournoyer vivía un estilo de vida extravagante, conduciendo coches de millones de dólares y codeándose con estrellas del cine como Leonardo DiCaprio. Uno de sus contactos en el mundo de las celebridades era el campeón de artes marciales del Canadian Ultimate Fighting, Georges St-Pierre, quien incluso escribió una carta a favor del narcotraficante que fue utilizada durante el juicio.
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La masiva operación llevada a cabo por Cournoyer fue facilitado por sus vínculos con los principales proveedores y distribuidores de drogas de Norteamérica, incluyendo a los Hells Angels, que son los principales distribuidores de drogas en Canadá, y a sus nexos con las poderosas familias ítalo-americanas del crimen y con el Cartel de Sinaloa de México.