Un comunicado emitido por la guerrilla del EPP de Paraguay ha etiquetado a la administración del país como un “narco-gobierno”, en un aparente intento de relaciones públicas para tomar represalias en contra de la agresiva persecución al grupo guerrillero, por parte del presidente.

En la copia del documento de Última Hora -que fue enviada por correo electrónico a un medio de comunicación el 8 de abril- el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) rindió homenaje a sus compañeros muertos, Bernardo Bernal Maíz, alias “Coco”, y Claudelino Silva, quienes fueron asesinados el 2 de abril en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad, en un rancho ubicado en el centro-norte de Paraguay.

También afirman que el gobierno “no quiere aceptar” la responsabilidad del EPP en la desaparición de Arlan Fick, el hijo de los dueños del rancho, ese mismo día.

El comunicado describe al EPP como un ejército que defiende a los pobres del país y denuncia al presidente paraguayo Horacio Cartes como un “narcotraficante”, así como condena a los políticos por formar parte del “putrefacto sistema burgués” de Paraguay y la “democracia de los ricos”.

Análisis de InSight Crime

Generalmente, el EPP no es conocido por sus intentos de relaciones públicas. Sin embargo, este último comunicado se produce después de que dos videos fueran publicados en enero, los cuales también contenían denuncias de que el Presidente Cartes estaba involucrado en el tráfico de drogas, lo que sugiere que el grupo puede estar buscando impulsar su perfil en los medios.

Estos comunicados parecen ser un intento por devolver la pelota a Cartes, quien ha hecho del EPP una prioridad en la seguridad, y al hacerlo, ha volcado la atención de los medios de comunicación y el público hacia el pequeño grupo guerrillero, en lugar de hacia los problemas generalizados, como el tráfico de drogas, el contrabando y la corrupción -en los cuales Cartes ha estado implicado personalmente.

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La declaración también parece estar diseñada como un contraataque a la muerte de un líder del EPP, ocurrido la semana pasada, con los guerrilleros dispuestos a demostrar que no se están retirando tras el ataque.

No es sorprendente la admisión de los insurgentes de haber secuestrado a Arlan Fick, ya que el grupo es bien conocido por su uso de los secuestros. Este crimen ha sido una de las principales fuentes de financiación del EPP desde que el grupo fue fundado por los radicales implicados en el secuestro de 2004 y posterior asesinato de Cecilia Cubas, hija del expresidente Raúl Cubas.

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