Unos 652 policías hondureños han sido despedidos en un proceso de reforma que se inició hace casi un año, según el gobierno, pero las cifras contradictorias de diferentes entidades estatales dificultan determinar cuánto se ha avanzado.
Como señaló La Tribuna, las estadísticas dadas por el Secretario de Seguridad, Pompeyo Bonilla en un testimonio ante el congreso difieren de las divulgadas por la DIECP, la unidad de investigación encargada de evaluar a los policías. Según el DIECP, de los 230 policías que no pasaron las pruebas de investigación de antecedentes, sólo siete han sido despedidos.
En su testimonio ante el congreso a principios de esta semana, el director de la DIECP Eduardo, Villanueva, culpó a la Secretaría de Seguridad por no responder a las peticiones de destitución de funcionarios que no pasaron las pruebas de confianza, informó La Prensa.
Análisis de InSight Crime
No está claro cuáles son las fuentes de Bonilla para las cifras que citó, especialmente dada la gran discrepancia con los números de la DIECP. Lo que está claro es que las disputas entre los organismos y la falta de estadísticas es una mala señal para las posibilidades de una reforma policial eficaz en Honduras.
La DIECP fue creada en 2011 para sustituir al Departamento de Asuntos Internos, el anterior organismo encargado de la supervisión de la fuerza policial. Como informó El Heraldo, la nueva división fue designada como órgano independiente a fin de evitar la falta de autonomía que obstaculizó al Departamento de Asuntos Internos, el cual era el responsable de la Secretaría de Seguridad y cuyo director respondía directamente al comandante de la policía. No obstante, la DIECP ha socavado su propia eficacia al permitir que la Policía Nacional decida qué agentes deben someterse a las pruebas.