El Tesoro de Estados Unidos ha acusado al Envigado Fútbol Club de Colombia de lavar dinero para la Oficina de Envigado, en un nuevo ataque financiero contra el sindicato del crimen de Medellín, y el ejemplo más reciente de la larga historia de los vínculos entre el crimen y el fútbol.

Envigado FC, y el accionista mayoritario Juan Pablo Upegui Gallego, están entre las 10 personas y 14 empresas que fueron incluidas en la “lista de capos” o “lista Clinton” (Kingpin List) del Tesoro por su supuesta connivencia con la Oficina de Envigado, el tráfico de drogas y la red de crimen organizado que ha gobernado Medellín desde la desaparición de Pablo Escobar.

Según el Tesoro, Upegui Gallego es “un socio clave dentro de La Oficina y ha utilizado su posición como socio mayoritario del equipo para poner sus finanzas al servicio de La Oficina durante muchos años”.

Upegui luego emitió un comunicado negando cualquier vínculo criminal.

Entre los señalados por el Tesoro se encuentran presuntos lugartenientes de la Oficina responsables de la violencia, la extorsión y el tráfico de drogas, un miembro de alto rango de la policía de tránsito de Envigado, y un expolicía que presuntamente se convirtió en sicario de la Oficina.

Los individuos y las empresas nombradas por el Tesoro ahora enfrentan sanciones financieras que le prohíben a los ciudadanos de Estados Unidos hacer negocios con ellos y les congela cualquier activo que tengan en Estados Unidos.

Análisis de InSight Crime

Envigado FC ha tenido durante mucho tiempo una reputación de dos cosas: apoyar el talento joven como la superestrella del fútbol colombiano James Rodríguez, y mantener vínculos con el tráfico de drogas y el hampa.

El club fue fundado por el padre de Upegui, Gustavo Adolfo Upegui López, quien se creía que era un amigo cercano y aliado de Pablo Escobar, y más tarde de su sucesor el capo de Medellín, Diego Murillo, alias “Don Berna”.

En 2006, Gustavo Upegui fue torturado y asesinado, presuntamente a manos del jefe de la Oficina Daniel Mejía, alias “Danielito”, quien creyó que Upegui había ganado mucho poder.

Envigado está lejos de ser el único punto de confluencia entre el fútbol colombiano y el crimen organizado. El Club América de Cali, con sede en Cali, estuvo en la lista Clinton de Estados Unidos durante 14 años debido a sus vínculos con el Cartel de Cali, mientras que los clubes Millonarios y Santa Fe de Bogotá también tuvieron conexiones con infames señores de las drogas.

Sin embargo, la decisión de colocar a Envigado FC en la lista Clinton no sólo es un recordatorio de los lazos de larga data entre el fútbol y el crimen organizado, sino que también es otra señal de que la Oficina de Envigado se encuentra firmemente en la mira de las autoridades estadounidenses.

Desde que el Tesoro etiquetó a la Oficina como un “traficante de narcóticos especialmente designado” en junio de este año, ha agregado 30 personas y 28 empresas a la lista Clinton.

En muchos aspectos, la Oficina es una sombra de lo que fue; fragmentada en facciones sin un liderazgo claro y habiendo perdido su monopolio sobre el crimen de Medellín mediante la celebración de un acuerdo para compartir el poder con los Urabeños, sus rivales, en 2013.

Sin embargo, la campaña encabezada por el Tesoro de Estados Unidos sugiere que las autoridades creen que la Oficina sigue siendo un jugador importante tanto dentro de Colombia como en el mundo del narcotráfico internacional.

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9 respuestas a “Estados Unidos sanciona a club de fútbol por vínculos con el crimen”