El fiscal general de El Salvador abrió una investigación para establecer si José Luis Merino, uno de los tres principales líderes del partido gobernante FMLN, está implicado en tráfico de armas y estupefacientes.
Merino es miembro de la comisión política del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y diputado del Parlamento Centroamericano. Ha sido uno de los cerebros financieros del antiguo ejército guerrillero convertido en partido político desde el final de la guerra civil que por doce años azotó a El Salvador, en 1992.
El fiscal general Douglas Meléndez declaró que reabrió una antigua investigación sobre Merino y le añadió acusaciones hechas por el senador estadounidense Marco Rubio en una audiencia que tuvo lugar el 29 de junio.
“Tienen a la mano derecha del presidente de El Salvador, José Luis Merino. Este hombre es un lavador de dinero de primera clase, traficante de armas para las FARC y para funcionarios corruptos venezolanos”, dijo Rubio durante una audiencia sobre corrupción global en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado. “¿Por qué no sancionan a este tipo?”
El FMLN se apresuró a descartar las acusaciones contra Rubio en un comunicado de prensa que caracterizó al senador como “perdedor político” que montaba un ataque por motivaciones políticas.
El fiscal general, sin embargo, dijo que lo estaba estudiando. “Hay una investigación de eventos en relación con el señor Merino que se abrió en 2014”, confirmó Meléndez a los reporteros en El Salvador, y añadió que tenía “relación con el tema de drogas y de armas”.
“Vamos a revisar y recoger esa información “, aseguró Meléndez.
Una fuente del despacho de Meléndez dijo a InSight Crime que el fiscal general ha solicitado a su equipo que revise las antiguas acusaciones y las incluyan en un nuevo expediente que decidió abrir después de conocer la declaración de Rubio. “Él pidió todo lo que tengamos sobre Merino, y vamos a partir de ahí”, señaló la fuente, quien habló bajo la condición de mantener el anonimato.
“Dadas estas declaraciones de un funcionario público de otro país, y dado que estamos hablando de un político y un funcionario público de nuestro país, no nos podemos dar el lujo de no investigar”, confió Meléndez a los reporteros.
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El expediente de investigación preexistente fue abierto por el fiscal general de esa época, Luis Martínez, luego de que el diario español ABC publicara un reportaje donde se sostenía que uno de los empleados de Merino había hecho contacto con funcionarios de la administración del presidente Nicolás Maduro en Venezuela para disponer vuelos que presuntamente llevaban drogas ilegales. El personal de Meléndez informó que el exfiscal general no había avanzado con esa investigación.
El artículo de ABC, basado en parte en fuentes de Estados Unidos, decía que en 2011 uno de los diputados de Merino solicitó a la secretaria de Maduro que expidiera licencias de vuelo para un avión que llevaba la matrícula estadounidense N769M, de propiedad de Execuflight, empresa ligada al empresario salvadoreño Enrique Rais. Fuentes venezolanas señalaron a InSight Crime que el N769M había solicitado autorización por lo menos dos veces para volar sobre Apure, una zona señalada por el Departamento de Estado de Estados Unidos como eje de la cocaína.
Análisis de Insight Crime
No es la primera vez que José Luis Merino, alias “Comandante Ramiro Vásquez”, aparece mencionado en conexión con delitos con estupefacientes.
En 2008, funcionarios colombianos anunciaron que mensajes de correo electrónico de Merino habían aparecido en el computador portátil del abatido comandante guerrillero Raúl Reyes, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Reyes cayó en un ataque aéreo y asalto a un campamento guerrillero ejecutado por el gobierno colombiano al otro lado de la frontera con Ecuador. Los mensajes de correo recuperados vincularon a Reyes y a las FARC con funcionarios venezolanos y con otros, incluido Merino. Su nombre apareció en varios mensajes de correo electrónico relacionados con operaciones de tráfico de armas.
El Salvador también abrió una investigación, pero al igual que con la pesquisa de 2014, esta nunca prosperó. Merino y el FMLN han rechazado consistentemente las acusaciones, tildándolas de ataques con motivación política maquinados por opositores de derecha y por los medios de comunicación.
Agentes de organismos policiales de Estados Unidos comentaron a InSight Crime que Merino ha sido considerado persona de interés para Washington durante casi una década. “Ha estado allí por un buen tiempo”, señaló un funcionario, que pidió no se divulgara su nombre por no estar autorizado a hacer declaraciones públicas.
El expediente que Meléndez abre ahora, es por lo menos la cuarta investigación en la que se menciona el nombre de José Luis Merino. Ninguno de los investigadores anteriores investigaron denuncias de tráfico de armas y narcóticos, y que un fiscal general salvadoreño afirme que investiga al hombre fuerte del FMLN por esos presuntos crímenes es algo sin precedentes.