Un tiroteo entre las fuerzas de seguridad y un grupo de presuntos narcotraficantes fuertemente armados, en la costa caribeña de Honduras, dejó 2 muertos y 12 detenidos; una señal de los desafíos de seguridad que enfrenta el nuevo presidente del país, Juan Orlando Hernández.
El incidente ocurrió en la zona de La Mosquitia, en el departamento de Gracias a Dios -la punta este en el Caribe del país a lo largo de la llamada Costa de Mosquitos- después de que el ejército hondureño actuara con base en la información dada por Las Unidades Internacionales de Lucha contra el Narcotráfico, informó La Prensa.
Cuando los soldados entraron en el sector de Plaplaya, en las primeras horas del 25 de enero, intercambiaron disparos con los sospechosos, y dieron de baja a dos presuntos traficantes. Aunque algunos de los sospechosos escaparon, las autoridades capturaron a 12 hombres -entre ellos un colombiano y un mexicano- después de una serie de allanamientos, que también dieron lugar a la incautación de armas de alto calibre, equipos de radio y US$99.000 en efectivo, informó El Heraldo.
Todos los hombres detenidos enfrentan ahora cargos por conspiración, tráfico de drogas, porte ilícito de armas e intento de asesinato de las fuerzas de seguridad del gobierno, señaló el periódico.
Análisis de InSight Crime
La redada pone de relieve uno de los principales desafíos que enfrenta el nuevo presidente Juan Orlando Hernández, quien oficialmente toma hoy posesión de su cargo. Desde 2009, Honduras se ha convertido en un centro cada vez más importante para el tráfico de drogas y base de operaciones para los traficantes internacionales. Hernández se ha comprometido a hacer cumplir la extradición con el fin de combatir a los traficantes, aunque aún está por verse si alguno de los 12 capturados tendrá un perfil lo suficientemente alto como para justificar tal acción.
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La Costa de Mosquitos, que domina el Caribe nicaragüense y se extiende hasta Honduras, es una zona estratégica para el tráfico de drogas, muy popular entre los traficantes debido a su lejanía, lo cual significa poca presencia del Estado.
La región es un importante punto de entrada para los vuelos con drogas y barcos transportadores de droga que ingresan al país. El Departamento de Estado de Estados Unidos estima que el 87 por ciento de los vuelos que trafican cocaína, que salen de Suramérica, aterrizan en Honduras. La presencia de un colombiano y un mexicano entre los detenidos apunta a la existencia de organizaciones narcotraficantes internacionales operando en la región, la cual ha sido previamente identificada como un punto de entrega clave para los traficantes mexicanos y colombianos.
Aún está por verse cómo Hernández dominará la violencia y la criminalidad a lo largo de la costa, aunque él ha sido un activo promotor de la militarización de la seguridad.