“Narcomantas” colgadas alrededor de Michoacán han anunciado la llegada de una nueva organización criminal, como un indicio de que el hampa se está reorganizando en el atribulado estado del centro de México, después de varios años de crisis.

El pasado 7 de febrero, el municipio de Zamora amaneció empapelado con mantas firmadas por la “Nueva Familia”. Las mantas anunciaban una “limpieza” de miembros del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), así como de extorsionistas, secuestradores, ladrones, violadores y asesinos, informó Proceso.

Más al sur, en la ciudad puerto de Lázaro Cárdenas, aparecieron mantas con un mensaje similar pero firmadas por “Los Justicieros”.

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El procurador general de Michoacán, José Martín Godoy Castro, le dijo a la prensa que la Nueva Familia no era una nueva organización criminal y que los mensajes habían sido puestos por el grupo conocido como Los Viagras, informó Excelsior. Godoy agregó que las mantas de Lázaro Cárdenas fueron colocadas por grupos vinculados anteriormente a los Caballeros Templarios, agrupación que alguna vez fue dominante, pero que ahora está en gran parte desmantelada.

Sin embargo, funcionarios de inteligencia que hablaron anónimamente con El Universal, aseguraron que los mensajes venían de una nueva alianza formada por Los Viagras y una ramificación de los Caballeros dirigida por Homero González Rodríguez, alias “El Gallito”. González es sobrino del desaparecido narcotraficante mesiánico Nazario Moreno González, alias “El Chayo”, que fue uno de los miembros fundadores tanto de los Caballeros Templarios como de la organización que surgió de ellos, la Familia Michoacana.

Análisis de InSight Crime

Michoacán ha sido y sigue siendo un territorio clave para el crimen organizado mexicano, pero el hampa del estado ha sufrido graves reveses en los últimos años.

En primer lugar, la Familia Michoacana, una mezcla de crimen y espiritualidad tergiversada, se disolvió, lo cual allanó el camino para sus descendientes, Los Caballeros Templarios, que se establecieron como poder criminal dominante en la región. Sin embargo, Los Caballeros fueron expulsados de gran parte de la región por los grupos de autodefensa, y sus dirigentes han sido arrestados o asesinados.

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Numerosos grupos han llenado el vacío que dejaron Los Caballeros, entre los que se encuentran el CJNG y diversas redes que han pasado de ser milicias de autodefensa para incursionar en la criminalidad. Los Viagras, por ejemplo, tienen un largo historial de actividad criminal cooperando tanto con otros criminales como con miembros de los grupos de autodefensa.

Estas redes criminales pueden haber establecido nuevas alianzas —y nuevos enfrentamientos—, pero están fuertemente conectadas a los grupos del pasado, y en lugar de representar una nueva era del crimen organizado en Michoacán, se pueden considerar un reciclaje de la misma dinámica.

Este proceso de grupos disidentes que están remplazando a los carteles se repite en gran parte de México y nos recuerda que desmantelar a las organizaciones criminales y a los individuos que las dirigen no es suficiente para acabar con el crimen organizado en México.