Las autoridades estadounidenses arrestaron a casi mil pandilleros en una operación a nivel nacional denominada “Proyecto Wildfire”, lo cual evidencia aún más que las pandillas tienen vínculos con los carteles mexicanos de la droga y puede ser una señal de la expansión de los criminales mexicanos en Estados Unidos.
Según un comunicado de prensa de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus iniciales en inglés) de Estados Unidos, el Proyecto Wildfire, una operación conjunta entre el ICE y el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, habría dejado como resultado la captura de 976 pandilleros pertenecientes a 239 pandillas diferentes, en 282 ciudades de Estados Unidos. Si bien la mayoría de los detenidos son ciudadanos estadounidenses, las pandillas más afectadas tienen amplios vínculos transnacionales.
La mayor cantidad de detenciones se presentó en la región fronteriza de México y Estados Unidos, pero la operación llegó hasta Detroit y Chicago, donde las autoridades capturaron a miembros de los Latin Kings y Sureños 13 —ambas vinculadas al Cartel de Sinaloa—.
Según el diario El Paso Times, la policía detuvo a 116 pandilleros en El Paso, bastión de Barrio Azteca y Sureños 13, dos pandillas que operan en varios estados de Estados Unidos y cumplen un papel importante en la distribución de drogas para las organizaciones narcotraficantes de México.
En la operación, que comenzó el 23 de febrero y terminó el 31 de marzo, la policía también incautó 82 armas de fuego, 5,2 kilogramos de metanfetamina, 7,8 kilos de marihuana, 5,6 kilogramos de cocaína y 1,5 kilos de heroína.
Análisis de InSight Crime
La relación entre las organizaciones criminales mexicanas y las pandillas estadounidenses ha evolucionado durante los últimos años. Si bien los grupos mexicanos tienden a contratar pandillas estadounidenses para cometer asesinatos y distribuir narcóticos, algunos grupos, como Sureños 13 y Barrio Azteca, una pandilla carcelaria que surgió en Texas, han desarrollado fuertes vínculos con los carteles mexicanos.
Barrio Azteca comenzó su expansión internacional desde Estados Unidos hacia México, donde los miembros de la pandilla trabajaron como combatientes para La Línea, el brazo armado del Cartel de Juárez, durante una brutal batalla por el control de la fronteriza Ciudad Juárez, la cual les permitió a los Aztecas dar el salto al tráfico transnacional de drogas.
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Así mismo, según la Evaluación de la Amenaza de las Pandillas en Texas, realizada en el año 2014, Sureños 13, una pandilla que surgió de la mafia mexicana en California, tomó el control de muchos de los corredores de la droga en Texas con la ayuda del Cartel de Sinaloa.
Las relaciones cada vez más estrechas con las pandillas estadounidenses les permiten a las pandillas mexicanas externalizar los riesgos de entrada al territorio de Estados Unidos. De hecho, a medida que la mayor parte de los carteles mexicanos se fragmentan en pequeños grupos, hay evidencias de que están utilizando cada vez más el secuestro y la extorsión como métodos de financiación en la zona fronteriza. Por ejemplo, un oficial del departamento de policía de Los Ángeles afirmó recientemente que ha recibido reportes de llamadas extorsivas provenientes de México, dirigidas contra latinoamericanos que viven en Estados Unidos.