El saliente presidente de Honduras anunció la remoción del polémico comandante de la policía nacional Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, lo cual plantea una pregunta: ¿por qué ahora?

El presidente saliente Porfirio Lobo nombró a Ramón Antonio Sabillón, quien se venía desempeñando como inspector general de la policía nacional, en reemplazo de Bonilla, 17 meses después de su polémico nombramiento en mayo de 2012. Según el Miami Herald, el traslado se produjo después de que Lobo consultara con el presidente electo, Juan Orlando Hernández, que asumirá el cargo el 27 de enero, pero no se proporcionaron razones.

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El presidente también nombró a un mayor general recientemente promovido, Fredy Díaz, en reemplazo del general René Osorio como cabeza de las fuerzas armadas. Osorio terminará sus dos años en el cargo en enero. Estos cambios fueron acompañados por otras modificaciones a la dirección del ejército y la policía, informó La Prensa.

Además de los cambios en el liderazgo, el gobierno anunció recientemente la compra de tres radares de alta tecnología de Israel por un valor de US$30 millones, destinados a la lucha contra el tráfico de drogas, informó El Faro.

Análisis de InSight Crime

Si bien el tiempo en el cargo de Osorio fue corto, la decisión del Presidente Lobo para nombrar un nuevo jefe de la policía parece extraña, teniendo en cuenta que Hernández pronto tomará las riendas.

Según el Miami Herald, es normal que este tipo de cambios se produzcan cuando el gobierno cambia. Sin embargo, también es posible que la decisión esté vinculada al pasado en materia de derechos humanos de Bonilla y al deseo de entregar un entorno más limpio para el presidente entrante, un miembro del Partido Nacional conservador de Lobo y el actual presidente del Congreso.

Aunque muchos consideraron a Bonilla como el hombre más capaz de limpiar las notoriamente corruptas fuerzas de policía de Honduras, también ha sido acusado de participar en un escuadrón de la muerte y presidir otros, y fue acusado de un asesinato extrajudicial en 2002, del que posteriormente fue absuelto. Sabillón no ha sido implicado en ninguno de esos escándalos, según el Miami Herald.

A pesar de las grandes esperanzas, se han hecho pocos progresos en la aplicación de la reforma de la policía durante el tiempo de Bonilla en el cargo, con muchos policías todavía en sus cargos y sin haber pasado las pruebas de confianza. Además, el historial de Bonilla ha causado una gran tensión en la relación de Honduras con Estados Unidos, un socio en materia de seguridad muy importante para el país.

La compra del radar podría representar otro intento de proporcionar a Hernández las herramientas para implementar eficazmente la estrategia de seguridad de línea dura que ha prometido.

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