La Cámara de Diputados de Paraguay aprobó el desafuero de un congresista del Partido Colorado acusado de lavado de dinero y asociación criminal; sin embargo, las autoridades aún enfrentan grandes obstáculos para erradicar la corrupción en la clase política del país.

El diputado Erico Galeano fue acusado por el Ministerio Público de Paraguay el 19 de mayo y, el 24 de mayo, la Cámara de Diputados votó a favor de quitarle sus privilegios parlamentarios.

Los fiscales afirman que Galeano prestó su avión privado para facilitar las operaciones de narcotráfico dirigidas por el conocido criminal Miguel Insfrán, alias “Tío Rico”, y por Sebastián Marset, una misteriosa figura del hampa que presuntamente fundó el Primer Cartel Uruguayo (PCU).

Hay otras acusaciones que se remontan a principios de 2022, cuando Galeano fue vinculado a una propiedad perteneciente a un socio de Insfrán, el narcotraficante Hugo González. El senador Derlis Osorio acusó además a Galeano de pedirle dinero para ayudar a sacar a Marset de una prisión, después de que fuera arrestado en octubre de 2021 por viajar con un pasaporte falso.

Un día antes de su juicio político, Galeano convocó a una conferencia de prensa para comentar las acusaciones. Allí confirmó que le vendió la propiedad a González, pero afirmó que no tiene ninguna relación con él.

“Yo no conocí al señor, solo a través de intermediarios”, dijo Galeano, agregando que tampoco había estado en contacto con Insfrán ni con Marset.

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La investigación en torno a Galeano hace parte de la Operación A Ultranza Py, el mayor operativo contra el narcotráfico y el lavado de dinero en la historia de Paraguay.

Desde febrero de 2022, la operación ha ido tras la organización narcotraficante dirigida por Insfrán y Marset desde Paraguay. La red ha estado vinculada con al menos 16 toneladas de cocaína enviadas de Paraguay a Europa, con cargamentos que hacían escala en Uruguay y Argentina.

Las labores de la Operación A Ultranza han llevado al arresto de docenas de traficantes y a la incautación de activos avaluados en cientos de millones de dólares. Insfrán, uno de los principales objetivos de la operación, fue detenido en Brasil en febrero de este año y extraditado a Paraguay el 19 de mayo. También es uno de los principales sospechosos del asesinato, en mayo de 2022, del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, uno de los líderes de la Operación A Ultranza. Las autoridades aún no han presentado acusaciones formales contra Insfrán.

Análisis de InSight Crime

El juicio político a Galeano demuestra la voluntad de las autoridades de combatir la corrupción en las altas esferas del gobierno. Pero el continuo apoyo popular a figuras políticas vinculadas a la corrupción podría frenar el impulso de las exhaustivas investigaciones de A Ultranza.

Si bien la Operación A Ultranza ha logrado dejar en evidencia la extensa influencia del narcotráfico en el país, no ha logrado poner a la opinión pública paraguaya en contra de quienes han sido acusados de tener vínculos con las redes criminales, como le dijo a InSight Crime Carlos Peris, sociólogo y experto en narcotráfico adscrito a la Universidad Nacional de Asunción.

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El experto puso el ejemplo de Galeano, quien, a pesar de que hace mucho tiempo tiene múltiples acusaciones que lo conectan con el narcotráfico, en abril de este año fue elegido para un mandato de cinco años como senador.

La elección de Santiago Peña como presidente, el pasado 30 de abril, es otro ejemplo. Peña es un aliado cercano del expresidente Horacio Cartes, quien está sancionado por el Departamento de Estado de Estados Unidos por “corrupción significativa” y tiene estrechos vínculos con el narcotráfico y el contrabando de cigarrillos. Aun así, Cartes continúa siendo presidente del Partido Colorado.

La toma de posesión de Peña, prevista para agosto, podría ser un punto de inflexión para los esfuerzos anticorrupción como A Ultranza. Pero los verdaderos logros, dice Peris, se evidenciarán “en tanto se pueda avanzar con las causas judiciales, si es que se pueden establecer condenas reales y que esa condenas reales establezcan paradigmas de control”.