Una seguidilla de importantes decomisos de cocaína en la región Atlántica de Honduras presenta un crudo recordatorio sobre la importancia de la región para el tráfico internacional de narcóticos.

Entre enero y mediados de abril de 2021, las autoridades hondureñas decomisaron cerca de cuatro toneladas de cocaína en el departamento de Colón — situado estratégicamente sobre un corredor de drogas que atraviesa la costa Atlántica— según datos de decomisos recopilados en un reportaje de Proceso Digital.

Solo los decomisos de Colón ya superan el total de la cocaína incautada en Honduras en todo 2019, y durante el primer semestre de 2020, según cifras oficiales.

El mayor decomiso ocurrió el 19 de marzo, cuando la policía hondureña descubrió 1,6 toneladas de cocaína almacenadas en un lote baldío en el municipio de Iriona, en Colón, según el reportaje de Proceso Digital. Semanas después, las autoridades hallaron 911 kilos de cocaína en una bodega de una población vecina.

En febrero, el ejército de Honduras interceptó un barco frente a la costa Atlántica y halló 1,3 toneladas de cocaína escondidas en un compartimiento secreto durante una inspección en un muelle de Trujillo, Colón, según relató Proceso Digital.

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Las fuerzas de seguridad del país también han descubierto tres plantaciones de coca, un laboratorio de producción de cocaína y una pista clandestina en el departamento desde el inicio del año. La mayoría de operativos fueron realizados en Iriona, según el mismo artículo.

La cocaína confiscada en Colón representa dos terceras partes de las 5,9 toneladas decomisadas en Honduras entre enero y abril de 2021, según fuentes del ejército citadas por Proceso Digital.

Análisis de InSight Crime

Por un tiempo largo tiempo bajo el foco del narcotráfico, el reciente repunte de los decomisos de cocaína en Colón señala un nuevo auge de los corredores de tráfico que atraviesan este departamento.

Situado entre las rutas clandestinas del nordeste de la costa Caribe de Honduras y su frontera oeste con Guatemala, Colón se encuentra en el centro de uno de los corredores de tráfico terrestre más importantes de Centroamérica, por donde se trasiegan cargamentos de cocaína con destino a Estados Unidos.

Ahora que los decomisos de los primeros meses del año suman más de cuatro toneladas, el departamento se posiciona como territorio clave en medio de un resurgimiento general de las rutas terrestres que conectan el Atlántico de Honduras con el Oeste.

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El departamento, por supuesto, no es ajeno al narcotráfico, pues durante años sirvió como base de operaciones del Cartel de Los Cachiros, uno de los clanes narco más notorios de Honduras, que tuvo a Colón como punto de tránsito para el tráfico de más de cien toneladas de cocaína hacia Estados Unidos, según cálculos del antiguo líder del cartel.

La caída de grupos como Los Cachiros dejó tras de sí una gran fragmentación de las operaciones de narcotráfico en todo Honduras, y el aumento de la competencia entre redes más pequeñas por el control de territorios estratégicos.

En Colón no hay indicios claros de que algún grupo específico haya tomado la batuta. Lo que sí es mucho más claro es la diversificación de actividades entre los traficantes, con evidencia de incursiones en la producción de cocaína, como lo demuestran la serie de sembrados de coca descubiertos en el departamento este año y el anterior, los cuales se concentran en el montañoso municipio de Iriona.