El asesinato de dos traficantes brasileños en un departamento fronterizo de Bolivia representa un nuevo ejemplo de la violencia desbordada por la guerra entre las dos agrupaciones criminales más poderosas de Brasil por el control de las rutas de tráfico de drogas.

Los presuntos traficantes, que al parecer hacían parte del grupo brasileño Primer Comando de la Capital (Primeiro Comando da Capital, PCC), fueron asesinados a tiros en un lapso de pocos días a finales de enero. El primero fue acribillado por dos sicarios que se desplazaban en motocicleta en la ciudad fronteriza de San Matías, Bolivia. El segundo recibió 11 tiros en una concurrida calle de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, capital del departamento de Santa Cruz.

Los homicidios son una acción más en el marco de un conflicto de larga data entre el PCC y su principal rival, el Comando Rojo (Comando Vermelho, CV), según un agente de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) de Bolivia. Las autoridades de ese país han redoblado la presencia policial en el departamento de Santa Cruz, especialmente en la población fronteriza de San Matías.

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Con una población de 15.000 habitantes, este municipio se ha convertido en zona roja en medio de la escalada de la guerra entre el PCC y el CV, como lo señaló un agente antinarcóticos boliviano en declaraciones para El Deber. Un cruento ejemplo fue el hallazgo que hicieron las autoridades del cuerpo de un miembro del CV enterrado en una propiedad de San Matías en octubre de 2021.

Análisis de InSight Crime

La prolongada violencia en el departamento de Santa Cruz, Bolivia, se debe básicamente a que la región fronteriza es uno de los principales puntos de acceso de cocaína para el PCC.

Desde su fuente en la región de Chapare, oeste de Bolivia, y en el vecino Perú, la cocaína se lleva a Santa Cruz, desde donde puede introducirse a Brasil o Paraguay. Sin Santa Cruz, se ve amenazada la capacidad del PCC para comprar enormes cantidades de cocaína a bajo precio. Inclusive, la ciudad de Santa Cruz se ha convertido en punto de reunión de una poderosa confederación del PCC, conocida como Narcosur, según declaraciones publicadas como parte de una investigación reciente del medio periodístico Estadão, de Brasil.

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El CV también ha puesto los ojos en Santa Cruz para debilitar al PCC y llevarse una tajada del tráfico de drogas que se concentra allí. Aunque la agrupación ya está atrincherada en el estado vecino de Mato Grosso, Brasil, el grupo se ha visto debilitado en los últimos días, por cuenta de las pérdidas sufridas en su plaza fuerte de Río de Janeiro y los conflictos en las regiones del nordeste y el Amazonas en Brasil.

Por su parte, el PCC ha estado haciendo avances en Mato Grosso desde el vecino Mato Grosso do Sul. Santa Cruz también es un foco de tráfico aéreo para el PCC.

Aun así, el Comando Rojo no parece dispuesto a ceder el control total de la región ante su rival, lo que significa que la guerra de pandillas brasileñas en Bolivia está abocada a una continua escalada sin fin a la vista.