Álex Nain Saab Moran es un empresario colombiano, sospechoso de lavado de dinero a nivel internacional. Aliado cercano del presidente venezolano Nicolás Maduro, las autoridades lo señalan de haber diseñado montajes multimillonario que involucran a funcionarios del gobierno venezolano.

Saab está preso en Estados Unidos desde 2021. Fue extraditado desde Cabo Verde después de ser aprehendido en 2020, cuando su avión privado aterrizó en la nación de África occidental a abastecerse de combustible.

A Saab se le acusa de hacer parte de un esquema de corrupción que incluyó coimas a funcionarios del gobierno venezolano. Según el Departamento de Justicia estadounidense, Saab y su socio desviaron más de US$350 millones a cuentas en el exterior.

Historia

Álex Saab es hijo de un inmigrante libanés que se estableció en la ciudad de Barranquilla, Colombia, donde abrió varios locales comerciales y se desempeñó con éxito en el área textil.

En sus inicios se asoció con Álvaro Pulido, un empresario colombiano que estuvo involucrado en narcotráfico, quien lo habría invitado para hacer negocios en Venezuela.

Entre 2004 y 2011, los dos hombres exportaron mercancías a Australia, Ecuador y Venezuela a través de una sociedad llamada Shantex S.A. En Venezuela, sus clientes eran pequeñas empresas poco conocidas que tenían acceso a dólares a una tasa de cambio preferencial gracias al sistema de cambio de divisas oficial de la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI), conocido por graves escándalos de corrupción.

La estrecha relación entre Álex Saab y el chavismo data de 2011, cuando firmó en el Palacio de Miraflores un convenio para suministrar partes para construir casas prefabricadas para la “Misión Vivienda” en presencia del entonces presidente Hugo Chávez, su canciller Nicolás Maduro y el expresidente colombiano Juan Manuel Santos.

El acuerdo se hizo por medio de la empresa Fondo Global de Construcción (Foglocons), a través de la cual Saab y Pulido obtuvieron acceso a tasas de cambio preferenciales en Venezuela y al Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (Sucre), que Colombia impulsaba junto a Ecuador.

Entre 2012 y 2013, la empresa recibió cerca de US$159 millones para importar al país los kits de vivienda, pero solo entregó productos equivalentes a US$3 millones. Ecuador ha investigado tales exportaciones al sospechar que incurrían en lavado de dinero, operaciones ficticias y sobrefacturación con la filial de Foglocons en Ecuador. Aunque el caso fue sobreseído, autoridades de Ecuador continúan investigando la trama.

La dupla Saab-Pulido empezó a participar en contratos en el sector de alimentos en 2015, cuando una sociedad recién creada en Panamá bajo el nombre Global Foods Trading, relacionada con los dos empresarios a través de testaferros, firmó al menos cuatro contratos por cerca de US$125 millones para suministrar maíz, trigo, arroz y soya a Venezuela.

Desde finales de 2016, con Group Grand Limited, Saab firmó lucrativos contratos para proveer millones de paquetes de alimentos para las cajas de comida entregadas por los Comités de Abastecimiento y Producción (CLAP) con la gobernación del estado Táchira y la Corporación Venezolana de Comercio Exterior (Corpovex).

Aunque desde su inicio como contratista Saab intentó mantener un bajo perfil, su nombre se dio a conocer en agosto de 2017 cuando la exfiscal general de Venezuela Luisa Ortega Díaz lo identificó como el hombre detrás de Group Grand Limited junto a los empresarios colombianos Álvaro Pulido y Rodolfo Reyes, y alegó que la compañía pertenecía realmente al presidente Maduro.

Al entramado se unen otro par de empresas registradas en los Emiratos Árabes Unidos como intermediarias en el negocio de los CLAP. Esto ocurrió al mismo tiempo que el gobierno de Nicolás Maduro se acercaba al del turco, Recep Tayyin Erdogan, para la refinación del otro extraído del Arco Minero del Orinoco y para convenios alimentarios.

Pocos meses después, Nicolás Maduro oficializó la creación de una empresa mixta entre la estatal Compañía General de Minería de Venezuela (CVG Minerven) y una sociedad con registro turco, Marylins Proje Yatirim. Una investigación del portal Armando.Info pudo vincular esta última a Mulberry, otra empresa de Saab, prueba de la participación del colombiano en los negocios del oro venezolano.

En junio de 2020, Saab fue detenido luego de que su avión aterrizara en Cabo Verde. De inmediato, Estados Unidos presentó una solicitud de extradición que fue aprobada por la Corte Constitucional de Cabo Verde en septiembre de 2021.

Tras esto, Maduro, quien nunca había mencionado a Saab públicamente, suspendió las negociaciones con la oposición y emprendió una extensa campaña en su defensa, mientras que la Defensoría del Pueblo de Venezuela alegó que este tiene inmunidad diplomática y se encontraba en una misión humanitaria a Irán al momento de su detención, aunque la veracidad de dicha condición diplomática es cuestionada.

En el juicio se reveló que Saab se convirtió en colaborador de la Administración de Control de Drogas (Drug Enforcement Administration – DEA) en 2018, a la cual le giró más de US$10 millones obtenidos por corrupción, ofreció información de la corrupción en el gobierno de Maduro y también acordó entregarse a la justicia estadounidense el 30 de mayo de 2019, lo cual incumplió.

Actividad criminal

Álex Saab es acusado de blanqueo de capitales en Estados Unidos, mientras que en Colombia fue imputado por un número de cargos incluyendo lavado de activos, concierto para delinquir, enriquecimiento ilícito, exportaciones e importaciones ficticias y estafa agravada. En Italia, Saab también enfrenta cargos por lavado de activos y otros cargos.

El empresario colombiano tejió una red de empresas opacas registradas en su mayoría en paraísos fiscales a nombre de terceros, como su hijo y el hijo de su socio Álvaro Pulido, sus hermanos y sus aliados. Desde aquellas ha supuestamente emprendido exportaciones ficticias y actividades de corrupción que le han dejado cientos de millones de dólares en ganancias.

En sus contratos para la provisión de comida a los CLAP, investigaciones periodísticas han comprobado la existencia de sobreprecios en las facturas, así como la mala calidad y los bajos valores nutricionales de los productos adquiridos.

La incursión de Saab en las transacciones del oro venezolano demuestra otra arista de sus actividades criminales. Se ha denunciado la participación de grupos criminales venezolanos, funcionarios de seguridad corruptos y de la guerrilla colombiana, tanto el Ejército Nacional de Liberación (ELN) como las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, conocidas como ex-FARC Mafia, en la extracción de metales preciosos. 

Geografía

Las principales operaciones de Álex Saab y sus socios han enfocado en Venezuela, donde ha contado con el visto bueno del gobierno de Nicolás Maduro.

Para ello, Saab ha constituido empresas en más de una docena de países, incluyendo Brasil, China, Ecuador, México, Hong Kong, India, Panamá, Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, Emiratos Árabes Unidos, Italia y Turquía, algunas de las cuales han sido empresas fantasmas. Investigaciones de varios países han rastreado el dinero recibido por los tratos con Venezuela a bancos en Estados Unidos, Panamá, Malta, España, India, Israel, Italia, Reino Unido, Rusia y más.

Al principio, Saab y sus socios usaron varios países de la región para establecer bases de operaciones para sus empresas, como Colombia, Ecuador, México y Panamá. En los últimos años, a medida que sus actividades empezaron a ser investigadas, movió sus operaciones a Europa, con ayuda de su esposa, la italiana Camilla Fabri y sus familiares.

Aliados y enemigos

El hecho de que Nicolás Maduro pagara cientos de millones de dólares a Saab, en medio de la crisis económica más grave vista por el país, indica que la relación entre ambos trasciende lo comercial.

Álex Saab logró entablar relaciones con personas clave en Colombia que lo ayudaron a llegar a las altas esferas del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. Una de las principales es la exsenadora colombiana Piedad Córdoba, quien en varias entrevistas ha comentado sobre su relación con el empresario oriundo de la ciudad de Barranquilla.

Perspectiva

Los esfuerzos de Maduro para liberar a Saab no han sido escasos, bien sea por su papel como testaferro, o por la información que pudiese divulgar sobre los secretos financieros de Venezuela para salvarse a sí mismo.

Sin embargo, el rol de Saab como proveedor del gobierno parece haber sido rápidamente ocupado por su socio Álvaro Pulido, quien ha continuado e incluso incrementado los negocios sucios con el gobierno venezolano, y quien parece ser el verdadero cerebro detrás de las operaciones de Saab.