El 18 de diciembre de 2010, una liga local de fútbol de Cobán tuvo su campeonato. Uno de los equipos representaba al entonces gobernador de Alta Verapaz, José Adrián López. El otro, a Overdick. El equipo de Overdick ganó pero, como lo estableció un periódico local, el gobernador tuvo su “revancha” cuando, al día siguiente, el gobierno envió tropas y policía adicional como parte del Estado de Sitio en Alta Verapaz. El sitio duró dos meses, durante el cual personal militar arrestó a 22 sospechosos e incautó pequeñas cantidades de dinero; al igual que 41 vehículos, 39 rifles de asalto, casi todos Kalashnikov, y 23 ametralladoras alemanas.

Esta operación fue aclamada por el Gobierno como un éxito; sin embargo, oficiales gubernamentales de Alta Verapaz dijeron que los capturados no eran altos mandos. En efecto, muchos dijeron que vieron largas caravanas saliendo de Alta Verapaz tanto antes como después del partido de fútbol. El dato de que se venía el Estado de Sitio, según dijeron, venía de la policía local. Presuntamente, Los Zetas se reubicaron en San Miguel Chica, un pequeño pueblo en la vecina provincia de Baja Verapaz donde el grupo también muchos reclutas de entre los muchos exsoldados desempleados que vienen de esa zona. Por su parte, Overdick puede haber evacuado temporalmente el área, pero no se escondió. No se encuentra acusado de ningún crimen en Guatemala y ha aparecido en eventos públicos con servidores públicos de alto rango.

*Este artículo hace parte de una serie sobre la presencia y expansión de Los Zetas en Guatemala. Vea la serie completa aquí. También puede descargar el PDF completo aquí.

El estado de sitio fue, en parte, una respuesta a la expansión de Los Zetas en 2010. Luego de consolidar su control en Cobán, Los Zetas pasaron a la ofensiva. Parte de esto está relacionado con el hecho de que cortaron lazos con sus progenitores del Cartel del Golfo. En enero de 2010, luego del homicidio de uno de sus comandantes a manos de uno de los del Golfo, Los Zetas exigieron a los gatilleros. Cuando los líderes del Cartel del Golfo rechazaron la petición, los dos se separaron definitivamente. Los estados de Tamaulipas y Nuevo León, en el norte de México, se convirtieron desde entonces en campos de batalla.

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El rompimiento de las relaciones entre los Zetas y el Cartel del Golfo ha hecho que Guatemala cobre mayor importancia para Los Zetas. Ellos enviaron un ostentoso nuevo comandante al área a principios de 2010. Alias “Z- 200” es presuntamente un hombre joven, entre los 20 y principios de los 30 años. Sobrino de un alto mando de Los Zetas en México, el estilo abrasivo de Z-200 se ha ganado la antipatía incluso de sus colegas Zetas y aliados locales.

El cambio de táctica también fue inmediato. El 26 de junio de 2010, Los Zetas sospechosos del asesinato de Giovanny España , el hombre que asumió el imperio León, luego de la muerte de Juancho León, y de cuatro de sus guardaespaldas cuando conducían por una carretera rural, en el estado de Zacapa. En septiembre de 2010, interceptaron a otro presunto aliado de la familia León cuando conducía una caravana de siete carros llenos de guardaespaldas en Zacapa.

En octubre, en un preludio de la masacre de mayo de 2011 en Los Cocos, Petén, una caravana grande de camionetas todoterreno y de platón, viajó desde Cobán a ese estado norteño. Los hombres armados hicieron varias paradas en los días venideros, incluyendo una en la que mataron a un hombre, otra donde saquearon una estación de gasolina propiedad de la familia rival de narcotraficantes, el Clan Mendoza; y una tercera, en la cual atacaron a un grupo de hombres que protegían a la viuda de España en Menchor de Mencos, un municipio a lo largo de la frontera con Belice.

En su camino de vuelta por Petén, en la vía que conduce a Tikal, se enfrentaron con la Policía y el Ejército. En los meses previos a la masacre de mayo en Los Cocos, saquearon dos estaciones de gasolina más, ambas de propiedad del Clan España: una en Zacapa y la otra en Petén.

El desenfreno de octubre fue un mensaje para los rivales de Los Zetas: no estaban conformes con Alta Verapaz. En efecto, el interés de los Zetas está en dos estados clave: Zacapa y Petén. Ambos son corredores cruciales, cuya consolidación hace de Los Zetas el grupo narcotraficante más formidable en Guatemala. Zacapa es una intersección crítica para las drogas que entran desde Honduras o que vienen de El Salvador. Petén representa un tercio del norte del territorio del país; es una vasta jungla con fronteras descuidadas con Belice y México, con carreteras y pistas clandestinas de aterrizaje que hacen de la región un lugar ideal para mover el producto ilegal.

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Actualmente Zacapa está asignada a Jairo Orellana, alias “El Pelón”, de acuerdo con agentes antidrogas locales y extranjeros. Orellana es padre de un hijo con Marta Lorenzana, la viuda de Juan León e hija de Waldemar Lorenzana, fuentes de las autoridades le contaron a InSight Crime. Esa relación establece lazos entre los Lorenzanas y la alianza Overdick-Zetas, haciéndolos el grupo narcotraficante más formidable en el país.

En Petén, Los Zetas están estableciendo bases en los municipios de Poptún y Sayaxche. Poptún bordea a Belice y es un terreno fértil para reclutamiento, puesto que es donde se entrenan los Kaibiles. Pero Sayaxche tiene mayor valor estratégico. Su frontera con México no tiene cruces formales y ofrece un gran número de pasajes y rutas de contrabando. El río Pasión y muchos de sus cauces que cruzan el municipio convergen a lo largo de la frontera con el río Usumacinta. Esto conecta al grupo con otro fortín estratégico, Playa Grande, en la selva Ixcán, y con una carretera en México que corre paralela a la frontera norte guatemalteca y lleva directo al corazón de Chiapas.

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Sayaxche también está bien conectado con Alta Verapaz en el sur donde se construye el principal proyecto de infraestructura del país, la Franja Transversal del Norte. La autopista eventualmente conecta el país de este a oeste creando lo que podría convertirse en una superautopista para el tráfico de droga. Sayaxche está conectado al área de la Laguna del Tigre, al norte de donde Los Zetas y otros reciben las drogas vía aérea, por bote y tierra, y la mueven a través de la frontera con México. En la provincia de La Libertad, entre la Laguna del Tigre y Sayaxche, hay numerosos pasajes “ciegos”,lo suficientemente grandes para acomodar camiones. (La débil seguridad a lo largo de la frontera México-Guatemala se señala en este cable de Estados Unidos publicado por Wikileaks).

No es sorpresa que Sayaxche haya sido por bastante tiempo un corredor estratégico para traficantes grandes y pequeños. Las familias criminales León y Mendoza compraron grandes extensiones de tierra en este municipio. La familia León fue particularmente ingeniosa comprando o robando numerosas porciones de tierra en corredores estratégicos para el tráfico, que los ayudara para llevar a cabo otros negocios. Sus alianzas se extienden hasta La Libertad, el lugar donde Los Zetas enfocaron sus esfuerzos en mayo de este año. No es claro cuál fue la fuente de la disputa que llevó a la masacre de mayo. El mensaje público hacia Otto Salguero, un presunto aliado del Clan León, dio la apariencia de que Los Zetas están determinados a eliminar todos los rezagos de la red de León.

Luego de que el Estado de Sitio terminara en Cobán en febrero, Los Zetas se escabulleron de vuelta al área con un perfil relativamente más bajo y una nueva estructura que parece compartir servicios con otras organizaciones locales. Reemplazaron los Hummers por Toyotas Corolla, según relató un comerciante local a InSight Crime. Los operadores mexicanos se alejaron de Cobán, y en su lugar enviaron a nicaraguenses y hondureños para hacer el trabajo sucio. Estos escalones más bajos de la organización reactivaron los cobros de extorsión y “piso”, y han buscado controlar el mercado local de droga, que se encuentra en expansión en el área.

Los Zetas se aliaron también con otro grupo guatemalteco popularmente conocido como los “Chulamicos”, que proporciona armas, inteligencia, vehículos, refugios y soldados adicionales a varios grupos, cuando es necesario. Dos líderes de estos “Chulamicos” se encuentran relacionados con algunos miembros del equipo de seguridad de Overdick. Parece que entre ellos comparten pedazos de una red de sicarios, cuyo centro permanece bajo el control firme de Z-200. No obstante, esto no significa que las otras facciones de esta red no mantengan sus propias fuerzas de seguridad. El resultado es una red aparentemente desactivada pero funcional, cada parte con su propia especialidad o servicio que la hace necesaria para el resto.

Los Zetas, por ejemplo, manejan el núcleo del equipo de seguridad, pero aún dependen para todo de Overdick y otros operadores locales, desde el producto ilegal hasta las oportunidades de lavado de activos. Presuntamente, Overdick ha asumido la red de narcotráfico de otro poderoso mafioso que fue capturado y extraditado a los Estados Unidos. Esta red se extiende desde Colombia hasta Guatemala. Aparentemente son Los Zetas quienes le compran a él sus cargas de cocaína y no al revés. No es seguro si los contactos de Los Zetas llegan hasta Colombia. El espasmo de violencia reciente de Los Zetas refuerza la teoría de que no cuentan con proveedores propios; y que necesitan mantener el control en este cuello de botella crítico en la cadena de distribución para mantener la ventaja competitiva con otros, como el Cartel del Golfo.

Lo que se viene para esta red amorfa, pero sólida, no es claro. La violencia de mayo en Petén y Alta Verapaz marcó la pauta para una guerra abierta en contra las demás familias criminales de Guatemala. Esto parece estar ganando fuerza. En Petén un presunto aliado político de la familia Mendoza se quejó de amenazas de Los Zetas y exilió a su familia mientras la temporada electoral continuaba rápidamente. Empero, aún hay muchos grupos fuertes en Guatemala. La familia Mendoza mantiene una red sólida en Petén y en otras partes del país. Otra red liderada por el hermano del narcotraficante recientemente capturado, sigue operativa en San Marcos, a lo largo de la frontera con México. Otros guatemaltecos están encargados de la autopista principal en el corredor de Huehuetenango, al norte de San Marcos. Estos grupos trabajan en conjunto con el Cartel de Sinaloa, el rival más grande de Los Zetas en Centroamérica.

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Los intentos de Los Zetas para invadir a estos jugadores locales en otras provincias guatemaltecas han fallado. Por ejemplo, en noviembre de 2008, Los Zetas lanzaron un ataque sorpresa en contra de algunos operadores locales en Huehuetenango. Los locales repelieron el ataque. Las noticias reportaron 17 muertes. Cuando InSight Crime visitó el área a comienzos de 2010, personal local de seguridad mencionó que el número se acercaba más a 60 muertes, la mayoría, según ellos, fueron Zetas. Desde entonces Los Zetas han estado peleando, infructuosamente, para arrebatar el área de esos grupos.

Es más, en las últimas semanas el gobierno ha demostrado ser muy capaz. Luego de la masacre, se llamó al estado de sitio en Petén, el cual se prolongó hasta septiembre de 2011. Las autoridades arrestaron a algunos presuntos miembros de Los Zetas, incluyendo a varios comandantes que operaban en el área de Cobán. En las últimas semanas, otra operación logró la captura de 10 operadores más, incluyendo el cabecilla del grupo “Chulamicos”.

Muchos, posiblemente incluso algunos de los más antiguos aliados de los Zetas, podrían estar teniendo dudas sobre su confiabilidad, brutalidad y las tácticas que llaman la atención. Algunos que han hecho negocios con el grupo han terminado muertos y los que sobrevivieron a Los Zetas se encuentran en la cárcel. Las tácticas criminales violentas, empleadas usualmente por Los Zetas sirvieron para asustar tanto a sus rivales como a los ciudadanos, pero socavaron las operaciones comerciales de igual manera. “Z-200” ha logrado hacerse a bastantes enemigos, y hay rumores de descontento con él en el mundo del hampa en Cobán.

Pero aún quedan pregunta sobre la capacidad local para enfrentar a Los Zetas. La guerra psicológica parece haber afectado tanto a sus amigos como a sus enemigos, y aunque Los Zetas puedan debilitarse con una ofensiva gubernamental sin precedentes, siguen siendo la estructura militar más formidable de la región.

Lo que suceda de ahora en adelante depende de la evolución de algunas de estas alianzas en otras partes de la región. Comerciantes locales contactados por InSight Crime en Cobán están buscando la manera de responder, posiblemente con las mismas tácticas sucias usadas por Los Zetas. Algunos incluso trabajan de la mano de los militares en un intento por purgar a la región de los “invasores”. Mientras InSight Crime estaba en Cobán, dos presuntos operadores de los Zetas fueron asesinados en las afueras del pueblo, como un posible preludio de cosas venideras.

No obstante, el modelo de Los Zetas y su estructura es algo que Guatemala nunca ha experimentado. Su gran equipo de seguridad y alianzas libres no dependen de lazos de sangre y abren el mundo criminal a un gran número de pequeños grupos. Esto es algo evidente en México, donde facciones de lo que fueron grupos criminales grandes se pelean cada vez más entre ellos mismos. Así, que si Los Zetas son eliminados, es probable que otro grupo criminal tome su lugar, intentando replicar el modelo de Los Zetas de crear una estructura militar grande para monopolizar el piso y hacerse a una parte del mercado de distribución internacional de drogas. Por lo tanto, la estabilidad posiblemente requiera algo más que la purga de Los Zetas.

*Este reporte es el resultado de cuatro meses de investigación, incluyendo varios viajes a Guatemala en este año, durante los cuales el autor habló con residentes locales, comerciantes, políticos, periodistas, investigadores y servicios de inteligencia locales y extranjeros en un intento por pintar un panorama completo y actualizado sobre la forma como operan Los Zetas en Guatemala.

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Steven Dudley is the co-founder and co-director of InSight Crime and a senior research fellow at American University’s Center for Latin American and Latino Studies in Washington, DC. In 2020, Dudley...

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