Las incautaciones regulares de narcóticos cerca de la frontera de Ahuachapán con Guatemala indican que el departamento es punto de tránsito de cocaína y marihuana. La pandilla callejera Mara Salvatrucha (MS13) presuntamente participa en el transporte de narcóticos y controla la distribución local de drogas ilícitas en el departamento.  

La cocaína es llevada por vía terrestre y marítima a lo largo de la costa del departamento sobre el Pacífico, donde se utilizan pequeñas lanchas de motor para transportar la droga por ríos o descargar cargamentos de narcóticos en las playas del municipio costero de San Francisco Menéndez. 

La MS13 es la pandilla dominante en el departamento, aunque una facción del Barrio 18 Sureños también mantiene una presencia menor en algunos municipios fuera de la capital del departamento.

Actores criminales 

MS13: la pandilla callejera Mara Salvatrucha (MS13) tiene una importante presencia en Ahuachapán y presuntamente está activa en nueve de los doce municipios del departamento. La pandilla es la fuerza dominante en sus dos mayores economías criminales: extorsión y narcomenudeo. En la capital administrativa, que tiene el mismo nombre del departamento, la MS13 ejerce tal control que los actores estatales pueden verse obligados a negociar con las pandillas por medio de intermediarios, para entrar a ciertos sectores a prestar servicios como los de salud. Un miembro destacado de la MS13, Moris Alexander Bercián Machón, alias “El Barney”, llegó a controlar la distribución de estupefacientes en el departamento de Ahuachapán y en el vecino departamento de Sonsonate. También se le ha vinculado con cargamentos internacionales de narcóticos. La pandilla también participa en tráfico de armas. 

Barrio 18 Sureños: la pandilla callejera Barrio 18 tiene presencia en Ahuachapán, principalmente en los municipios de Turín, Atiquizaya, El Refugio y Tacuba. Como sus contrapartes de la MS13, la pandilla se dedica mayormente a la extorsión y al narcomenudeo. No obstante, no hay indicios de que el Barrio 18 tenga participación en el tráfico transnacional de narcóticos o en el tráfico de armas. El Barrio 18 recluta activamente nuevos miembros en el departamento y en algunas ocasiones ha forzado a niños a ingresar a sus filas. 

Economías criminales 

Tráfico de armas: Ahuachapán es punto de entrada de armas ilegales introducidas a El Salvador desde Guatemala. La MS13 parece ser un comprador importante de armas ilícitas, presuntamente con la compra de AK-47 y M-16 a grupos criminales de Guatemala. Los traficantes aprovechan los puntos ciegos en la frontera para introducir las armas ilícitas al departamento. Esto indica la existencia de un mercado negro al menos moderado de armas ilegales en Ahuachapán. 

Cocaína: la costa de Ahuachapán es punto de desembarque de cargamentos de cocaína procedentes de Suramérica, lo que sugiere que el departamento hace parte de una ruta internacional de tráfico de cocaína. Grandes extensiones de litoral del departamento carecen de vigilancia de las autoridades. También hay evidencia de que la cocaína se trafica a través del departamento en dirección a Guatemala, usando rutas de tráfico terrestres. Existe una conexión documentada entre los grupos narcotraficantes guatemaltecos y sus contrapartes salvadoreños en Ahuachapán, así como conexiones menores con la MS13. Ahuachapán es uno de los principales puntos de salida para los cargamentos de cocaína que atracan en la costa Pacífica y entran a Guatemala por medio de la porosa frontera occidental del departamento. No obstante, la participación de El Salvador en el tráfico regional de cocaína no es tan prominente como en los países vecinos, por lo que las ganancias que se quedan en este país son relativamente menores.

Cannabis: la frontera de Ahuachapán con Guatemala es punto de tránsito para los cargamentos de marihuana que entran a El Salvador. Dos municipios de Ahuachapán se contaron entre los municipios salvadoreños con la mayor cantidad de decomisos de cannabis entre 2013 y 2019, lo que significa que el tráfico de marihuana es una de las economías más lucrativas de la zona. El municipio de Atiquizaya es uno de los principales bastiones de la MS13 en el oeste de El Salvador y es usado por la pandilla para distribuir cannabis al resto del país. 

Delitos ambientales: es posible que exista tala ilegal a pequeña escala en Ahuachapán, pero no hay evidencia de una industria de extracción maderera importante. En el departamento se han rescatado aves en peligro de extinción. También se conocen denuncias de tráfico de productos de tortuga a pequeña escala. En 2015, residentes locales protestaron contra la deforestación de la zona protegida El Chino. 

Trata de personas: en zonas cerca a la frontera con Guatemala operan redes de trata. La MS13 tiene fuerte presencia en Ahuachapán y, en algunos casos, algunos de miembros de esa pandilla han forzado a mujeres jóvenes a la prostitución. Además, Ahuachapán es un punto de tránsito clave para los migrantes, quienes son vulnerables a la trata de personas. No obstante, esta economía criminal parece ser modesta en el departamento.  

Tráfico de personas: se estima que en 2019 retornaron alrededor de 2.500 salvadoreños a Ahuachapán desde Estados Unidos y México. Dado el costo que tiene contratar a un coyote de la zona (cerca de US$10.000), esta parece ser una economía criminal rentable, que llega a las decenas de millones de dólares. Aparte de los salvadoreños, Ahuachapán también es punto de tránsito importante para migrantes indocumentados de todo el mundo, que cruzan la frontera con Guatemala con rumbo a Estados Unidos. 

Extorsión: la extorsión es una característica consistente de la vida en el departamento. Este delito es perpetrado mayormente por las pandillas callejeras sobre operadores de transporte público, comerciantes y otros sectores económicos con una cuota semanal o mensual.  

Fuentes: Este perfil se basó en investigación de campo realizada en Ahuachapán e investigación en San Salvador, donde InSight Crime entrevistó a altos oficiales de División Antinarcóticos de la Policía Nacional Civil (DAN) de El Salvador, la alcaldía, agentes de policía, personal médico y trabajadores sociales. InSight Crime también se basó en información suministrada por el gobierno de El Salvador, la Dirección General de Estadística y Censos adscrita al Ministerio de Economía, datos municipales sobre extorsión, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), Diálogos y la prensa local.