Boquerón hace parte importante de las rutas regionales de tráfico de cocaína debido a su ubicación estratégica en la frontera de Paraguay con Bolivia y a sus vastos territorios despoblados.

Las redes de tráfico aéreo utilizan pistas ocultas para repostar aviones cargados de cocaína, o para transferir las drogas a camiones que se dirigen a la frontera entre Paraguay y Brasil. La cocaína también entra a Paraguay a través de la carretera Transchaco, la cual atraviesa Boquerón desde la frontera con Bolivia. La ausencia de radares en la zona y la débil presencia estatal en el departamento, facilitan el tráfico de drogas.
En Boquerón existen flujos pequeños de contrabando de marihuana en la dirección opuesta, hacia Bolivia, a menudo con Chile como destino final.

Actores criminales 

En Boquerón no existen actores criminales de importancia. 

Economías criminales

Tráfico de armas: El tráfico de armas no es una economía criminal significativa en Boquerón, ya que los grupos criminales utilizan el departamento como punto de tránsito de drogas, en lugar de centro de operaciones. Sin embargo, al país entran algunas armas de fuego de manera ilegal, junto con cargamentos de drogas traídos por avión desde Bolivia. En 2019, las autoridades incautaron seis armas de fuego en el departamento

Cocaína: Boquerón es un punto de tránsito de la cocaína que se trafica de Bolivia a Pedro Juan Caballero y de allí a Brasil. Las haciendas ganaderas del departamento se utilizan como pistas de aterrizaje clandestinas, y los agricultores cobran entre US$5.000 y US$10.000 por cada avión que aterriza en sus fincas. La cocaína también entra a Boquerón por tierra, oculta en camiones procedentes de Bolivia. La carretera que pasa por Mayor Infante Rivarola es un importante punto de entrada de cocaína en la frontera Bolivia-Paraguay. A pesar de ello, las autoridades solo han realizado pequeñas incautaciones en Boquerón. En 2019, se incautaron 56 kilogramos de cocaína en el departamento. Además de ser un punto de tránsito, el departamento tiene serios problemas de consumo de cocaína. Los jóvenes de todas las clases sociales consumen crack, y los más pudientes prefieren la cocaína. Esta es traficada a Boquerón desde Bolivia, mientras que el crack es usualmente traído de la capital, Asunción. Hay una red activa de microtráfico en la ciudad de Filadelfia.

Cannabis: En Boquerón no hay plantaciones de cannabis, pero el departamento es un punto de tránsito de la marihuana producida en otras partes del país y traficada a Bolivia y Brasil. En los últimos años, las autoridades paraguayas no han reportado incautaciones de cannabis. En 2017, incautaron 89 kilogramos de la droga (en comparación con cuatro toneladas en 2016), por un valor estimado de US$120.000. El consumo de cannabis está muy extendido en el departamento, pero dado que tiene poca población, el mercado también es pequeño.

Delitos ambientales: Boquerón hace parte del Chaco paraguayo, una zona que alberga diversas especies vulnerables y en peligro de extinción. Sin embargo, no hay indicios de que las redes de tráfico ecológico mantengan una presencia significativa en el departamento. La destrucción ambiental —la deforestación y el exterminio de especies en peligro de extinción— está relacionada principalmente con la ganadería y no tiene fines comerciales.

Trata de personas: La trata de personas es un delito poco denunciado en Boquerón. Las niñas, especialmente de las comunidades indígenas, son vulnerables a la trata sexual. Varios funcionarios militares paraguayos estuvieron presuntamente involucrados en un caso de explotación sexual. A principios de 2020, tres víctimas fueron rescatadas de las redes de trata.

Fuentes: Este perfil se elaboró con base en una investigación de campo en Filadelfia, Boquerón, y en cuatro viajes a Asunción, donde InSight Crime entrevistó a funcionarios del Ministerio del Interior, la Fiscalía General de la Nación, la Secretaría Nacional Anticorrupción (SENAC), la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD), la Secretaría de Prevención del Lavado de Dinero o Bienes (SEPRELAD), la Unidad Especializada en la Lucha contra la Trata de Personas de Paraguay, así como a funcionarios de prisiones, la Dirección Nacional de Aviación Civil (DINAC), inteligencia policial, fiscales antinarcóticos, funcionarios de aduanas, la gobernación, organizaciones no gubernamentales que trabajan por los derechos humanos y ambientales, líderes comunitarios y periodistas locales, la mayoría de los cuales solicitaron que se mantuviera su anonimato. InSight Crime también utilizó información proporcionada por el Ministerio del Interior de Paraguay, la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos, y prensa local.