Una década de análisis de aguas residuales en Europa ofrece un panorama de la propagación de sustancias ilícitas, como metanfetaminas y cocaína a ciudades que antes no se habían considerado plazas fuertes para estas drogas.

El estudio anual, coordinado por el Centro Europeo de Monitoreo de Drogas y Adicciones (European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction, EMCDDA) desde 2011, mide los residuos de narcóticos en las aguas residuales durante un periodo de una semana cada año para estimar los niveles de consumo.

El estudio de 2021 incluyó 75 ciudades en 23 países de la Unión Europea, Noruega y Turquía. Algunas ciudades que han exhibido altos consumos de estupefacientes en el pasado, como Londres y Reykjavik, se abstuvieron de participar en los últimos años.

Los investigadores hicieron pruebas para cocaína, cannabis, anfetaminas, metanfetaminas y MDMA (éxtasis), y midieron los residuos en miligramos por cada 1.000 personas cada día.

En comparación con años anteriores, los datos más recientes señalan que el consumo de sustancias ilícitas va en aumento y se expande por toda la región. Esto coincide con el incremento del tráfico desde países latinoamericanos hacia Europa, aunque para establecer cualquier correlación en ese sentido se requeriría mayor investigación.

Metanfetaminas y cocineros mexicanos cruzan el Atlántico

La ciudad belga de Amberes ahora se sitúa entre las primeras diez de Europa por consumo de metanfetaminas. Mientras tanto, el consumo del estimulante en Ámsterdam se ha multiplicado por diez en la última década, aunque su uso sigue siendo bajo en relación con otras ciudades.

El incremento del consumo de metanfetaminas en estas ciudades se presenta en un momento en que Bélgica y los Países Bajos asumen roles centrales en el tráfico global de narcóticos. Países Bajos es hoy el centro de tráfico en Europa para esta droga sintética, según el Informe Mundial sobre Drogas 2021. Varios cocineros mexicanos se han abierto camino en Bélgica y Países Bajos, donde están al servicio de las redes europeas en la producción a gran escala.

República Checa y Eslovaquia han sido focos históricos de metanfetaminas en Europa y sus ciudades siguen dominando el escalafón en 2021. Según el Informe Mundial sobre Drogas 2021, el grueso de la producción se procesa en “cocinas laboratorios” a pequeña escala que atienden la demanda local. Sin embargo, en 2020 Eslovaquia hizo un decomiso sin precedentes de 1,5 toneladas de metanfetaminas. Las drogas provenían de México.

Amberes nada en cocaína

Los principales focos de tráfico de cocaína en Europa —Bélgica, Países Bajos y España— dan cuenta del mayor consumo de cocaína en el estudio. Amberes ha liderado el consumo de cocaína desde 2019. El año pasado, en las aguas residuales se midieron 1.581 miligramos por 1.000 habitantes al día, casi el doble de la cantidad registrada por la segunda mayor ciudad en el escalafón. El incremento del consumo se registra en un momento en que la ciudad es receptora de grandes cantidades de cocaína procedente de Latinoamérica. El puerto de la ciudad está tocando nuevos picos en los decomisos desde 2016, y descubrió un alijo récord de 90 toneladas en 2021.

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El consumo de cocaína en la mayoría de las 10 ciudades con mayor consumo también ha vuelto a los niveles de 2019, antes de los confinamientos impuestos por la pandemia. De hecho, Amberes, Bruselas y la ciudad neerlandesa de Eindhoven registran alzas repentinas del consumo de cocaína en comparación con 2019.

Incremento del consumo de cocaína en el este de Europa

Aunque el consumo de cocaína sigue siendo el mayor de las ciudades del oeste y el sur de Europa, los datos muestran un aumento en el consumo de los residentes de varias ciudades del este. Por ejemplo, en Vilnius, Lituania, la cantidad de residuos de cocaína medidos casi se cuadruplicó entre 2017 y 2021. Riga, capital de Letonia, tuvo niveles casi del doble, al pasar de 57 miligramos por 1.000 habitantes por día en 2019 a 109 en 2021.

Ahora se observa tráfico de cocaína en estos países. Por ejemplo, en Kaunas, Lituania, se decomisaron 600 kilos de cocaína en 2015. En Letonia, se incautaron más de dos toneladas del alcaloide en 2019. Más recientemente, en diciembre de 2021, Letonia confiscó 168 kilos de lo que parecía cocaína que se había escondido en cajas de bananos originarios de Suramérica.

Los suizos remontan la ola

Suiza vuelve a ser un país fuerte en consumo de cocaína, con la inclusión de las ciudades de St. Gallen, Zurich, Basilea y Ginebra entre los diez primeros lugares. En 2019, cuando cinco de las 10 primeras ciudades del estudio se ubicaban en Suiza, los investigadores sobre adicciones dijeron que las permisivas leyes sobre narcóticos y su riqueza ofrecen condiciones ideales para el consumo de cocaína, informó Swissinfo. St. Gallen, una ciudad de poco más de 75.000 habitantes, registró el consumo más alto del país.

El boom de la cocaína en Zagreb

El consumo de cocaína en la ciudad croata de Zagreb se ha multiplicado por 11 desde 2011.

El salto coincide con la transformación del país en centro de trasbordo y base de grupos narcotraficantes. En abril de 2021, la policía croata descubrió media tonelada de cocaína oculta en un cargamento de frutas en el puerto de Ploce, en el mar Adriático. Michael Dokovich, montenegrino-albanés residente en Zagreb, está acusado del trasiego de cientos de kilos de cocaína hacia Europa en aviones privados.

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No está claro si el pronunciado aumento del consumo de cocaína en Zagreb se debe a la mayor importancia de las redes albanesas y balcánicas en el tráfico de narcóticos suramericanos hacia Europa.