Un medio investigativo mexicano se cuestiona si el reciente arresto de un importante sicario del Cartel de Sinaloa fue el resultado de una entrega por parte de los jefes del cartel, posiblemente, con el fin de mantener un pacto para mantener bajos los niveles de violencia en la zona.
RíoDoce, que cubre las noticias en el estado mexicano de Sinaloa, informó que la reciente captura de Jonathan Salas Avilés, alias “El Fantasma”, puede haber surgido gracias a un acuerdo con el Cartel de Sinaloa. El Fantasma es acusado de trabajar como sicario y guardaespaldas del cartel y obtuvo su apodo gracias a las precauciones que tomó para proteger su identidad, según el informe.
Anteriormente, había eludido la captura por las autoridades en dos ocasiones, incluyendo un incidente en el que se informó erróneamente de su muerte a manos de las fuerzas de seguridad. Cuando fue arrestado en febrero, 9.200 soldados y tres helicópteros de la Armada participaron en la operación, atrapándolo en una casa 30 minutos al sur de la capital de Sinaloa, Culiacán.
RíoDoce tiene la teoría que la operación – en la que no se disparó una sola bala – era en realidad una rendición negociada por el Cartel de Sinaloa. La publicación sostiene que los líderes del cartel, Joaquín “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada García veían a El Fantasma como un riesgo, ya que estaba siendo seguido por la inteligencia militar. El Fantasma también tenía la reputación de ser un pistolero violento e inestable, que aterrorizó a la población local en los pueblos pequeños a las afueras de Culiacán, golpeando a civiles y agentes de la policía municipal e interrumpiendo fiestas privadas mientras que empuñaba sus armas. Por este comportamiento El Mayo recibió muchas quejas de las comunidades locales acerca de El Fantasma, afirma RíoDoce.
Sin embargo, incluso si El Chapo y El Mayo dejaron de ver a su principal sicario como un activo relevante del Cartel de Sinaloa, este no puede haber sido su único motivo para entregárselo a las autoridades. Un informe anterior de RíoDoce citó un documento de inteligencia militar diciendo que el Cartel de Sinaloa se había comprometido a mantener las acciones violentas en Sinaloa a un mínimo, prometiendo lanzar ataques únicamente en respuesta a los rivales de la Organización de los Beltrán Leyva y el grupo dirigido por el narcotraficante Fausto Isidro Meza Flores, alias “Chapito Isidro”.
Si tal acuerdo con las autoridades en efecto está teniendo lugar, eso también ayudaría a explicar por qué el Cartel de Sinaloa estaría tan dispuesto a entregar a El Fantasma: con el fin de respetar este pacto y mantener en relativa paz al estado de Sinaloa.
Análisis de InSight Crime
Los Informes de RíoDoce alimentan las sospechas que desde hace mucho tiempo rodean al Cartel de Sinaloa: que la administración del presidente Felipe Calderón tenía algún tipo de acuerdo con la organización criminal, permitiendo que los líderes del Cartel operaran en paz mientras se ocupaban de sus rivales. La administración de Calderón siempre negó rotundamente estas afirmaciones, aunque algunos observadores – incluyendo NPR, en un reporte de 2010 – encontraron evidencia de que, en ocasiones, el gobierno parecía favorecer al Cartel de Sinaloa.
El informe de inteligencia militar de julio de 2012 visto por RíoDoce, puede además apoyar tales teorías. Según RíoDoce, en ningún momento el informe – que incluía una lista de recomendaciones para Calderón y su gabinete de seguridad – menciona la adopción de medidas armadas en contra del Cartel de Sinaloa. Por el contrario, el informe recomienda concentrar los esfuerzos en contra de pequeñas organizaciones criminales llamadas “células satélite”, como la de Chapito Isidro. Estos grupos más pequeños son los responsables de gran parte de la violencia en México, y por lo tanto merecen una atención particular, agrega el informe oficial.
Algunas de las interpretaciones de RíoDoce merecen ser cuestionadas. Es posible que El Fantasma haya sido capturado sin disparar un solo tiro, simplemente porque la operación de las fuerzas de seguridad era demasiado abrumadora – y demasiado rápida – para que pudiera reaccionar. Además, el informe militar de julio de 2012, era más que una lista de recomendaciones: sería difícil probar si el gobierno de Calderón en realidad decidió seguirlas, y empezó a perseguir a los grupos criminales “satélites” a expensas de los carteles más grandes. Y, según el mismo RíoDoce, el informe de inteligencia no establece explícitamente si el Cartel de Sinaloa negoció el presunto compromiso con las fuerzas armadas, otra rama del gobierno, o un grupo criminal rival, arrojando dudas sobre la naturaleza de dicho acuerdo.
No obstante, hay bastantes precedentes del Cartel de Sinaloa entregando a operativos suyos, considerados demasiado riesgosos para seguir manteniendo. El líder de la Organización de los Beltrán Leyva, Alfredo Beltrán, capturado en 2008, es sólo un ejemplo. No sería sorprendente que El Chapo y El Mayo hayan decidido entregar a El Fantasma, pese a sus muchos años de servicio. Sin embargo, la cuestión de si lo hicieron con el fin de cumplir con un pacto de no violencia con las autoridades, es una cuestión más difícil de responder