Ha surgido evidencia de que una facción del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) se ha desprendido y formado un grupo aparte, uno que probablemente está más estrechamente relacionado con el comercio de marihuana en el país y con el modelo de la guerrilla de Colombia.
Una columna del EPP dirigida por los hermanos Albino y Alfredo Jara Larrea (de 22 y 23 años, respectivamente), parece haber formado un grupo disidente denominado la Asociación Campesina Armada (ACA) que se cree que cuenta con unos 13 hombres. Las autoridades locales encontraron información sobre la nueva facción disidente en una tarjeta de memoria recuperada después de una acción militar guerrillera a principios de este mes en la zona de Arroyito, en el departamento de Concepción, donde tiene sede el nuevo grupo.
Durante mucho tiempo ha habido rumores de desacuerdos dentro del EPP, sobre todo con respecto al comportamiento de los hermanos Jara, quienes han estado actuando de manera menos “disciplinada” que los principales fundadores del grupo.
“A los hermanos Jara les gusta beber y la fiesta. Roban y gastan el dinero en mujeres y alcohol”, señaló a InSight Crime el coronel Ramón Benítez, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta con sede en Concepción. La fuerza conjunta se formó con el fin de dar caza a los guerrilleros.
Es probable que el rescate pagado en junio por el secuestro de un empresario local en Yby Yaú, Concepción, haya dado el impulso necesario para la formación del grupo guerrillero separatista. El pago de más de un millón de guaraníes (más de US$230.000) podría haber proporcionado los fondos suficientes para que la columna disidente decidiera poner fin a su dependencia del grupo central del EPP.
Es probable que el EPP haya perdido hasta un tercio de su fuerza de combate a raíz de la separación. Las autoridades han identificado a los principales miembros de la recién formada ACA, la cual, además de los hermanos Jara, está conformada por Luciano Arguello (de 21 años), alias “Roberto Campo,” Silverio Acosta Zacarías, Rudy Ruiz Sosa (30), Marcos Ojeda y Rubén Darío López Fernández (31)- quien ha tomado el alias de “Raúl Reyes” por un comandante guerrillero colombiano abatido en un bombardeo aéreo en Ecuador en 2008. Como en el caso de los hermanos Jara, López también prestó servicio militar, por lo que aporta una valiosa formación militar al grupo guerrillero disidente.
Análisis de InSight Crime
La separación de la facción disidente del EPP debilitaría significativamente al grupo guerrillero paraguayo. Esto no se debe únicamente a la pérdida de combatientes, sino potencialmente a la red de colaboradores que el EPP ha venido construyendo en su bastión en Concepción y en el vecino departamento de San Pedro. Una fuente cercana al EPP señaló a InSight Crime que “Paraguay no tiene montañas y selvas como Colombia. Nuestras montañas y selvas son la población civil, y nos esconden igual de bien”.
Es esta red la que ha impedido que las autoridades se acerquen al grupo, a pesar de que los guerrilleros rara vez se alejan de su pequeño bastión.
VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre el EPP
Según Luis Rojas, jefe de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) de Paraguay, la ACA se está estructurando según el modelo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y ya cuenta con vínculos con el narcotráfico.
“Tenemos la confirmación de que estos criminales antipatrióticos están copiando a las FARC y cobrando un impuesto revolucionario a los traficantes de drogas y a los ladrones de ganado”, dijo Rojas.
Una de las principales fuentes de ingresos de los guerrilleros colombianos proviene del tráfico de drogas, con las FARC cobrando un “impuesto” a toda la producción de coca y cocaína en sus áreas de influencia. Este es un modelo que también es seguido por la última facción remanente del Sendero Luminoso, que opera en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) en el Perú.
El jefe de la SENAD cree que la ACA está tratando de replicar este sistema con la marihuana. Esto no sólo es posible, sino que también es probable. InSight Crime encontró plantaciones de marihuana mientras realizaba investigaciones de campo en Arroyito, el corazón de la ACA. A pesar de que el secuestro es la principal fuente de ingresos de los guerrilleros paraguayos, muchos agricultores y ganaderos de la zona son víctimas de las demandas de extorsión del EPP, y es muy probable que quienes cultivan marihuana también se vean obligados a pagarlas.
Es posible que sus vínculos con el tráfico de drogas vayan más allá del cobro de “impuestos” o de la extorsión. En noviembre de 2013, López, uno de los miembros de la ACA escapó de una prisión en Concepción junto con otros seis reclusos. El hombre que dirigió la fuga no fue otro que Osmar de Souza Junior, el jefe del Primer Grupo Catarinense (PGC), un grupo transnacional de crimen organizado brasileño con presencia en Paraguay y Perú. Se cree que López y De Souza se hicieron amigos en la cárcel, y podrían haber permanecido en contacto, proporcionando valiosas conexiones criminales internacionales a la ACA.
Para el general Oscar Pavón, jefe de la Cuarta División del Ejército con sede en Concepción, los guerrilleros paraguayos han imitado a las FARC en algunos otros elementos además de su fuente de ingresos.
“Su manual, sus tácticas, su modus operandi, todos tienen un extraño parecido a los de las FARC”, dijo el general a InSight Crime.
Según Luis Rojas, hasta ahora no hay suficiente evidencia para vincular al EPP con el narcotráfico. Sin embargo, la recién creada ACA, con menos disciplina “revolucionaria”, bien podría buscar profundizar su participación en el negocio de la marihuana y cosechar las recompensas financieras que inevitablemente surgirán a raíz de ello.