Las dos organizaciones criminales más poderosas de Brasil han roto una vieja alianza y se enfrentan en una batalla que según las autoridades podría llegar a las calles del país más poblado de Latinoamérica.

La revista brasileña Época publicó recientemente el texto de una carta que hicieron circular en septiembre los cabecillas del Primeiro Comando da Capital (PCC), el grupo del crimen organizado más grande y numeroso de Brasil.

En la carta, que se hizo llegar a facciones de la pandilla paulista en varios lugares del país, los jefes del PCC declaraban la guerra a sus socios de larga data, el Comando Vermelho, de Rio de Janeiro, el segundo grupo criminal más poderoso de Brasil.

“Para nosotros en el PCC, la paz fue siempre más viable”, dice la carta, y sigue explicando que la pandilla estaba rompiendo su alianza con el Comando Vermelho, porque estos últimos se habían aliado con enemigos del PCC, algunos de los cuales habían atacado y asesinado a miembros del PCC.

La ruptura entre el PCC y el Comando Vermelho fue el centro de atención a mediados de octubre, cuando se desataron mortales choques entre facciones de las dos pandillas en varias cárceles de todo el país.

Luego, el 22 de octubre, una confrontación entre facciones del PCC y el Comando Vermelho en el centro de reclusión del estado de Acre dejó cuatro presos muertos y 20 heridos. El mismo día, se presentaron 11 homicidios —al menos dos de ellos por decapitación— en la ciudad de Rio Branco, donde se encuentra la prisión. Las autoridades culparon de los homicidios al Comando Vermelho.

Ahora, algunos funcionarios advierten que el conflicto entre los dos grupos podría traspasar las paredes del sistema penitenciario.

“Lo que puedo decir es que toda acción tiene una reacción”, observó Lincoln Gakiya, fiscal local del estado de São Paulo, en entrevista con el medio informativo Exame. “Es de esperar, y ya está corriendo el rumor en chats de WhatsApp que el Comando Vermelho emitió una orden [diciendo] que va a tomar a parientes del PCC, en respuesta a miembros del Comando Vermelho que cayeron muertos frente a sus parientes” durante los recientes disturbios en la cárcel.

“Esto podría causar problemas en las calles”, prosiguió Gakiya. “Entonces hay una tarea para los estados en términos de identificar en las cárceles quiénes hacen parte de ambas facciones, separarlos, como manda la ley, y respecto a las calles, redoblar la atención y los servicios de inteligencia para evitar que haya una ola de ataques”.

Gakiya dijo que no cree que el conflicto se extienda a centros urbanos, como Rio y São Paulo, ya que el Comando Vermelho y el PCC tienen poca presencia en las plazas fuertes tradicionales del otro.

Sin embargo, otros observadores afirman que algunas zonas del norte y el occidente de Brasil, que limitan con países con producción importante de estupefacientes, como Paraguay, Perú y Colombia, tienen más posibilidades de que se presenten conflictos entre las dos pandillas en disputa por rutas de tráfico importantes. Según El País, varios estados ya han sido golpeados por episodios recientes que revelan esta dinámica.

Análisis de InSight Crime

Hasta ahora, el conflicto entre el PCC y el Comando Vermelho parece haberse limitado principalmente al sistema carcelario. Sin embargo, un detallado artículo de Época, publicado el 25 de octubre, señala que la reorganización en el hampa brasileño podría contribuir a la violencia por fuera de las cárceles también.

En particular, el reportaje menciona la ciudad de Manaos, estado de Amazonas, importante centro de narcotráfico, donde el PCC ha hecho incursiones en años recientes y ha entrado en conflicto con el grupo conocido como Família do Norte (FDN), aliado con el Comando Vermelho. Según Época, miembros de la FDN han hablado de “esparcir el terror” tanto dentro como fuera de las cárceles, y han enviado amenazas de muerte contra fiscales, jueces y agentes de seguridad locales.

Sin embargo, en esta primera etapa quedan muchas preguntas sin responder sobre la manera como la ruptura de la alianza afecte la situación de seguridad en Brasil.

“Todo depende de cómo decidan llevar este conflicto”, comentó a InSight Crime Desmond Arias, profesor asociado en George Mason University, quien estudia a las pandillas brasileñas.

“No se ve nada bien”, añadió, en referencia a la situación del sistema penitenciario notoriamente violento en Brasil.

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“En la medida en que podría haber prisiones que estén albergando poblaciones mixtas, o que un prisionero del Comando Vermelho termine en una cárcel del PCC, o viceversa, eso podría crear una situación muy peligrosa en esos lugares, especialmente para las personas que son minoría en dichos lugares”, comentó Arias.

“En términos de rutas de tráfico de drogas, esa es otra pregunta. ¿Con qué intensidad decidirán atacar, digamos, los cargamentos que ingresan al país? Eso depende de cuánto quieran escalar el conflicto”.

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Sin embargo, Arias señaló que cree que es poco probable que la contienda degenere en un baño de sangre de grandes proporciones en todo el país.

“Presumo que habrá más fricciones en el hampa brasileño… pero que no necesariamente habrá una gran explosión de violencia en el país”, agregó. “Diría que es probable que gran parte del conflicto termine centrándose en las cárceles”.

Al mismo tiempo, Arias expresó su inquietud porque la delicada situación política y económica de Brasil complique los esfuerzos por mitigar el conflicto.

“Me preocupa que esos problemas se filtren al sistema penitenciario o a los estados”, observó.

“Es un momento delicado si de verdad van a luchar. Es posible que las autoridades enfrenten algunos problemas de coordinación, dados los hechos que se han presentado en la esfera política en Brasil en los últimos meses”.

5 respuestas a “Guerra de pandillas en Brasil desata violencia carcelaria y podría volcarse a las calles”