Un reciente informe sobre consumo de drogas en el continente americano ubica a Argentina, una vez más, justo por debajo de Estados Unidos como el segundo mayor mercado de cocaína en la región per cápita. En tanto el país se esfuerza por detener las adicciones a las drogas, las autoridades dicen que están probando nuevas tácticas.

El estudio, publicado por la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), señala que el porcentaje de personas que consumieron cocaína en Argentina en el año 2017 es similar al de Estados Unidos: 1,6 por ciento y 1,9 por ciento, respectivamente. En la mayoría de los países latinoamericanos este valor es de alrededor de 0,5 por ciento.

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El informe, que se ha venido publicando cada cuatro años desde 2011 con base en datos oficiales, analiza las tendencias en el consumo de drogas legales e ilegales, como alcohol, tabaco, cocaína y marihuana. La CICAD, que hace parte de la Organización de Estados Americanos, indica que el estudio tiene como objetivo orientar las políticas públicas para combatir el narcotráfico y el consumo.

En el país sudamericano también se ha presentado un aumento en el consumo de drogas sintéticas, especialmente el éxtasis, con un incremento de 200 por ciento entre 2010 y 2017, según datos oficiales.

Análisis de InSight Crime

En la última década, Argentina pasó de ser un punto de transbordo de drogas para convertirse en país consumidor, lo cual representa grandes retos para las autoridades.

En la presentación del informe, el secretario ejecutivo de la CICAD, Adam Namm, dijo que una de las posibles explicaciones para el crecimiento del mercado de cocaína en el país es que los grupos criminales grandes y pequeños están trabajando juntos cada vez más.

“Los traficantes solían pagarles en efectivo a los transportistas, pero luego empezaron a pagarles con drogas, porque resultaba más fácil. Eso representó un gran cambio. Por eso las drogas comenzaron a expandirse como una plaga”, dijo Namm en una entrevista con La Nación.

Eso llevó a que quienes tradicionalmente habían estado a cargo del transporte comenzaran a dedicarse a las ventas. Dado que la oferta aumentó, también creció la demanda, creando un círculo vicioso.

InSight Crime consultó a Martín Verrier, subsecretario de lucha contra el narcotráfico en el Ministerio de Seguridad Nacional, quien señaló que la actual situación es el resultado de un proceso de varios años.

“Es claro que Argentina es un país consumidor. El 95 por ciento de las incautaciones que hemos realizado en los últimos años son de drogas destinadas al mercado interno. La marihuana y la cocaína son las drogas más populares, aunque las drogas sintéticas han estado aumentando rápidamente”, dijo Verrier.

“Esas cifras son consecuencia de lo fácil que era obtener drogas en Argentina hasta hace tres años y del hecho de que la gente no percibe lo peligrosas que son”.

Desde que asumió el cargo en diciembre de 2015, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, ha puesto un énfasis particular en la lucha contra el microtráfico en todo el país, con un considerable aumento en las incautaciones y los arrestos.

Quienes critican al gobierno dicen que las autoridades están castigando a distribuidores y consumidores por igual.

Durante un discurso ante el Congreso en octubre de 2018, Bullrich dijo que el 36 por ciento de los arrestos relacionados con drogas en el año 2017 se debían al consumo personal, y un informe reciente reveló que un alto porcentaje de los internos en las prisiones federales se encuentran recluidos por delitos menores relacionados con drogas.

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Verrier sostiene que ir tras los grupos dedicados al microtráfico es una estrategia efectiva para dar con las organizaciones más grandes y poderosas. El mes pasado anunció que el gobierno lanzó una nueva estrategia en este sentido.

“Hasta ahora nos hemos enfocado en todas las organizaciones narcotraficantes, pero ya tenemos unidades especiales dedicadas a las bandas de microtráfico en lugares estratégicos como Buenos Aires, Mendoza, Santa Fe y Córdoba. Estamos intentando atacar desde la base. Identificar quién abastece de drogas a los expendedores de poca monta, y que esto nos lleve hasta las organizaciones más grandes”.

Es claro que se debe reconocer la labor de Argentina por los grandes avances en la manera como ha recopilado datos de calidad en los últimos años. Este tipo de datos son esenciales para el desarrollo de políticas y programas efectivos no solo para hacer frente al consumo de drogas sino también para atacar a las organizaciones criminales.

Si bien es demasiado pronto para saber si estos programas darán resultados concretos, y aunque se debe reconocer que Argentina ha hecho grandes avances en la forma como recopila datos de calidad en los últimos años, lo que está claro es que cualquier estrategia para controlar el consumo de drogas deberá abordar las abundantes razones de raíz, como las condiciones socioeconómicas, que promueven este mercado.