Algunas de las zonas más peligrosas de México se han vuelto mucho más seguras en los últimos seis meses, aunque las guerras entre bandas criminales que instigan mucha de la violencia se han intensificado y extendido a regiones que antes parecían estar a salvo de la delincuencia organizada.
Según un informe de Lantia Consultores, una empresa de la Ciudad de México fundada por el analista Eduardo Guerrero Gutiérrez, México fue testigo de 7.022 asesinatos vinculados al crimen organizado (a menudo denominados “ejecuciones”), entre enero y junio de 2012. (Véase el gráfico, a continuación, en el informe.) Según el informe, basado en el seguimiento de decenas de medios de comunicación, esa cifra representa un incremento de aproximadamente el 10 por ciento sobre los últimos seis meses de 2011. También muestra la alta proporción de crímenes atribuidos al crimen organizado del total de asesinatos de 10.500 en todo el país. (Las cifras oficiales de homicidios del Sistema Nacional de Seguridad Pública, o SNSP de 8,662 solo van hasta mayo.)
Con 510 homicidios relacionados con el crimen organizado en esos seis meses, ciudad Juárez sigue siendo la urbe más sangrienta de México por los enfrentamientos entre grupos criminales. A pesar de eso, la seguridad en la ciudad fronteriza ha mejorado enormemente. Se ha visto la mayor caída en el número de asesinatos en términos absolutos de cualquier ciudad de este año, con 135 homicidios menos que en los últimos seis meses de 2011. Según algunas fuentes, Juárez va en camino a ver el número más bajos de homicidios desde 2007.

La historia es muy similar en Monterrey, donde la guerra entre Los Zetas y el Cartel del Golfo, convirtió la ciudad que alguna vez representó la potencia industrial del país en uno de los sitios más peligrosos de México. Actualmente, ocupa el cuarto lugar en el país en términos de asesinatos vinculados al crimen organizado, con 323 asesinatos en los primeros seis meses de 2012. Pero esa cifra se ha reducido de 368 en los últimos seis meses, lo que indica que ha habido una mejora a pesar de los problemas actuales.
Pero al mismo tiempo que el número de homicidios se ha reducido en estas dos ciudades, la violencia relacionada con el crimen organizado se ha dispersado a los pueblos vecinos. La violencia en muchas zonas cercanas a Monterrey, como Cadereyta Jiménez y Juárez, Nuevo León (que no debe confundirse con Ciudad Juárez, en Chihuahua), ha empeorado: el número de asesinatos vinculados al crimen organizado en estos lugares fue de 87 y 60, respectivamente. En Cadereyta Jiménez, el descubrimiento de decenas de cadáveres en mayo fue un evento atípico que podría sesgar la percepción del nivel general de violencia en la ciudad, pero la tasa de homicidios en la ciudad ha crecido de manera significativa, incluso descontando este incidente.
Chihuahua parece presenciar una dinámica similar. El descenso en el derramamiento de sangre en Ciudad Juárez ha sido compensado con creces por un repunte de 165 asesinatos en la ciudad de Chihuahua, la capital del estado que se encuentra a unas pocas horas al sur de Juárez. Como consecuencia de ello, Chihuahua se ha convertido en la ciudad con el tercer número m·s alto de asesinatos en el país.
A nivel estatal, tanto en Chihuahua y Nuevo León observaron disminuciones en los asesinatos en junio, y mucha de la violencia parece haberse trasladado a Coahuila, que se encuentra entre los dos. Torreón, la ciudad más grande de Coahuila, que se encuentra a pocas horas de Monterrey y de la Ciudad de Chihuahua, fue testigo de más asesinatos relacionadas con el crimen organizado que cualquier otra área urbana en México en junio, con un total de 83. En los primeros seis meses del año, la ciudad fue el escenario de 275 ejecuciones – el sexto más alto en el país. Este es un salto de 104 del anterior período de seis meses, dándole al país el tercer mayor aumento de los crímenes.
La violencia criminal ha estado creciendo en Torreón durante mucho tiempo, y la ciudad ha sufrido una serie de actos criminales muy publicitados en los últimos años, incluyendo un tiroteo en agosto de 2011 en las afueras de un estadio, que paralizó un partido mientras los jugadores y los aficionados se protegían de la balacera. Sin embargo, el nivel actual de la violencia no tiene precedentes en la ciudad de unas 600.000 personas. Si los actuales niveles de violencia mantienen la tendencia creciente de los últimos años, confirmaría una nueva configuración del mapa de la violencia en México.
Mientras que el informe de Lantia muestra que la dispersión de la violencia ha aumentando los asesinatos en regiones que antes vivían tranquilas, también señala que en gran parte de México el factor más importante de la violencia es la lucha entre el Cártel de Sinaloa y Los Zetas y sus aliados. Mientras que el Cártel de Sinaloa es considerado ampliamente como el vencedor en Ciudad Juárez, la relativa calma en esa ciudad fronteriza no se ha extendido a otras ciudades.
Según ha informado InSight Crime, una coalición de Los Zetas, la Organización Beltrán Leyva y el Grupo Carrillo Fuentes (que fueron los perdedores en Juárez) han lanzado un asalto en el terreno del Cártel de Sinaloa en la región de la Sierra Madre, en la intersección de los estados de Durango, Chihuahua y Sinaloa. Al mismo tiempo, el Cártel de Sinaloa y sus aliados han tratado de tomar el control de algunas regiones de los Los Zetas, como Nuevo Laredo y Tamaulipas. Estas nuevas agresiones crean un ambiente caliente en gran parte del norte de México, deshaciendo las ganancias sustanciales de seguridad evidentes en Ciudad Juárez y Monterrey.