Un diputado del FMLN, el partido gobernante de El Salvador, viajó a Washington el mes pasado para interceder ante oficinas del congreso por José Luis Merino –el dirigente del partido vinculado a un empresario procesado por corrupción– y para cuestionar a la embajada estadounidense en El Salvador. Organizaciones estadounidenses afines al FMLN también han atacado al fiscal general salvadoreño Douglas Meléndez. Mientras tanto, el gobierno estadounidense ha decidido apoyar sin objeciones a Meléndez: le ayudan a plantear casos de lavado de dinero y le han ofrecido financiar el grupo especial contra la impunidad.

El diputado Blandino Nerio fue el elegido del  Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) para viajar a Washington, la semana del 12 de septiembre, para cuestionar en oficinas del Congreso algunos casos abiertos por el fiscal general salvadoreño Douglas Meléndez relacionados con corrupción. La investigación al exministro de Defensa, el general Atilio Benítez, por supuesto tráfico de armas, era uno de ellos. Pero no el más importante.

La agenda incluía, como punto central, la defensa de José Luis Merino, el comandante “Ramiro Vásquez”, uno de los líderes más influyentes en el partido de gobierno, a quien el senador estadounidense Marco Rubio ha acusado de narcotráfico y lavado de dinero.

Este artículo fue publicado originalmente por Factum. Fue editado y publicado con permiso pero no refleja necesariamente las opiniones de InSight Crime. Vea la versión original aquí.

Mientras el diputado Nerio estaba en Washington, una organización afín al FMLN en Estados Unidos cuestionó la supuesta “parcialidad” con que el fiscal general Meléndez está abordando casos de corrupción. Y, de paso, tanto el diputado como la organización, cuestionaron a Jean Manes, la embajadora estadounidense en El Salvador, a quien insisten en acusar de interferencia porque, supuestamente, intengó influir en diputados salvadoreños para que levantaran la inmunidad a Benítez, quien hasta antes de la investigación penal fungía como embajador salvadoreño en Alemania.

Todo fue parte del guion partidario con el que Blandino Nerio vino a Washington, según confirmaron a Factum media docena de personas que estuvieron en esos encuentros o recibieron informes sobre ellos. En una entrevista con esta revista, Nerio confirmó que el FMLN lo envío a hablar de las acciones de Manes, de la supuesta injerencia que le atribuyen a la diplomática y del caso de Merino.

“Nosotros no fuimos a poner quejas,” dijo Nerio a Factum. “Fuimos a decir ‘miren, está pasando esto. Esta es una conducta inadecuada y les pedimos que tomen nota’. No vamos a andar poniendo queja ni lloriqueando en ninguna parte. Simplemente fuimos a decirles ‘esto no es correcto’ y esperando a que hagan lo que les corresponde hacer a ellos, no se lo podemos dictar tampoco.”

La agenda de Blandino Nerio, enviado del FMLN

El 12 de septiembre, el diputado Nerio, el académico salvadoreño Héctor Perla y Leonel Búcaro, militante y exdiputado al Parlamento Centroamericano (PARLACEN) por el FMLN, tuvieron un día intenso en el congreso de los Estados Unidos. La comitiva visitó las oficinas de los senadores Robert Corker (republicano de Tennessee), Marco Rubio (republicano de Florida) y Dick Durbin (demócrata de Illinois) y de la representante demócrata por el Distrito de Columbia, Eleanor Holmes Burton. También se reunieron con asistentes legislativos adscritos al comité de relaciones exteriores de la cámara alta.

La agenda del FMLN incluía la queja sobre la embajadora Manes y la gestión a favor de  Merino. La preocupación del FMLN por Merino y una posible investigación en Estados Unidos se hizo pública tras un artículo publicado en el Nuevo Herald de Miami el 21 de agosto, el cual recogía declaraciones del senador Rubio en las que increpaba a Merino y lo acusaba de lavar dinero y de tener relaciones con el narcotráfico continental.

Poco menos de un mes antes de ese artículo, el 2 de agosto, la oficina de Rubio hizo llegar una carta a Jacob Lew, el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, para pedirle que investigara los movimientos financieros de Merino. En el texto, según confirmó Factum en Washington con alguien que leyó la misiva, se menciona al magnate Enrique Rais como uno de los principales socios del dirigente de Merino.  El 23 de agosto, Meléndez ordenó la captura de Rais y de Luis Martínez, el exfiscal general, y los acusó a ambos de delitos que tienen que ver con corrupción y con la manipulación de justicia. Ambos siguen procesados, pero están en libertad.

Cuando salió de sus reuniones en Washington, Nerio envió un mensaje de tranquilidad a San Salvador. A través de mensajería electrónica, uno de los asistentes a los encuentros avisó que, según les habían dicho, el Congreso no tenía abierta ninguna pesquisa contra Merino porque, les aclararon, no corresponde al Legislativo investigar a nadie. Factum confirmó estos intercambios con dos fuentes legislativas que conocieron de las reuniones y de lo que se habló en ellas.  El diputado, sin embargo, niega que haya preguntado si había investigaciones abiertas contra Merino.

Factum preguntó a varias agencias policiales estadounidenses si tenían abiertas investigaciones contra Merino o Rais, y al cierre de esta nota solo se confirmó la petición hecha por Rubio al Departamento del Tesoro y que la Agencia Antidrogas (DEA) tiene abierto un expediente a Rais.

En Washington, Nerio también tuvo palabras de preocupación por la posibilidad de que el fiscal salvadoreño Douglas Meléndez no aplique la ley de forma pareja y solo investigue casos que atañen a socios o exsocios del gobierno pasado, como el expresidente Mauricio Funes, según confirmaron a Factum dos funcionarios estadounidenses al tanto de las reuniones, quienes pidieron hablar desde al anonimato.

La gira de Nerio ocurrió poco después de que acusó a la embajadora Manes de intentar influir en una comisión legislativa formada para estudiar un antejuicio contra el general Atilio Benítez, acusado de tráfico de armas.

“Los problemas de nuestro país son de los salvadoreños, ella que se ocupe de sus cosas”, dijo Nerio en referencia a Manes.

Unas horas después, cuestionada al respecto, la diplomática estadounidense se limitó a contestar con una pregunta retórica: “Para cualquier sociedad la lucha contra la corrupción es fundamental e importante, porque es dinero de la gente… ¿Por qué alguien no quiere combatir la corrupción?”, declaró Manes a periodistas el 2 de septiembre, tres días después de las acusaciones de Nerio.

Factum conversó con Nerio el 6 de octubre en la Asamblea Legislativa sobre su gira a Washington y lo que fue a decir a los congresistas. Su viaje, confirmó, fue encomendada por el FMLN.

Factum tiene información sobre un viaje que recientemente usted realizó a Washington para sostener relaciones con algunos senadores y hablar sobre temas locales. ¿Podría confirmarnos esa información?

Mire, lamentablemente llegamos una semana antes de que cerrara su periodo de trabajo el congreso. Eso, combinado con la situación electoral, determinaba una agenda súper compleja de los congresistas, por lo que nos reunimos con sus jefes de gabinetes. Nos atendió el jefe de gabinete del presidente del comité de relaciones exteriores, el jefe de gabinete del subjefe, el jefe de gabinete del estado de Washington, una congresista del estado de California y un congresista del estado de Maryland.

¿Sobre qué temas fueron a hablar?

Los temas de interés que nos motivaban era conversar acerca de la campaña de difamaciones en las que está involucrado el senador [Marco] Rubio, levantando el tema de supuestos vínculos de nuestro compañero Ramiro Vásquez [sic] en tráfico y lavado de dólares; poniendo como fuente de información las famosas computadoras del comandante Raúl Reyes de las FARC, que fueron capturadas en un bombardeo en la frontera con Ecuador hace más de una década y que los tribunales colombianos han desechado como prueba por considerar tan contaminadas, que fueron intervenidas y que no dan fe de nada. Con este argumento difamatorio este sujeto ha andado hablando cualquier tontera a nivel de medios.

¿Ustedes fueron a preguntar si había alguna investigación contra Ramiro Vásquez?

No. Fuimos a decirles: “miren, este señor está haciendo eso y queremos pedirles que tomen nota”. La respuesta de cada una de las personas es que para ellos no era posible controlar las locuras que diga públicamente este señor porque está afuera de la agenda que lleva el congreso, que son ideas que no tienen ningún respaldo.

¿Quiénes fueron en esta misión además de usted?

Solo el diputado del Parlamento Centroamericano (PARLACEN) Leonel Búcaro y su servidor.

Ok. Factum tiene información de que ustedes fueron a hablar sobre la embajadora de Estados Unidos en El Salvador y que le atribuyen hechos que catalogan como “injerencia”.

¡Por supuesto! Les hicimos ver que es inaceptable determinadas expresiones públicas que la señora embajadora ha tenido y les solicitamos también que tomaran nota de esta situación. Para nosotros, el gobierno de los Estados Unidos no es un enemigo ni algo semejante y, por lo mismo, por ser un gobierno amigo, esperamos que haya el tono respetuoso que merecen las relaciones entre países amigos.

¿Esto es por lo que dijo la embajadora sobre el caso del general Benítez?

Por cualquier caso en el que se emitan opiniones sobre situaciones internas queriendo influenciar la opinión pública. Eso es inaceptable.

Básicamente ustedes fueron a poner quejas de la embajadora a Estados Unidos…

Nosotros no vamos a poner quejas. Fuimos a decir “miren, está pasando esto. Esta es una conducta inadecuada y les pedimos que tomen nota”. No vamos a andar poniendo queja ni lloriqueando en ninguna parte. Simplemente fuimos a decirles “esto no es correcto” y esperando a que hagan lo que les corresponde hacer a ellos, no se lo podemos dictar tampoco.

Otra información que tiene Factum es que ustedes fueron a preguntar si hay una investigación en Estados Unidos contra Ramiro Vásquez.

No, no preguntamos. Fuimos a informar que no existe ese tipo de cosas.

¿Hablaron también sobre el fiscal general Douglas Meléndez?

No. Hablamos sobre estos temas específicamente. Nos interesaba alertar sobre la conducta de este Rubio y hacer de conocimiento lo que se había producido con la señora embajadora. En el desarrollo de las conversaciones apareció el interés en alguno de ellos por conocer nuestro punto de vista sobre la actuación del fiscal general de la República y le dimos las respuestas que considerábamos.

¿Y cuáles fueron esas respuestas?

Que es un hombre nuevo en el cargo y que estamos teniendo como la prudencia para ver su desempeño como cabeza de una institución importante en el país y que esperamos que se desempeñe bien. Básicamente.

¿Ustedes mencionaron algo sobre investigaciones parcializadas?

Nunca dijimos eso. Planteamos nuestra expectativa de una fiscalía que vaya a enfrentar los problemas que este país tiene de corrupción y delincuencia, etcétera, sin inclinar balanzas a ningún lado. Ese fue nuestro enfoque.

Para cerrar. ¿Este viaje fue una misión de partido o de fracción?

Fue una misión de partido.

¿No fue costeado con fondos de la Asamblea ni del PARLACEN?

No, no fue costeado con fondos de la Asamblea ni gozando ninguna de las prerrogativas de diputado.

¿Esta misión se la encomendó Ramiro?

No, la encomendó el partido. Ramiro no encomienda misiones.

*Este artículo fue publicado originalmente por Factum. Fue editado y publicado con permiso pero no refleja necesariamente las opiniones de InSight Crime. Vea la versión original aquí.

7 respuestas a “Partido gobernante de El Salvador presiona a Washington sobre acusaciones de corrupción”