Una sentencia judicial en España que considera como “organización criminal” a una banda con raíces en República Dominicana, es muestra de la creciente preocupación por la amenaza que representan los grupos latinoamericanos en el país, y también destaca el área legal gris alrededor de estos grupos. Pero, ¿podría esta categorización extrema terminar por empujar a los matones callejeros de bajo nivel hacia los brazos de los grupos de narcotraficantes transnacionales?

La decisión se produce un año después de un caso en el que siete miembros de la banda “Trinitarios” con sede en Barcelona, utilizaron un cuchillo de cocina para grabar una “X” de 50 cm en la espalda de un pandillero a quien consideraban un traidor por asociarse con una banda rival que también tiene raíces en Latinoamérica: La Mara Salvatrucha (MS13) de El Salvador. La víctima también fue golpeada 90 veces en la espalda, piernas y en su parte trasera, y requirió 83 grapas de sutura.

El haber designado al grupo una “organización criminal” durante el juicio por el ataque, permitió penas más severas tanto para los autores -que recibieron hasta siete años y dos meses en prisión cada uno- como para los líderes de la banda -que recibieron condenas de más de nueve años.

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scarAnunciando la sentencia en un comunicado de prensa el 12 de mayo, el Poder Judicial de España citó una reforma hecha al Código Penal del país en 2010, que creó un artículo específicamente para las “organizaciones criminales”, el cual permite castigos más severos que la categoría de “asociación ilícita” existente hasta el momento. El tribunal declaró que, en este caso, el comportamiento de los Trinitarios se ajusta a la nueva categoría -una decisión que los ubica junto a los principales grupos criminales.

La sentencia se presenta en un momento en que las pandillas latinoamericanas son una prioridad en la agenda española, en medio de una serie de incidentes violentos entre grupos rivales, incluyendo una masiva pelea en Madrid entre los Trinitarios y los Ñetas la misma noche de la sentencia. El enfrentamiento dejó a 26 miembros de la pandilla detenidos -entre ellos 15 menores de edad- y al menos a dos miembros del grupo gravemente heridos. Según El Mundo, la policía de Madrid ha arrestado a 123 miembros de pandillas de Latinoamérica en lo que va de 2014.

En Barcelona y en otras ciudades importantes la situación ha causado una preocupación similar, con la policía lanzando una importante operación contra la MS-13 a finales de marzo. A raíz de esa operación, se informó que los miembros de la MS13 también habían sido procesados bajo medidas legales que los ubican junto a terroristas.

Análisis de InSight Crime

La designación de los Trinitarios como “organización criminal” los ubica en la misma categoría que los principales grupos ilegales, y puede ser visto como una respuesta necesaria al aumento en el desorden que han causado las bandas latinoamericanas en España, pero plantea una serie de preocupaciones.

Tal vez, todavía más importante, la medida podría sentar un precedente en lo que se refiere a estos grupos -muchos de los cuales están compuestos en gran parte por menores de edad que probablemente no tienen vínculos directos con organizaciones criminales importantes. Si la categoría se considerara aplicable para otras bandas, esto podría estigmatizar a los grupos, y potencialmente servir como catalizador para dar esta designación a la actividad criminal más seria para la que fue concebida.

Actualmente España es sede de una gran variedad de bandas que llevan los mismos nombres que bandas latinoamericanas en Estados Unidos y Latinoamérica, aunque no está claro si son ejemplos genuinos de estas organizaciones que migran de sus países de origen, o si simplemente son un conjunto  de jóvenes que buscan imitar a estos grupos.

El hecho de que en ocasiones las pandillas están compuestas por personas de nacionalidades mixtas y el hecho de que cuentan con tantos menores de edad en sus filas sugiere lo último. Sin embargo, en la reciente operación contra la MS13, las autoridades informaron de la detención de dos cabecillas salvadoreños de 40 años, que según los informes habían estado intentando abrir empresas fachada para el lavado de dinero, así como supervisando atracos callejeros y la distribución de drogas en nombre de la rama salvadoreña de la pandilla. Esto indica que, en algunos casos, los reclutas jóvenes en España pueden estar vinculados a operaciones criminales más grandes en su país natal.

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El gobierno español, sin duda parece creer  que al menos algunas pandillas tienen vínculos directos con grupos en Latinoamérica, según un informe consultado por el diario español La Razón a mediados de 2013.

Como se sugiere en el informe, ramas de las pandillas MS13 y Barrio 18 comenzaron a llegar a España con el fin de escapar de las políticas de seguridad de “mano dura” de los gobiernos en sus países de origen.

Esto plantea preocupaciones sobre el efecto que una reacción aparentemente similar por parte de las autoridades españolas frente a las bandas podría tener.

Una de las principales críticas a las políticas de mano dura es que hacen que una gran cantidad de los miembros de las pandillas sean encarcelados junto con criminales peligrosos, y como resultado, las cárceles se convierten en campos de entrenamiento donde los jóvenes criminales encarcelados por delitos menores o asociación con pandillas pueden dar el salto a crímenes más severos. Las cárceles se han convertido en motivo de preparación para las redes de tráfico de drogas y extorsión.

La situación en España es diferente a la de Centroamérica, tanto en términos de recursos disponibles para las cárceles, como en el nivel de influencia que tienen las pandillas en el país. Aún así, la idea de una denominación más grave y de penas más severas para los miembros de las pandillas, suscitan el espectro de redadas masivas en que los miembros son puestos en contacto más estrecho con miembros encarcelados de grupos de narcotraficantes internacionales que de verdad pertenecen a “organizaciones criminales”.

Los vínculos entre las pandillas callejeras y las organizaciones de tráfico de drogas en Latinoamérica han estado profundizando y evolucionando -un fenómeno que también se observa en los estados fronterizos de Estados Unidos. Ubicar a las bandas en el mismo marco legal que las principales organizaciones de tráfico de drogas, que a su vez muestran signos de estar aumentando sus actividades en España, tiene el potencial de acelerar ese proceso en España, lo que significa que hay una necesidad urgente de que el gobierno español haga frente a esta ambigüedad legal.

8 respuestas a “¿Podría la designación que da España a las bandas latinoamericanas empujarlas hacia el crimen organizado?”