Un puerto remoto en la costa Caribe en Costa Rica es desde hace tiempo el punto de partida de cargamentos de banano y piña que esconden un producto más: cocaína. ¿Seguirán los traficantes de droga usando el puerto de Moin, cerca de la ciudad de Limón, hoy que este ha pasado por una ampliación que incluye nueva tecnología de detección?

Solo en octubre pasado, seis toneladas de cocaína ocultas entre racimos de bananos desembarcaron en Europa provenientes de Limón. El envío llegó a Portugal y luego viajó por camión a Málaga, España, donde las autoridades incautaron la cocaína y detuvieron a 16 personas, informó El País.

Las autoridades dicen que esta es una de las operaciones más grandes que se hayan visto en Europa, y añadieron que la empresa responsable del envío de bananos había despachado por lo menos 70 contenedores de fruta desde Costa Rica, para dar la impresión de ser una firma legítima.

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En junio de 2018, las autoridades del puerto descubrieron 300 kilogramos de cocaína en los ductos de ventilación en un contenedor que se encontraba en un barco de bandera italiana y que había llegado desde el puerto de Turbo, en la costa Caribe colombiana, según una nota de La Nación. El mismo mes se hallaron cerca de 400 kilogramos de cocaína en maletas escondidas en el casco de otro barco proveniente de Turbo. La nave estaba registrada en Las Bahamas.

Dos meses después, se encontraron 133 kilogramos de cocaína entre piñas en un buque mercante con destino al puerto de Cork, en Irlanda. Las autoridades dicen que las drogas tenían que ver con un grupo criminal irlandés, conocido como el cartel de Kinahan, según información de The Irish Times.

Entre 2012 y 2017, las autoridades decomisaron casi seis toneladas de cocaína en contenedores de barcos cargados en el puerto de Moin, y otras cuatro toneladas de cocaína en buques cargueros que habían atracado en el mismo puerto, según una investigación realizada por La Nación en 2017.

Análisis de InSight Crime

Con la importancia que ha adquirido Costa Rica en el trasbordo de narcóticos, los traficantes han aprovechado lo remoto y mal administrado del puerto en Limón.

La cocaína descubierta en cargamentos con destino a Europa se ha disparado en la costa caribe costarricense durante la última década, según la investigación realizada por La Nación en 2017. La causa de este incremento puede ser de doble naturaleza.

En primer lugar, la demanda de cocaína en Europa sigue creciendo, y los precios en la calle son superiores a los de Estados Unidos. Los traficantes colombianos, que han perdido terreno frente a los carteles mexicanos en el ingreso de narcóticos a Estados Unidos, también han hecho uso del canal europeo últimamente aprovechando la bonanza cocalera en el país. De los 22 buques atracados en Moin a bordo de los cuales se halló cocaína, la mitad provenía del puerto de Turbo en Colombia, según el reportaje de La Nación.

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En segundo lugar, el puerto de Moin, que envía grandes cantidades de productos agrícolas a Europa, ha sido especialmente vulnerable al contrabando. Según La Nación, el equipo de escaneo en el puerto no funciona desde 2016, lo que significa que los contenedores de embarque deben abrirse e inspeccionarse para verificar que no haya drogas. Cada año pasan por el puerto cerca de 1.200.000 contenedores. En 2017, solo se inspeccionaron 14.000 de ellos.

Este mes inició operaciones una nueva terminal en Moin, construido para acomodar los grandes buques de carga “Panamax”, con sistemas de detección totalmente nuevos.

Sin embargo, Kenneth Waugh, director general de APM Terminals, que construyó y administra la terminal, señaló que incluso con esta tecnología sigue habiendo necesidad de que el gobierno costarricense designe un centro de comando, donde las autoridades puedan monitorear y responder a la detecciones y datos de vigilancia en el perímetro del puerto.

Que las mejoras en el puerto de Moin lleven a los traficantes a evitarlo está por verse. Podrían simplemente seguir dirigiéndose al terminal de Limón, más pequeño, como lo han hecho por años.