La aparición de dos cuerpos desmembrados en el centro de la Ciudad de México, el más reciente de una serie de hechos de violencia, contradice declaraciones oficiales que niegan la presencia del crimen organizado en la ciudad y deja al descubierto detalles sobre las nuevas dinámicas de grupos criminales locales.

En la madrugada del 17 de junio fueron encontrados dos cuerpos desmembrados y una “narcomanta” sobre la avenida Insurgentes, una de las más transitadas de la Ciudad de México.

En la manta se leía un mensaje que amenazaba a Jorge Flores Concha, alias “El Tortas”, presunto líder de la Fuerza Anti-Unión, una organización que ha sido responsabilizada de asesinar a varias personas vinculadas con la Unión de Tepito, uno de los grupos criminales más notorios de la ciudad.

El lugar donde ocurrieron los hechos es vigilado por al menos siete cámaras de seguridad que cubren el punto desde diferentes ángulos, informó El Universal, pero ninguna de ellas logró capturar el momento en el que se dejaron los cuerpos y se colgó la manta. A raíz de esto, las autoridades capitalinas investigan la posible participación de miembros de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México en el crimen.

Dos días después de la aparición de la manta, ocurrieron balaceras y ejecuciones en diversos puntos de la ciudad que dejaron al menos siete muertos.

En una conferencia de prensa, el jefe de gobierno de la Ciudad de México José Ramón Amieva, confirmó que la disputa entre La Unión de Tepito y la Fuerza Anti-Unión es la causa de la reciente violencia en la ciudad. También agregó que carteles que operan en otros estados de la república como Jalisco, Guerrero y Morelos proveen a estos grupos con armas y drogas.

La Unión y la Anti-Unión

Las autoridades de la Ciudad de México tradicionalmente han negado la presencia de grandes grupos del crimen organizado en la capital. Sin embargo, la evidencia muestra que varios grupos locales vinculados a organizaciones con presencia en otros estados del país operan en la ciudad.

El centro de la capital de México ha sido por varios años territorio del grupo criminal La Unión. Como InSight Crime reportó en 2013, La Unión inicialmente fue conformada por antiguos miembros de La Familia Michoacana y la Organización Beltrán Leyva para hacerle frente al entonces Cartel de Tepito y a otros grupos vinculados a Los Zetas y al Cartel de Sinaloa.

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La cantidad de bares, discotecas, tiendas y puestos callejeros que abundan en el centro de la Ciudad de México dieron las condiciones perfectas para el auge de La Unión, que se dedica principalmente al narcomenudeo, al “cobro de piso” o extorsión e incluso a la trata de personas.

El periodista Carlos Acuña, quien cubre esta zona de la capital, explicó a InSight Crime que el crecimiento del crimen organizado ha estado entrelazado con la acelerada y descontrolada proliferación de bares y discotecas.

Los narcomenudistas operan en varios de estos establecimientos y los dueños generalmente son amenazados y extorsionados por miembros de La Unión. Acuña explica que ha habido casos en donde miembros del personal de estos lugares son contratados por el grupo criminal como “halcones” o “dealers”.

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“Muchos [de estos establecimientos] no pueden denunciar porque ni siquiera tienen licencia para operar”, dijo el periodista.

En ese sentido, la reciente entrada de la Fuerza Anti-Unión en el hampa de la Ciudad de México ha sido explicada con al menos dos teorías.

La primera advierte que esta organización surge como un grupo “justiciero” que le hace frente de manera violenta a las extorsiones a comerciantes por parte de La Unión de Tepito. La segunda considera que es en realidad una escisión de La Unión de Tepito, que ahora cuenta con apoyo del Cartel de Jalisco y se disputa el narcomenudeo y la extorsión en la ciudad.

Lo cierto es que desde el inicio de la lucha entre estos dos grupos en diciembre de 2017 han ocurrido al menos siete ejecuciones de miembros de ambos bandos, en donde los cuerpos fueron colocados en la vía pública.

Exhibición de violencia: ¿tendencia para el futuro?

La violencia entre grupos criminales en la Ciudad de México no es algo nuevo, pero sí resulta inusual que se exhiba en zonas tan concurridas como la avenida Insurgentes en donde regularmente hay vigilancia y presencia del Estado.

El periodista de El Universal David Fuentes, quien cubre el crimen organizado en la Ciudad de México, dijo a InSight Crime que la continua minimización del problema por parte de las autoridades capitalinas es lo que le ha dado fuerza a los grupos criminales en la ciudad para operar.

“Si un grupo criminal logra colocar cuerpos descuartizados y una narcomanta en un lugar tan vigilado sin ser interceptado, es porque ya subió otro escalón,” dijo.

Sin embargo, el analista de seguridad Jaime López considera que aún es temprano para determinar si esta exhibición de violencia en la Ciudad de México es una tendencia, aunque no descarta esa posibilidad.

“Es posible que se esté gestando una nueva forma de crimen organizado en la Ciudad de México que es más fuerte y más pública,” dijo López a InSight Crime.

“El problema es que, a diferencia de otros estados del país, la respuesta a la violencia en la Ciudad de México es más fuerte e inmediata […] Entonces no es una buena estrategia [de los grupos criminales] seguir con violencia pública. […] Si se convirtiera en tendencia, serían malas noticias para los grupos criminales”.