Los cigarrillos de contrabando pueden parecer inofensivos, pero la industria de tabaco ilícito muchas veces viene aparejada a otras actividades criminales; el último caso es el uso de mano de obra esclava por una red que fabricaba cigarrillos ilegales en Brasil.

Las autoridades rescataron a 17 paraguayos y un brasileño que estaban cautivos en una planta subterránea de fabricación de cigarrillos en la ciudad de Triunfo, estado de Rio Grande do Sul, al sur de Brasil, según un comunicado de policía. Las víctimas, que no habían visto la luz del día en ocho meses, era retenidas en un búnquer y se les daba comida cada dos días.

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La fábrica tenía la fachada de una procesadora de cereales pero producía cerca de 10 millones de cajetillas de cigarrillos al mes. Ese producto, comercializado en el mercado negro de Uruguay y Brasil, generaba ganancias de US$8,9 millones mensuales.

El operativo que desarticuló la red de cigarrillos ilegales se llevó a cabo a finales de octubre en los estados de Rio Grande do Sul, Paraná y São Paulo. En total, las autoridades hicieron efectivas 40 órdenes de captura y 56 de cateo, según información de medios brasileños.

Además de los cargos por contrabando, los sospechosos del caso enfrentan acusaciones de trata de personas, lavado de dinero y delitos ambientales.

Análisis de InSight Crime

El uso de mano de obra esclava en la producción de cigarrillos ilegales pone en evidencia cómo el comercio de cigarrillos falsos abre oportunidades para la explotación de poblaciones vulnerables por parte de delincuentes. Las economías de contrabando han estado vinculadas al trabajo infantil y a la trata de personas.

El gran negocio ilegal de cigarrillos en Brasil y los países del Cono Sur también propicia el crimen y llena los bolsillos de los grupos criminales.

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Según la Asociación Latinoamericana Anticontrabando (ALAC), más de la mitad de cigarrillos comercializados en Brasil son de contrabando, y, de esos, unos seis de cada diez son ilegales. Muchos de los cigarrillos de contrabando en el mercado brasileño vienen de Paraguay. En 2016, el 86 por ciento de los cigarrillos paraguayos de contrabando presuntamente se halló en Brasil.

En ese país, el contrabando de cigarrillos mueve alrededor de US$1.900 millones (R$ 10.900 millones) anuales, según cifras publicadas por el diario Estadão.

Los grupos que participan en el tráfico de cigarrillos ilegales muchas veces también están implicados en otras actividades ilícitas, como narcotráfico, tráfico de armas y lavado de dinero. Por otro lado, las ganancias del contrabando de cigarrillos pueden usarse para financiar otras actividades criminales.

La policía federal de Brasil ha dicho que las principales organizaciones criminales del país – el Primer Comando de la Capital (Primeiro Comando da Capital, PCC) y el Comando Rojo (Comando Vermelho, CV)– han usado las ganancias de la venta de cigarrillos ilícitos para adquirir armas y municiones.