El gobierno estadounidense presentó por primera vez en la historia cargos criminales contra varias empresas chinas por presuntamente traficar precursores químicos para la producción de fentanilo en Estados Unidos, lo que demuestra un gran interés del país norteamericano en este oscuro, pero importante eslabón de la cadena de suministros de sustancias ilícitas.

El Departamento de Justicia anunció, el 23 de junio, cargos contra cuatro empresas chinas y ocho empleados por la producción, distribución y venta de fentanilo y de los precursores químicos necesarios para su elaboración.

“El anuncio de hoy es un importante paso adelante en nuestra incesante lucha contra el fentanilo, que ataca la amenaza en su misma raíz”, declaró Anne Milgram, directora de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), en un comunicado.

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Entre 1999 y 2020, han muerto más de 500.000 personas por sobredosis de opioides en Estados Unidos, según los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC), con un aumento de las muertes desde 2013 debido al fentanilo. Según un informe de los CDC en 2022, el fentanilo causó la muerte de casi 70.000 personas en Estados Unidos durante 2021, más que cualquier otra droga.

A pesar de las iniciativas estadounidenses por restringir el tráfico global de fentanilo, regular y detectar los químicos usados para fabricarlo sigue siendo un reto, pues algunas de las sustancias que lo componen tienen usos legales.

Los fiscales alegan que las empresas comercializaron y distribuyeron sus productos con conocimiento de que se destinarían a usos ilícitos, citando evidencia que incluye publicidad dirigida de manera explícita a productores de fentanilo en México y Estados Unidos, esfuerzos por ocultar sus productos de las inspecciones aduaneras e instrucciones sobre cómo alterar estos químicos para producir fentanilo. Durante las investigaciones se incautaron más de 200 kilos de químicos precursores y se detuvo a dos empleados.

En respuesta, China ha condenado las acusaciones y detenciones.

Análisis de InSight Crime

Con estas imputaciones Estados Unidos busca intensificar su lucha contra el fentanilo. Pero, sin una mayor cooperación de China en la imposición de estos cargos y el refuerzo de los controles, lo más probable es que el impacto de todas esas medidas sea limitado.

China tiene la industria química más grande del mundo. Las regulaciones fiscales del país han hecho de esta uno de los principales centros del mundo para los productores y distribuidores de drogas sintéticas y químicos precursores.

Según una investigación de InSight Crime, la mayor parte del fentanilo que causa estragos en Estados Unidos tiene su origen en los químicos precursores producidos en China. Esas empresas venden y transportan los químicos a México, donde intermediarios y químicos los transforman en fentanilo. Más adelante, organizaciones criminales como el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) entran en la cadena: compran, acopian y transportan la droga al otro lado de la frontera entre México y Estados Unidos.

China ha hecho algunos esfuerzos por tomar medidas más estrictas sobre la producción de fentanilo, como clasificar oficialmente todas las formas de fentanilo como una clase de drogas. Pero, según Vanda Felbab-Brown, experta en política exterior y seguridad y asociada sénior del Instituto Brookings: «No hemos visto una cooperación realmente significativa de China para con Estados Unidos desde 2021».

En el pasado, los esfuerzos legales de EE.UU. han tenido poco impacto. En diciembre de 2021, Estados Unidos sancionó a tres empresas químicas chinas, pero estas siguen operando. Las imputaciones de la semana pasada llevan los esfuerzos estadounidenses a otro nivel, dijo el profesor de la Escuela del Ejército de Estados Unidos Evan Ellis, quien también es experto en relaciones entre China y América Latina.

«Esto va mucho más allá de denunciar el mal comportamiento a través de declaraciones de la administración o sanciones OFAC del departamento del tesoro», dijo Ellis a InSight Crime.

En general, el gobierno estadounidense ha concentrado sus esfuerzos por combatir el tráfico de drogas sintéticas atacando a los grupos criminales y los distribuidores mexicanos. En abril, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, escribió una carta en la que pidió ayuda de China para detener los envíos de precursores químicos a su país y se quejó de la presión de Estados Unidos. En respuesta, China negó que exista un tráfico ilegal de fentanilo entre México y China.

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Estados Unidos sigue haciendo presión en todos los frentes, con sanciones a nuevos actores en México y China y los llamados a una mayor cooperación internacional.

Durante la reciente visita a Pekín del secretario de estado estadounidense Antony Blinken, uno de los puntos destacados de la agenda fue la discusión sobre la acción colaborativa contra los proveedores de precursores químicos y drogas sintéticas. A Felbab-Brown le preocupa que las acusaciones puedan dificultar futura colaboración.

Para Ellis, la lucha contra el fentanilo podría ser “ganar-ganar-ganar para Estados Unidos, China y nuestros homólogos latinoamericanos”. Pero mientras tanto, dijo: “Esto sigue siendo un trabajo en progreso”.