En los últimos meses, los países caribeños han decomisado cantidades récord de cocaína, pero los orígenes de la persistencia de la región como corredor clave de drogas se remontan a medio siglo atrás.

En este artículo, InSight Crime analiza los legados de algunos de los capos más influyentes del Caribe que contribuyeron a dar forma a la actual dinámica del narcotráfico en la región.

La época del boom: décadas de 1980 y 1990

Se calcula que en la década de 1980 los traficantes colombianos trasegaban unas 15 toneladas de cocaína diarias desde Suramérica hacia Estados Unidos. Entendiendo el valor de su ubicación estratégica entre las dos regiones, los delincuentes caribeños intervinieron para ayudar en el transporte de la droga, lo que les dio fama y fortuna.

Para mediados de los ochenta, la participación del Caribe era crucial; más del 75% de la cocaína incautada entre Suramérica y Estados Unidos se decomisó en esa región.

Willy Falcón y Sal Magluta

En esa época, Augusto Guillermo Falcón y Salvador Magluta pueden considerarse los traficantes caribeños más prolíficos. El dúo cubano-estadounidense posicionó a Miami como la capital mundial del tráfico de cocaína, lo que propulsó la riqueza y la criminalidad.

En sus inicios fueron corredores profesionales de lanchas rápidas, Falcón y Magluta están señalados de colaborar con traficantes colombianos para el traslado de 68 toneladas de cocaína al estado de la Florida entre 1975 y 1991.

Tras su captura, muchos posibles testigos fueron asesinados y varios jurados recibieron sobornos, pero al final ambos traficantes terminaron en prisión en Estados Unidos. Magluta purga cadena perpetua, y del paradero de Falcón no se tiene noticia después de que fuera excarcelado y deportado de Estados Unidos en 2017.

En la actualidad, los decomisos de cocaína en Florida y las Bahamas —el puerto de salida de muchos de los viajes de la dupla— indican que la ruta ya no tiene la importancia que alguna vez tuvo para el trasiego de cocaína entre Suramérica y el mercado estadounidense. Pero Florida y las Bahamas siguen siendo centros cruciales para lucrativas economías ilícitas como el tráfico de armas, el lavado de dinero y el tráfico de migrantes.

Charles Miller

El control férreo de Charles Miller sobre la pequeña isla de St. Kitts se extendió por años, usando su influencia y recurriendo a la violencia para traficar drogas con impunidad. Su dominio era emblemático del gran impacto que puede tener la afluencia de cocaína en las pequeñas naciones del este del Caribe.

En la década de 1990, planeó el trasiego de toneladas de cocaína colombiana hacia Estados Unidos pasando por Miami, para lo cual usó la aerolínea de carga Amerijet. Las autoridades estadounidenses pidieron en extradición a Miller en 1996, pero los magistrados bloquearon la solicitud en dos ocasiones. En 1998, Miller amenazó con asesinar a estudiantes estadounidenses de la Universidad Ross en St. Kitts si llegaba a ser extraditado. En 2000 fue finalmente llevado a Estados Unidos y condenado a cadena perpetua.

Hoy, St. Kitts y Nevis, en el Caribe oriental tienen una participación menor en el narcotráfico transnacional. Sin embargo, los niveles de violencia que se asemejan a los de la época de Charles Miller siguen definiendo la región. Cuatro de los cinco países más violentos de Latinoamérica y el Caribe en 2022 fueron naciones isleñas, cuyos líderes culpan al flujo de armas de factura estadounidense de la escalada en la brutalidad.

Nankissoon Boodram

Alias «Dole Chadee», Nankissoon Boodram abrió la autopista de la cocaína en Trinidad y Tobago desde Colombia, usando la violencia y conexiones de alto nivel con autoridades trinitenses para construir su imperio criminal.

Aunque no se conoce a ciencia cierta la cantidad de cocaína que Boodram traficó, su influencia en Trinidad y Tobago fue formidable. Un informe de 1987 sobre el panorama de drogas del país conectaba a Boodram con autoridades estatales que llegaban a la altura del entonces jefe de policía. Al final, no fueron los delitos de narcotráfico de Boodram los que acabaron con él; fue sentenciado a muerte y ejecutado en Trinidad por homicidio en 1994.

En la actualidad, los decomisos indican que Trinidad y Tobago tiene una pequeña participación en el trasiego transnacional de cocaína. Las autoridades incautaron solo 5 kilos de cocaína en los primeros nueves meses de 2022, según un informe del Departamento de Estado estadounidenses. Sin embargo, por su ubicación frente a la costa de Venezuela —un país donde el tráfico de cocaína cuenta básicamente con sanción estatal— y su escasa capacidad de interdicción de narcóticos, podría llegar a tener mayor peso en el tráfico.

Este gráfico muestra los principales narcotraficantes del Caribe desde los años 80 hasta los años 2000.

Derrota a las medidas de fuerza: décadas de 1990 y 2000

Un periodo sostenido de medidas de fuerza por parte de las autoridades estadounidenses a lo largo de las décadas de 1980 y 1990 casi logra clausurar la ruta de la cocaína por el Caribe. Pero un grupo de decididos delincuentes logró evolucionar. Durante este periodo, algunos pasaron de ser subcontratistas a traficantes indiscutidos, al comprar cocaína a grupos colombianos y venezolanos para venderla directamente en Estados Unidos.

José Figueroa Agosto

El puertorriqueño José Figueroa Agosto, alias «Junior Cápsula», forjó un imperio narcotraficante transnacional en República Dominicana usando sólidas conexiones con otros narcotraficantes y funcionarios de gobierno, entre ellos un candidato presidencial. La capacidad de entablar conexiones a ese nivel sigue siendo una característica clave entre los traficantes caribeños que han logrado sus ambiciones.

Figueroa se inició en el narcomenudeo pero se unió al ejército de un narco consolidado a comienzos de los 90. Fue condenado a 209 años de prisión en 1993 por homicidio, pero escapó en 1999.

Entre 2005 y 2010, la organización al mando de Figueroa y otros, traficó y distribuyó más de 10 toneladas de cocaína y heroína. Fue detenido nuevamente y recibió una sentencia a 30 años por narcotráfico. Fue liberado en 2020 después de purgar 10 años en una correccional del estado de Indiana, Estados Unidos.

Dudus Coke

Con las autoridades estadounidenses en su ofensiva sostenida en el Caribe, Christopher Coke, alias «Dudus», surgió como el traficante más prominente de Jamaica.

Dudus le ganó a su padre el control de la infame pandilla Shower Posse a comienzos de los noventa y procedió a usar su red internacional para traficar toneladas de cocaína y marihuana a Estados Unidos y Canadá.

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El estilo de liderazgo de Coke era más discreto que el de su padre, al menos en el ámbito internacional. Las pandillas jamaiquinas estuvieron implicadas en 1.400 homicidios en Estados Unidos entre 1985 y 1988, según las autoridades de ese país. Pero bajo la dirección de Dudus, el país se vio sometido a una violencia mucho menor, pues este buscaba no provocar a las autoridades estadounidenses. Al final no lo logró. En mayo 2010, las autoridades estadounidenses pidieron su extradición de Jamaica, lo cual desató un tira y afloje entre sus seguidores y las fuerzas de seguridad que dejó al menos 73 personas muertas, y él terminó extraditado unos meses después.

Desde entonces no se ha conocido un narco de poder comparable que reemplace a Coke. Más que grandes organizaciones jerárquicas, el panorama narcotraficante de Jamaica está dominado por células pandilleras de menor tamaño. Una serie interminable de disputas entre pandillas han aumentado la tasa de homicidios en la isla. En 2020 y 2021, Jamaica tuvo la mayor tasa de homicidios de Latinoamérica y el Caribe.

Aunque a las costas de Jamaica siguen llegando grandes cargamentos de cocaína, ninguno de los grupos que hoy actúan en la isla se comparan con la influencia internacional que alguna vez tuvo la Shower Posse al mando de Coke.

El ascenso del mercado europeo: de los años 2000 al presente

La creciente demanda de cocaína en Europa llevó a un resurgimiento de la ruta de cocaína del Caribe, como lo pone en evidencia la magnitud de los decomisos recientes.

Los traficantes de países como República Dominicana y de islas de las Antillas holandesas han creado redes criminales de amplio alcance para atender la demanda de cocaína en Europa.

César Peralta

César Peralta, alias «el Abusador», usó la ubicación geográfica de República Dominicana para el trasiego de grandes cantidades de cocaína desde Colombia hacia los mercados europeos y estadounidenses.

Este gráfico muestra las economías y redes criminales de César Peralta, alias "el Abusador", en el Caribe.

Peralta ascendió en la jerarquía de las organizaciones narcotraficantes lideradas por Florián Féliz en los noventa y de Quirino Paulino Castillo a comienzos de la década de 2000. Fue acumulando poder gradualmente con la captura de sus pares, y en 2015, era uno de los mayores narcos del Caribe, como se deduce de la comparación que hacían las autoridades dominicanas de este con el infame Joaquín Guzmán Loera, alias «El Chapo«, de México.

Peralta usó empresas legítimas, como clubes nocturnos, para lavar las ganancias de la droga y acceder a los exclusivos círculos de las élites empresarial y política de República Dominicana. Se le ha asociado con el expresidente Danilo Medina Sánchez, quien admitió que aceptó contribuciones de Peralta para su campaña, pero negó saber que procedían de actividades ilícitas. Medina es también padrino de uno de los hijos de la cuñada de Peralta, Berlinesa Franco.

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Para mediados de 2019, las autoridades estadounidenses designaron a Peralta narco importante en el marco de la Ley de Capos. Huyó a Colombia, donde fue detenido y extraditado a Puerto Rico. En noviembre de 2022, se declaró culpable de tráfico de múltiples toneladas de cocaína a Estados Unidos.

Tyson Quant

El líder de la pandilla No Limit Soldiers (NLS), Tyson Quant, dejó atrás sus raíces en Curaçao para abrirse paso como traficante independiente de cocaína, acusado de importar toneladas del alcaloide hacia Europa.

Quant entró al negocio de la cocaína como parte de NLS, traficando con pequeñas cantidades en vuelos del Caribe hacia Europa a comienzos de la década de 2000.

En la década siguiente, se convirtió en traficante internacional de cocaína, y se dice que hacía parte de la red narco del tristemente célebre traficante brasileño Sérgio Roberto de Carvalho, de quien se sospecha que trasegó hasta 45 toneladas de cocaína a Europa. Quant fue detenido en Dubái en noviembre de 2020, donde permanece en arresto domiciliario.