Facciones criminales rivales atacan a la población civil en su guerra por control territorial en el estado de Bahia, noreste de Brasil, y la respuesta represiva del gobierno exacerba aún más la violencia.
Con cerca de 1.700 muertes registradas a manos de organizaciones criminales y de la policía, Bahia ha padecido una de las facetas más sangrientas de la violencia organizada entre los 26 estados de Brasil en lo corrido del año, según nuevos datos recopilados por el Proyecto de Datos sobre Hechos y Lugares de Conflictos Armados (Armed Conflict Location & Event Data Project – ACLED), los cuales compartieron con InSight Crime de manera exclusiva.
La violencia se ha vuelto tan común en algunos sectores de Salvador, capital del estado, que los residentes se han visto obligados a dejar la vida en vilo.
Muertes violentas registradas, con participación de pandillas o policía en Brasil
Total muertes violentas registradas entre enero y noviembre, 2023
“Algunas zonas de la ciudad se paralizaron, incluyendo instituciones educativas, centros de salud y autobuses — el transporte público no pasa por ciertos sectores a ciertas horas debido a estos conflictos”, le comentó a InSight Crime Gabriela Ashanti, gerente del proyecto en el Instituto Odara, organización contra la violencia y la discriminación con sede en Bahia.
Para conocer qué hay detrás del brote de violencia en Bahia, InSight Crime y ACLED analizaron la nueva serie de datos exclusiva que ilustra la incidencia de las dinámicas del crimen organizado y la respuesta del gobierno a los asesinatos.
Combatir fuego con fuego
Dos factores principales promueven la violencia en Bahia: las disputas entre facciones criminales por el control de las plazas locales de drogas y la militarización de la respuesta estatal.
Bahia adolece de pobreza extrema, concentrada en los barrios periféricos de los centros urbanos y las zonas rurales del interior, lo que da origen a poblaciones vulnerables susceptibles de explotación con fines de reclutamiento. Pero también presenta centros de riqueza, en Salvador especialmente, donde hay una fuerte demanda de estupefacientes.
Los grupos criminales más activos en Bahia son el Comando Rojo (Comando Vermelho, CV), de Río de Janeiro, y la local Banda del Loco (Bonde do Maluco, BDM), que se alió con el grupo criminal más poderoso de Brasil, el Primer Comando de la Capital (Primeiro Comando da Capital, PCC).
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La rivalidad entre los dos grupos ha sido la causa de gran parte de la violencia vivida en este año. Las pandillas y las milicias han estado implicadas en el 86% de la violencia registrada en lo corrido de 2023, según los datos recopilados por ACLED. Los dos grupos se enfrentaron por lo menos 40 veces a lo largo del año, pero los datos de ACLED arrojaron que el CV fue el más activo, con participación en 16 hechos violentos en promedio cada mes, que dejaron al menos 194 muertes totales registradas.
Al mismo tiempo, casi la mitad de la violencia asociada al crimen organizado derivaron en confrontaciones entre las pandillas y las fuerzas de policía. Como en otros lugares de Brasil, el gobierno ha respondido a la violencia delincuencial con tácticas brutales de su propia cosecha, especialmente en hechos que involucran a la policía militar.
Número de muertes violentas registradas en hechos violentos con participación de la Policía Militar
Total muertes violentas registradas entre enero y noviembre, 2023
La estrategia policial de enfrentar frontalmente a las pandillas ha resultado letal. Bahia registró más muertes con participación de la policía militar que en cualquier otro lugar del país, con 752 muertos en 662 hechos violentos entre enero y noviembre.
La violencia se ha concentrado en Salvador, donde también confluye la mayor parte de la riqueza del estado de Bahia. Las zonas pudientes limitan con los barrios pobres, lo que pone las plazas de droga cerca de sectores con poco control estatal, pero si bien es en los barrios más pudientes donde es más común la incautación de drogas, no son estas las áreas más afectadas por la violencia.
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“Pituba, que se considera un buen barrio aquí en Salvador, es donde hay la mayor cantidad de decomisos”, observó Ashanti. “Sin embargo, es en Nordeste de Amaralina, justo al lado de Pituba, pero que es un barrio periférico con predominio de población negra el que padece redadas constantes de la policía”. Salvador registró más de la mitad de los hechos violentos con participación de la Policía Militar en Bahia este año, según datos de ACLED.
La violencia tocó un pico en septiembre, cuando hubo cerca de 70 pérdidas humanas en el transcurso de una semana. Casi dos terceras partes de las muertes violentas registradas ocurrieron en tiroteos entre las pandillas y la policía. De los 146 hechos registrados por ACLED en los que hubo algún muerto en septiembre, 70 fueron tiroteos entre las pandillas y la policía, mientras que 61 involucraron a muertes de civiles a manos de las pandillas.
Muertes violentas registradas semanalmente en Bahía, Brasil
Número de personas presuntamente asesinadas en enfrentamientos con participación de pandillas o policía
Los ataques violentos a las pandillas en muchas ocasiones no reportaron a la policía más que victorias parciales, según expertos consultados por InSight Crime. La eliminación de los cabecillas o de un ala de un grupo puede hacer que este se fragmente en distintas facciones rivales, lo que a fin de cuentas no ayuda mucho para arrebatar el control territorial a las bandas criminales ni a reducir sus ganancias.
“Nunca ha habido otra estrategia contra las facciones para enfrentar el problema de las drogas. Y creo que eso es un error fundamental en el campo de la seguridad pública”, comentó Ashanti.
Fracturas y alianzas complican la lucha contra la delincuencia
Mientras el gobierno sigue enfrentando los grupos locales que compiten por el control territorial, la fragmentación cada vez mayor del hampa de Bahia ha detonado una evolución criminal acelerada que complica aún más la lucha contra el crimen organizado.
ACLED identificó 14 diferentes grupos criminales activos este año, y hay un número no determinado de grupos d menor tamaño sin nombre que también hacen presencia actualmente en todo el estado.
“Todos los municipios de Bahia, toda la región metropolitana de la capital y el interior están bajo el control de organizaciones criminales”, señaló Antonio Lima, sociólogo de la Universidad Federal de Bahia.
Evolución de las facciones de Bahia
Aunque en Bahia ha habido pandillas carcelarias y otros grupos criminales por décadas, la mayoría de las facciones enfrentadas actualmente tienen su orign en un grupo: el Comando de la Paz
Además, los grupos nacionales han incrementado su actividad y su apoyo a sus aliados en Bahia. Desde que el CV absorbió una banda local en 2021, el grupo de Río ha adoptado una violencia creciente en Bahia, según datos de ACLED. Enfrentado a un rival en crecimiento, la BDM hizo alianzas adicionales. Los medios locales informaron que a partir de abril, la BDM unió fuerzas con el principal rival del CV en Río de Janeiro, una facción disidente conocida como el Tercer Comando Puro (Terceiro Comando Puro, TCP).
Es posible que las pandillas más grandes de Brasil estén mirando hacia Bahia en un intento por asegurar las rutas internacionales de tráfico. Salvador es una ciudad portuaria sobre el Atlántico que en los últimos años ha tenido varios importantes decomisos de cargamentos de drogas con destino a Europa. En 2022, las autoridades brasileñas capturaron a 12 personas en Bahia y São Paulo, señaladas de haber escondido cocaína en contenedores de carga que iban de Salvador hacia Europa. Las autoridades también decomisaron más de 3,5 toneladas de cocaína en el operativo.
Pero aunque estas alianzas cambiantes han generado un repunte de la violencia en extensas áreas de Bahia, algunas zonas donde hay dominio de un solo grupo están reduciendo la violencia. Esas caídas de la violencia se explican cuando un grupo tiene control casi absoluto sobre el tráfico, explicó Lima.